El presidente francés, François Hollande, se reunió hoy en el Palacio del Elíseo con su primer ministro, Manuel Valls, y con los titulares de Justicia, Jean-Jacques Urvoas, y del Interior, Bernard Cazeneuve, para abordar el asesinato de un sacerdote hoy en una iglesia en Normandía.
Hollande se desplazó a la localidad del crimen, Saint Etienne du Rouvray, junto a la ciudad de Ruán -de donde es originario el presidente- para trasladar su apoyo a las víctimas y a la comunidad católica francesa.
Allí acusó a «dos terroristas que reivindicaron ser del Estado Islámico (EI)» de este «cobarde asesinato», al tiempo que aseguró que la guerra contra esa organización yihadista se librará «por todos los medios», pero siempre dentro del marco de la ley.
El sacerdote Jacques Hamel, de 84 años y auxiliar de la parroquia, fue degollado por los dos terroristas, mientras que otra persona de las cinco que fueron tomadas como rehenes se debate entre la vida y la muerte por las heridas recibidas.
(EFE)