Por EFE

La Policía de la India ha detenido este jueves a más de 600 personas en cientos de redadas en la Cachemira administrada por la India, en el marco de una nueva ofensiva contra grupos separatistas tras la explosión de un vehículo en Nueva Delhi este lunes, calificada por el gobierno indio como un “atentado terrorista” y que dejó al menos ocho muertos.

“La Policía de Jammu y Cachemira sigue comprometida con actuar de forma imparcial contra todos los enemigos de la paz y la estabilidad”, declaró a EFE un alto funcionario policial bajo condición de anonimato, confirmando la detención de más de 600 personas en los últimos tres días.

Según la Policía, esta ha sido una de las mayores operaciones de seguridad de los últimos años en la Cachemira administrada por la India, deteniendo a más de 600 personas en una amplia redada contra la organización islámica Jamaat-e-Islami (JeI).

Jamaat-e-Islami, la mayor organización sociopolítica de Jammu y Cachemira, fue prohibida en 2019 por presunto apoyo al separatismo, poco después de que India revocara el estatus semiautónomo de la región y la reorganizara en dos territorios administrados por el gobierno central.

Equipos conjuntos de la Policía de Jammu y Cachemira, el Grupo de Operaciones Especiales (SOG), la Fuerza de Reserva Central (CRPF) y otras agencias de seguridad realizaron registros en casi todos los distritos del valle, con cientos de redadas simultáneas, tras recibir información de inteligencia que apuntaba a intentos de antiguos miembros y simpatizantes del JeI de reactivar la organización bajo nuevos frentes sociales o religiosos.

Las autoridades policiales informaron a EFE del decomiso de una gran cantidad de dispositivos electrónicos, teléfonos móviles, discos duros, documentos organizativos, libros de contabilidad y literatura presuntamente vinculada a las actividades del Jamaat.

Los investigadores creen que parte del material podría revelar redes de financiación extranjera.

La macrorredada se produce tras la explosión del 10 de noviembre en el Fuerte Rojo de Nueva Delhi, que dejó ocho fallecidos. Los investigadores analizan el posible papel de tres médicos del sur de Cachemira sospechosos de mantener vínculos con grupos armados.

La región de Cachemira, situada en el Himalaya, ha estado disputada y dividida entre India y Pakistán desde 1947, cuando ambos países obtuvieron su independencia.

Desde 1989, en la parte india de Cachemira se libra una insurgencia armada que ha causado miles de muertes, en su mayoría civiles.

Los militantes, a los que India acusa de recibir armas y financiación de Pakistán, buscan la independencia de la región o su unión con el país vecino.

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