El Juglar de la Red
Por Rafael Cano Franco
Un viejo refrán cita: zapateros a tus zapateros. Nada es más cierto que eso y en el caso del gobierno queda como anillo al dedo. Los gobiernos son pésimos administradores del dinero, pero particularmente cuando se trata de la creación de empresas.
La historia de México está plagada de ejemplos de empresas estatales que terminaron convertidas en nidos de corrupción, mal administradas, quebradas y con ello “chupando” recursos públicos a sectores prioritarios.
En la 4T ya quedó demostrado que son muy malos para administrar y peores para presupuestar. El aeropuerto Felipe Ángeles se les disparó en sus costos; la refinería de “Dos Bocas” ya cuesta más del doble de lo presupuestado originalmente; el Tren Maya también va a excedido en sus costos de construcción, solo por mencionar las tres obras más emblemáticas del gobierno federal actual.
Que decir de las empresas paraestatales: Pemex sobrevive por la inyección de recursos buenos a un barril sin fondo que se traga todo y que deja muy poco; CFE apenas sobrevive y su administración no deja de perder dinero público.
No estamos diciendo que solamente la 4T es mala administradora de las empresas que están bajo su cargo; lo que aseguramos es que el gobierno –este y los anteriores—han sido pésimos para administrar las empresas propiedad del estado, esa fuga de dinero fue la que llevó a reprivatizar la banca; vender las televisoras, deshacerse de las cadenas hoteleras, las empresas de seguros, los ingenios azucareros y quedarse solamente con aquellas que cumplían una función estratégica.
Es probable que muchos no recuerden que esas empresas no eran administradas por especialistas o técnicos expertos en las ramas correspondientes, eran manejadas con criterio político y por políticos que ahí encontraban acomodo mientras se presentaban mejores oportunidades.
El resultado es que no importaba si producían o no, el dinero que estaba en juego no era de ellos y si faltaba, siempre estaba la posibilidad de que el presupuesto los sacara de atolladeros; precisamente por eso se convirtieron en auténticas minas de oro para quienes las dirigieron, fueron un estiercolero de corrupción.
El presidente López Obrador fue testigo de todo eso, él no ignora que las empresas del estado están destinadas al fracaso por varias razones; las dirigen con criterios de burocracia y no de productividad y competitividad que caracteriza a la iniciativa privada y porque son refugios políticos razón por la cual no importan los resultados.
El gobierno está empeñado en regresar a esos tiempos. Obras como el Tren Maya o el Aeropuerto Felipe Ángeles se administran con la visión política del gobierno en turno y eso establece lo improductivo que es el aeropuerto y la corrupción en el Tren Maya.
Aún así no cejan en las propuestas para centralizar proyectos productivos como la exploración y explotación de litio y para ello crearon “LitioMx”, una empresa dirigida por políticos, con criterios políticos pero con cero experiencia técnica en lo referente a la explotación de proyectos mineros.
Ahora, a esas ocurrencias se suma la propuesta de la Sedena para constituir una empresa aeronáutica que brinde servicio de traslado de pasaje y de carga ¿Qué podría salir mal? Se tiene el aeropuerto, se tienen los pilotos militares, solo falta comprar los diez aviones y sumarle el avión presidencial a esa flotilla para iniciar operaciones.
El problema es que el Ejército, por más disciplina que tenga y por más que se asuma como la institución más honesta, no deja de operar con criterios burocráticos, de ser un ente gubernamental que no sabe administrar el dinero público; que desconoce el negocio de la aeronáutica comercial y que tiene cero experiencia en la operación de este tipo de empresas.
Nada más eso falta, que los soldados de pronto también quieran incursionar como empresarios de la aviación comercial. Es una receta que solamente puede concluir en un sonoro fracaso y cuyo desastre lo vamos a terminar pagando todos.
“No dimos un cheque en blanco”: Sylvana Beltrones Sánchez
Cuando la senadora por Sonora, Sylvana Beltrones votó en comisiones a favor del dictamen para que el ejército permanezca en las calles, se pensó en una negociación en “lo oscurito”, en alguna presión o chantaje con expedientes de algún caso donde se involucre ella o su familia, particularmente su padre, Manlio Fabio Beltrones.
Pero con mucha dignidad, la propia senadora Beltrones Sánchez emitió ayer por la tarde un posicionamiento explicando el motivo de su voto, y el otros senadores del PRI, para que el Ejército permanezca en las calles.
Recordó que hace tres años, de forma unánime, en el Senado se aprobó que el Ejército participara temporalmente en tareas de seguridad pública y aunque sabían que esto era un riesgo, lo asumieron para darle tiempo a la Guardia Nacional de madurar y consolidarse junto con las policías locales.
La senadora Beltrones reconoce que no se pueden presumir muchos resultados, por ello no se trata de aprobar a ojos cerrados la propuesta, tampoco todo se circunscribe a un simple sí o un no, en todo caso ese tipo de disyuntivas es “un falso planteamiento que busca eludir la responsabilidad por culpa del pasado o apostarle al fracaso del futuro”.
Ella dice que no se trata de entregar un cheque en blanco que permita al Ejército permanecer en las calles, sino que el voto a favor que entregó obedece a una serie de acuerdos y negociaciones que implican la construcción de un fondo exclusivo para apoyar a los estados y municipios destinado únicamente a fortalecer sus instituciones de seguridad pública, lo cual debe ser efectivo a partir del ejercicio fiscal del próximo año.
Este fondo no podrá ser inferior al incremento que recibe la Fuerza Armada permanente y la Guardia Nacional para tareas de seguridad cada año. También cita que no podrá invocarse la seguridad nacional para que estos recursos sean calificados como de seguridad nacional y con ello exceptuarlos de la trasparencia o la fiscalización superior.
Sylvana Beltrones también establece como justificante para emitir su voto a favor que se va a fortalecer la rendición de cuentas, dando mayor protagonismo al Congreso, a través de una Comisión Bicameral, que evaluará y dará seguimiento de las actividades de las Fuerzas Armadas en su labor permanente en labores de seguridad pública.
Establece que con esos cambios que se adosan a la propuesta original, y que terminan por modificarla, que expreso que será el Senado la instancia que garantizará la conclusión de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública cuando se cumpla el pazo y precisa que ese plazo es improrrogable pero que esto es apenas el inicio para empezar a corregir aquello que les falló.
Otros Juglares:
–“Con estos cambios, queda expreso que es este Senado el que garantizará la conclusión de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública al cumplirse el plazo acordado. ¡Lo vuelve, de facto, improrrogable! Esto es el inicio para empezar a corregir lo que nos falló.
“El país requiere compromisos y no simples descalificaciones. Reconozcamos que hay algunos a los que no les gusta que acordemos. El vivir en el NO es su único mundo. Recordemos que una verdadera oposición no es la que anula el poder, sino la que modera sus excesos.
“Ya lo decía bien el auténtico líder de la izquierda, Heberto Castillo: — es más fácil ser radical que ser útil”.
Lo dijo la senadora Sylvana Beltrones al emitir un posicionamiento en el Senado de la República en el cual establece los parámetros que la llevaron a dar su voto a la propuesta de que el Ejercito permanezca en tareas de seguridad pública.
Gracias por su atención, hasta el jueves si Dios quiere. ¡¡Salud!!
Nos puede seguir en Twitter en @CanoFrancoR También puede conocer nuestra opinión periodística en Facebook en Rafael Cano Franco “El Juglar de la Red”; igualmente nos puede acompañar en el noticiero “El Juglar de la Red”, que se trasmite de lunes a viernes, de 7:00 a 9:00 de la mañana, por la plataforma de “MDS Noticias”, tanto en Facebook como en YouTube, así como en varias cuentas de Facebook que se suman a la trasmisión.