Por Cristina Gómez Lima
Corresponsal
Periódico La Jornada

Loma de Bácum, Sonora a 7 de junio.- Con el riesgo de ser arrollados por una maquina de construcción o golpeados por una excavadora, miembros de la tribu Yaqui opositores al Gasoducto Sonora, se enfrentaron contra empleados de la empresa constructora, quien denostó el fallo de Juez del Tercer Tribunal Colegiado, al seguir con la obra.

Inconformes con la imposición de la trasnacional iEnova, autoridades del pueblo Loma de Bácum entraron a la área de construcción y pusieron en riesgo sus vidas al utilizar su cuerpo como escudo para impedir que las maquinas siguieran con la excavación de sus tierras, esto como parte de sus actos de autoridad.

En días pasados la misma tribu saqueó la tubería y cableado que la empresa impuso en su territorio, sin embargo, esta última exigió al Gobierno de la República que de manera urgente mandara a la Policía Federal para su protección.

Ahora son alrededor de 50 vehículos del Gobierno Federal que resguardan las pertenencias de iEnova dentro del territorio étnico, entre ellas las unidades 567, 078 y 417 expuestas a través de un video en redes sociales por yaquis.

Alberto Flores Chong, titular de la Unidad de Protección Civil de Sonora, hizo un llamado a la tribu solicitándoles que no ingresen al área de construcción, determinó como grave y riesgoso el estado actual del gasoducto dañado, por lo que de manera precautoria les pidió se mantuvieran al margen mientras la empresa realiza la remediación de tuberías.

“Protección civil es ajeno a esa situación, estamos aquí para notificar es un riesgo para las comunidades ingresar y tomaremos medidas preventivas, a la empresa le solicitamos remediación inmediata, quien cuenta con las medidas de seguridad necesaria”, declaró el Funcionario Estatal.

El 26 de abril, el Juez encargado de caso ordenó a iEnova el paro total de las obras e inició el juicio para el retiro de los tubos; sin embargo, el titular de Protección Civil del Estado aseguró que en sus revisiones encontraron la presencia de gas en las tuberías, por ello determinó que irrumpirlo es peligroso.

Guadalupe Flores Maldonado, es uno de los miembros que con sus cuerpos se postraron en las tierras para evitar que la empresa siguiera excavando, aseguró que defenderán de delincuentes y asesinos, el respeto de sus derechos y su nación a como dé lugar.

“Yo no tengo miedo, si me quieren matar o asesinar adelante, yo no estoy para taparme o cubrirme porque estoy en mi territorio, así que la empresa de Gasoducto se me va”, externó con fuerza el Yaqui.

Por su parte, Rodrigo González, representante legal de la etnia, indicó que la empresa se ha contradicho en varias ocasiones, primero que no había sido irrumpida por yaquis; luego que tenían gas en sus tubos y que requerían de protección.

“La empresa llegó a este punto de enfrentamiento por ahorrarse millones, al inicio del proyecto expusieron dos trazos, el que no atravesaba el territorio étnico costaba 400 millones de pesos, el que pone en riesgo la vida de los Yaquis en 100 millones de pesos, ahora que se atengan a las consecuencias”, declaró.

La tarde del miércoles, los inconformes acudieron al juzgado para entregar un informe de las estrategias que mantiene la empresa, así mismo exigir la denuncia donde la empresa pide seguridad a Protección Civil, donde ventila que tiene gas en los tubos, con el fin de sumar irregularidades contra iEnova.

El Gasoducto conecta con la red en los Estados Unidos, desde Douglas en Arizona, cruza la línea Internacional en Agua Prieta hacia Sonora, donde divide el territorio de los ocho pueblos donde habita la etnia Yaqui entre los municipios de Guaymas y Cajeme, para terminar en «El Oro», Sinaloa; en sus 850 kilómetros de longitud recorre varios parques industriales donde abastece de gas natural a empresas instaladas en el noroeste del País.

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