Luego de no saberse mucho de él, el ex candidato del PAN al gobierno de Sonora, Javier Gándara Magaña, finalmente asomó la cabeza y mandó un video mensaje mediante el cual pide se establezcan leyes más severas en contra de las campañas negras, las cuales asegura fueron el pan de cada día en las campañas electorales que culminaron el pasado 5 de junio.
El vídeo no hace alusión a ninguna sigla partidista, pero el nombre de Javier Gándara aparece en el clásico azul del PAN, aunque en términos generales se deja entrever que el mensaje lo hace a partir de su carácter ciudadano.
Sobre el mensaje de que se legisle en torno a las campañas negras, las cuales ubica como los actores centrales de los pasados comicios en 12 entidades, resulta evidente que es una espina que trae clavada desde al año pasado y sin decirlo es obvio que achaca a esas campañas negras la derrota electoral que todavía carga a cuestas.
Ahora, en sentido estricto no está mal la propuesta de legislar sobre las campañas negras y endurecer las sanciones en contra de quienes las utilicen como fin de posicionar o desprestigiar, el problema es que en el caso de Javier Gándara, esa propuesta parte de una doble moral.
Para empezar se debe recordar aquella “campaña paralela” que se orquestó desde las oficinas gubernamentales en contra de Claudia Pavlovich, esa campaña negra nunca fue cuestionada y menos condenada por Gándara Magaña; por el contrario, la permitió y hasta la dejó correr porque de esa manera él podía salir beneficiado.
En una actitud hipócrita, él decía que su campaña era de propuestas, pero desde las oficinas de Guillermo Padrés, con el apoyo de Javier Alcaraz y Jorge Morales se tiraba lodo en contra de candidatos, comentaristas, columnistas y todo aquello que osara tocar o criticar al candidato del PAN, que era el propio Gándara Magaña.
La doble moral de Javier Gándara, también es evidente cuando pide se legisle en torno a un aspecto el cual considera le afectó a su candidatura; sin embargo se olvida de pedir leyes más duras para aquello con lo que fue beneficiado.
Por ejemplo y para tener la voz completa, debió solicitar se castigara con severidad a aquellos aspirantes que violando los tiempos electorales hacen precampañas que llegan a durar hasta tres años. Ese fue el caso del propio Javier Gándara, quien al dejar la alcaldía de Hermosillo el 2102 y recibir el “dedazo” de Guillermo Padrés, se lanzó a la conquista de la popularidad para ser competitivo en el proceso electoral del 2015.
Durante tres años, utilizando como pretexto la Fundación Ganfer, Javier Gándara recorrió Sonora, regaló despensas, presidió eventos de “beneficencia” con claros tintes electorales; jamás se ruborizó y menos mostró el menor asomo de indignación porque estaba solo en una carrera pre electoral que le permitió arrancar como candidato con 23 puntos de ventaja sobre la Candidata del PRI.
Pero sobre eso guardó silencio.
Otro aspecto al que no aludió fue al uso de recursos públicos para financiar proyectos políticos, como fue su caso. Durante esos tres años de precampaña adelantada y en su campaña electoral, Javier Gándara invirtió muy poco de su peculio personal o familiar, todo se le pagó con recursos públicos.
Existen evidencias documentadas de que su precampaña recibió recursos públicos: ahí está el donativo que le hizo la entonces diputada Perla Susuki por cien mil pesos, recursos que salieron del Fondo Legislativo de la Legisladora y que los entregó en un evento público a la fundación Ganfer.
Si pretende hacernos creer que ese dinero fue a parar a causas altruistas va a perder su tiempo, todos sabemos que fue una aportación para una asociación que era la escenografía con la cual se pretendía ocultar los actos adelantados de campaña.
Javier Gándara pide una legislación severa en contra de las campañas negras, pero lo hace no por una auténtica vocación democrática, en realidad sigue pensando que exhibir la corrupción de Guillermo Padrés, su patrocinador político, fue el factor donde se fundamentó su derrota y a eso le llama campaña negra, cuando únicamente se evidenció como una pandilla, a la cual él nunca criticó, saqueó Sonora.
Pero lo que me da más pena es que a su edad, Javier Gándara insista en seguir haciendo esa clase de desfiguros.
Tips cortitos pa´no enfadar:
1.- El Secretario de Educación y Cultura, Ernesto de Lucas Hopkins anunció ayer que la empresa ganadora de la licitación para confeccionar los uniformes escolares, es la alianza empresarial entre “Clothes & More IS S.A de C.V.” y “Manufacturera M y R S.A de C.V.”, con sede en Naucalpan, Estado de México.
La propuesta que presentó está empresa fue de casi 182 millones de pesos, para confeccionar los 510 mil uniformes escolares, con zapatos incluídos, y eso representa un ahorro presupuestal de casi 49 millones de pesos; pero además todo se hizo de manera trasparente de tal forma que cualquiera puede revisar el proceso de licitación, donde fungieron como testigos de calidad la presidenta de Sonora Ciudadana, Leticia Cuesta, el fundador de esa organización, Guillermo Noriega Esparza y Marcelo Meouchi.
2.- Interesante charla con María Dolores del Río Sánchez, coordinadora Estatal de Movimiento Ciudadano; nos habló del Observartorio Ciudadano que se instalara, en primera instancia, en los 13 municipios más poblados de Sonora y donde se atenderán los temas de seguridad pública, servicios públicos, combate a la corrupción y medio ambiente.
Pero también cuestionó que salvó el Ayuntamiento de Cajeme, en ningún otro de Sonora se sacó adelante la propuesta en torno a la reglamentación de la participación ciudadana y en ese mismo sentido puso asterisco a los Consejos Ciudadanos –como el recientemente creado en Hermosillo de Seguridad Pública—donde se reciclan nombres de empresarios y políticos en receso para crear la ilusión de que es ciudadano.
Movimiento Ciudadano es un partido político con peso específico en Sonora: tiene un diputado local, una diputada federal, 35 regidores y gobierna en cuatro municipios de Sonora, Plutarco Elías Calles, Átil, Bacadéhuachi y Villa Hidalgo; además de contar con participaciones que suman los 8 millones de pesos al año; nada despreciable para tener poco más de un año de trabajo en Sonora.
3.- Desconozco la capacidad de Miguel Ángel Barrios Macario, director de la Policía Estatal Investigadora, pero es claro que eso de salir a dar declaraciones o entrevistas no es precisamente algo en lo que destaque mucho.
Ayer por la mañana concedió una entrevista a Luis Alberto Medina, en Proyecto Puente, pero se vio tan mal que terminó por contradecir al Procurador Rodolfo Montes de Oca Mena.
El Procurador había declarado el lunes por la tarde, en relación a la balacera al sur de Hermosillo donde murieron cinco personas, que no existían los protocolos para el traslado de reos o menores infractores, pero Barrios Macario se pasó de lanza y no solamente desmintió al Procurador asegurando que sí existen esos protocolos, también exhibió su impreparación sobre el tema al no poder explicar con claridad las líneas de investigación que están siguiendo para detener a los responsables de esa balacera que costó la vida a un agente de la Policía Estatal.
Si la estrategia era desinformar…más bien hacerle a “La Chimoltrufia”, quienes mandaron a Barrios Macario lograron su cometido, pero a muy alto costo en imagen y seriedad.
Otros Juglares:
–“No tenemos un referente de lo que han costado los uniformes a los sonorenses, en virtud de que existían ejercicios fiscales que evidenciaron que el costo del programa era muy diferente cada año, es decir, en lugar de ser más baratos terminaban más caros. Sin embargo, podemos asegurar que en esta ocasión sí representa un ahorro, además del valor agregado para los sonorenses que será la calidad de las telas”.
Lo dijo el Secretario de Educación y Cultura, el maestro Ernesto de Lucas Hopkins durante el anuncio de la empresa ganadora de la licitación para manufacturar los 510 mil uniformes escolares con sus respectivos zapatos, que usaran los alumnos durante el ciclo escolar 2016-2017.
Gracias por su atención, hasta el jueves si Dios quiere. ¡¡Salud!!