El Juglar de la Red

Por Rafael Cano Franco

En algún momento de nuestras vidas, todas las personas fuimos acosadas u hostigadas sexualmente, pero también estuvimos del otro lado, de quienes son acosadores y hostigadores sexuales, lo hicimos con conciencia o no, pero el hecho es que lo hicimos.

Esas conductas, en una sociedad como la actual, donde la sexualidad ya no es un tema tabú, en la cual hay infinidad de referencias de índole sexual, donde el sexo es un producto de muy alto consumo, paradójicamente ya no solamente no se toleran, tampoco se permiten.

Y eso está bien porque implica una educación basada en el respeto a la otra persona, donde el sometimiento o la intimidación como factores que rebajen la condición de la persona no se pueden aceptar.

En este punto y dadas las denuncias presentadas por jóvenes de la Universidad de Sonora, señalando a un maestro de acosarlas sexualmente, es una gran oportunidad para dar a conocer algunas acciones que el Instituto Sonorense de las Mujeres (ISM) viene sacando a la luz pública y que entran en la categoría de acoso u hostigamiento sexual.

Se debe aclarar que de entrada para considerarse acoso sexual, las insinuaciones o acciones enlistadas, deben causar molestia, ofender, denigrar y generarse sin el consentimiento de la otra parte; de darse consentimiento no existe acoso.

Esta es la lista, usted puede juzgar:

Realizar silbidos, señales lascivas, miradas incómodas e insinuantes, muecas o gestos que generen pensamiento de connotación sexual.

Expresar chistes o bromas sexuales molestas, comentarios insinuantes u obscenos, así como adulaciones sobre el físico o la imagen corporal.

Presionar para obtener fotografías o imágenes de la persona en ropa íntima o desnuda.

Hacer preguntas, referencias o insinuaciones sobre la vida sexual.

Presionar para regresar a una relación afectiva.

Realizar llamadas telefónicas o mensajes de texto con insinuaciones de connotación sexual o íntima no aceptadas.

Visitar insistentemente las redes sociales de la víctima (conocido como “stalker”) y generar comentarios sugestivos o de connotación sexual o íntima.

Insistir para encuentros privados o íntimos fuera del lugar de trabajo o de estudios.

Llevar a cabo acercamientos excesivos como abrazos o besos no deseados, tocamientos o pellizcos, roces o acorralamientos.

Exhibir fotografías, imágenes u objetos sexualmente sugestivos, pornográficos o en ropa interior con intenciones sugerentes.

Realizar promesas expresas a la víctima de obtener un beneficio personal a cambio de favores sexuales (hostigamiento sexual).

Amenazar de manera directa o indirecta, mediante las cuales la persona agresora exija a la víctima realizar conductas sexuales en contra de su voluntad o con la amenazo, en caso de negativa, de que se generará un mal futuro (hostigamiento sexual).

Usar expresiones físicas, gestuales o verbales con connotación sexual, insinuación sexual o proposiciones sexuales.

Realizar la exhibición de imágenes u objetos con contenido sexual.

Es evidente que estos elementos pueden “chocar” con la cultura en la que nos desarrollamos y tanto hombres como mujeres pueden considerar que existen exageraciones, porque a final de cuentas hay mujeres que pueden no sentirse molestas con un piropo masculino, sin importar el tono o el grado de connotación sexual que tenga, o visceversa.

El asunto aquí es que al no saber si a la otra persona le gusta o disgusta, estamos obligados a respetarla y solamente se podrán tener expresiones o acciones de sexualidad si lo consiente, en caso contrario lo más correcto es abstenerse.

La Coordinadora Ejecutiva del ISM, Blanca Saldaña, nos explicaba que estos comportamientos deben limitarse a un ámbito personal, donde exista confianza entre las personas, cuando eso se da y hay tolerancia en ambas partes, no existe problema de ninguna especia porque ambas consienten ese comportamiento y lo aceptan.

Si bien todavía no existe un documento final, no hay duda que estos protocolos, especialmente dirigidos a prevenir el acoso y hostigamiento en preparatorias y universidad, son de gran ayuda pues permiten normar un criterio sobre la forma en la cual nos debemos comportar, pero además son base para establecer el principio de respeto a la dignidad de la persona.

 

La iniciativa de Héctor Larios

El senador Héctor Larios Córdova nos hizo una extensa exposición sobre su iniciativa ciudadana para aplicar tres puntos que considera estratégicos en el accionar de los ayuntamientos y que inciden de manera directa en: obra pública, seguridad y transporte.

El primer punto es que del presupuesto anual total de un municipio, por ley se derive el 20 por ciento de los recursos a la construcción de nueva infraestructura, eso implicaría que en el caso de Hermosillo, por ejemplo, el gobierno estaría obligado a invertir de su presupuesto cerca de 500 millones de pesos en este rubro.

La propuesta se oye muy bien porque al paso de una 9 años, tres trienios la inversión en infraestructura por parte de los municipios sería visible; pero se topa en la realidad con la necesidad de tener que despedir personal, redimensionar áreas y fusionar dependencias, algo que tiene implicaciones políticas y cuyo precio no todos los alcaldes están dispuestos a pagar.

En materia de seguridad pública, su propuesta es que ante llamados sensibles de la comunidad, la respuesta policiaca no tarde más de diez minutos –acepta que ese tiempo esta muy por encima de los estándares de respuesta internacional–, pero además, que se le de certeza al ciudadano de que su reporte se atendió y se aplicaron los protocolos correspondientes.

El tercer aspecto es el del transporte público, aquí propone que los camiones pasen en los horarios establecidos y que el Ayuntamiento tenga injerencia en la elaboración de rutas, para darle al ciudadano opciones más cómodas y rápidas de traslado.

Le expongo de manera sintética las propuestas, pero en realidad algunas suenan muy interesantes y en este momento se recaban las 21 mil firmas en Hermosillo para que sea presentada ante el Congreso del Estado como una iniciativa ciudadana.

 

Una cuenta pública de 162 observaciones

El Secretario de la Contraloría, Miguel Ángel Murillo Aispuro, puede presumir que logró el objetivo de que la cuenta pública del 2016 sea una de las que menos observaciones tiene en la historia de Sonora y eso tiene mucho sentido si se considera que el 2013 fueron más de 2 mil las observaciones a todo el gobierno de Sonora, pero concentradas mayoritariamente en el Ejecutivo, en ese entonces a cargo de Guillermo Padrés.

La revisión y auditorías al gasto público, inició hace una década y la tendencia anual era que las observaciones se incrementaran, al grado de que el 2014 llegaron a ser más de tres mil. Todavía el 2015, un año compartido entre Guillermo Padrés y Claudia Pavlovich, el número de observaciones llegó a mil 150 observaciones, algo que constrasta con las 162 del 2016 que fue de plena responsabilidad del gobierno actual.

 

Otros Juglares:

–“Yo creo que el resultado corresponde al esfuerzo que las instituciones han hecho, y que esa circunstancia es derivada y producto del esfuerzo institucional”, lo dijo el Auditor Mayor de ISAF, Jesús Ramón Moya Grijalva al explicar que para el proceso de análisis de la cuenta pública 2016 se realizaron auditorías verificando el gasto público en 14 dependencias del poder Ejecutivo y a 77 entidades paraestatales.

 

Gracias por su atención, hasta el viernes si Dios quiere. ¡¡Salud!!

 

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