Por Redacción
El 6 de noviembre, Marshawn Kneeland, un compañero de la plantilla, se suicidó. La victoria de los Cowboys frente a los Raiders de Las Vegas por 33-16 fue un homenaje emotivo a él.
Después del partido, las emociones en el vestuario se desbordaron, incluyendo las de Brian Schottenheimer, el entrenador de los Cowboys.
«Oigan, antes de que empecemos con las celebraciones…», comenzó a decir Schottenheimer a sus jugadores. Entonces, se le llenaron los ojos de lágrimas mientras miraba a su alrededor.
«¡Estoy muy orgulloso de ustedes, muchachos!», exclamó Schottenheimer. «Han sido un par de semanas difíciles».
Un jugador de los Cowboys se acercó a Schottenheimer con la camiseta de Kneeland en sus manos y lo abrazó.
«¡Lo hicimos sentir orgulloso!», les dijo Schottenheimer a sus jugadores, antes de felicitarlos individualmente por la victoria.
Con información de: Latinus








