Por Redacción
La actividad petrolera ha dejado de ser dominio exclusivo del Estado de México. De acuerdo con un reciente reporte de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), varios de los grupos delictivos más influyentes de México han extendido su dominio criminal hacia el sector energético, empleando el tráfico de combustibles como una de sus principales fuentes de financiación. La denuncia no es menor: se dirige directamente a la empresa petrolera estatal Pemex como objetivo y, a veces, colaborador de dichas operaciones.
Según un informe de El País, la DEA indica en su informe que agrupaciones como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo y la Familia Michoacana han establecido una red de tráfico de gasolina, gas y petróleo crudo en la frontera entre México y Europa, funcionando mediante estrategias avanzadas de lavado de dinero fundamentadas en el comercio de energía.
“El contrabando de petróleo en el mercado negro se ha convertido en el principal mecanismo para financiar a estas organizaciones criminales”, advierte la agencia.
Con información de: La Crónica









