Quien resulte ganador en la contienda interna del PAN, lo único que obtendrá serán los despojos de los despojos de un partido que otrora fuera fuerte y unido, pero que enfrenta sus horas más aciagas porque su futuro dirigente ya fue descalificado por los otros contendientes y eso le resta calidad moral para ejercer un liderazgo a plenitud.
A estas alturas de la contienda, los tres candidatos están descalificados por ellos mismos: David Galván por permitir ser una marioneta de Damián Zepeda y por servir a los intereses de ese grupo: Adrián Espinoza por contener en sus filas a corruptos que se quedaron con las cuotas que pagaron los militantes y no las reportaron al partido; Ernesto Munro Palacio por echar patadas al pesebre donde nació a la política.
Cada candidato se encargó de llenar de lodo a su contrincante, de tal forma que ahora los vemos en otra dimensión, con una crudeza descarnada, desnudos en su integridad moral y ambiciosos perversos en su actuar político.
Lo que sucede en la contienda interna del PAN no es una lucha para dignificar al partido, se trata de lograr la posición para un interés personal.
Pero más allá de eso, resulta evidente el grado de desconfianza, el poco amor que le tienen a su partido, la forma tan grotesca como se lanzan lodo, lo sucios que son. Es innegable que todo eso es la herencia que Guillermo Padrés le dejó al PAN.
Las expresiones de la diputada Célida López, coordinadora de la campaña de David Galván, en contra de la dirigencia estatal son indicativas del poco liderazgo existente, pero también del poco aprecio por las formas y el respeto, no a las personas pero sí a la institución.
Los integrantes de los equipos de campañas, todos ligados a Guillermo Padrés, pero también con diferencias irreconciliables entre ellos, al grado que los llevaron a enfrentarse al enrolarse en los equipos de los tres candidatos, no son precisamente las personas más honestas y menos los políticos eficientes que presumen, están cargados de corrupción y su sola presencia mancha el proceso interno.
Ya ni siquiera se puede hablar de una contienda con piso parejo porque el dirigente del PAN, Leonardo Guillén juega con los dados cargados a favor de David Galván y no le importa hacerlo público, utiliza su cargo para exigir se investiguen denuncias que perjudican solamente a uno de los candidatos.
Del lado de Adrián Espinoza las cosas no son mejores, apoyado con recursos logrados quién sabe cómo –a lo mejor de las cuotas no reportadas—hace una campaña basada en el desprestigio del otro, con guerras de lodo, con filtraciones de diversa índole, utilizando una guerra de guerrillas donde lo que menos importa es rescatar al partido, porque su equipo tiene la consigna de ganarle a Damián Zepeda a como de lugar.
Mientras, Neto Munro dice que el PAN entró en una fase de descomposición, pero mañosamente olvida que él formo parte de ese proceso, que durante seis años aplaudió esa descomposición y que uno de sus hijos es alcalde, precisamente por la forma en la que el PAN regaló candidaturas de acuerdo al interés muy personal del gobernante que ya no tienen.
No hay día que pase, en el cual los equipos no se metan en una guerra escatológica y de coprofagia, están en una lucha encarnizada y cruenta por quedarse con los despojos de los despojos, es tal el grado de descomposición que no habrá compasión y menos resquicio para la reconciliación.
Para colmo de males, el árbitro de la contienda, Florencio “Chito” Díaz, es un espectador timorato y tibio, incapaz de llamar a cuentas a cualquiera de los tres aspirantes.
Así, el PAN podrá tener dirigente el próximo lunes; pero eso no garantiza ni honestidad, ni trasparencia y menos una dirigencia donde quepan todos; aquí todo se lo lleva el ganador y el perdedor a lamerse heridas donde sea, pero lejos.
Otra vez somos Hermobaches
Es indudable que las lluvias las gozamos y las padecemos; las gozamos porque en un desierto ver llover se convierte en un espectáculo; las padecemos por las goteras en las casas, por los desastres que ocasionan en las ciudades, por las inundaciones en algunas comunidades y por los baches.
Hasta antes que comenzara a llover, el Ayuntamiento de Hermosillo presumía un avance de casi el 90 por ciento de bacheo y recarpeteo en vialidades principales y eso era visible. Ahora con las lluvias, volvieron los baches en las avenidas principales, en las calles secundarias a los que ya había se les adosaron algunos otros más y en las vialidades terciarias, las que alimentan a las dos anteriores, simplemente están convertidas en una zona intransitable.
Si en un año, el Ayuntamiento de Hermosillo invirtió millones de pesos en reparar vialidades principales, que ahora lucen como si nunca se les hubiera hecho nada; imagínese las condiciones del resto de las calles; por ello el alcalde “Maloro” Acosta debe anunciar a la brevedad un programa de bacheo, pero en todas las avenidas, calles, bulevares y vías rápidas.
Hermosillo es una ciudad de primera…porque no se puede meter segunda o tercera a un vehículo pues es imposible transitar con seguridad.
Tips cortitos pa´no enfadar:
1.- Desde la perspectiva de Javier Hernández Armenta, la carretera de Cuatro Carriles, particularmente en el tramo Guaymas-Hermosillo, reúne los requisitos mínimos de seguridad para los viajeros que la utilizan; la verdad es que además de insegura y mal señalizada, también es una trampa mortal para quienes por ahí viajan.
La gobernadora Claudia Pavlovich pretende hacer de Guaymas una extensión del puerto de Long Beach, en California, una excelente iniciativa que daría empuje al puerto sonorense; pero si una comisión de Long Beach viene a Sonora y recorre ese tramo carretero seguramente se van a ir espantados de aquí y sin ganas de volver.
Ya no solamente estamos hablando de la seguridad como aspecto prioritario, también de la incidencia económica que la carretera tiene y lo cual parece importarle poco al “Zurdo” Javier Hernández.
2.- Es muy probable que entre el miércoles o jueves de esta semana, el alcalde de Cajeme, Faustino “Tinito” Félix Chávez se reúna con el secretario de gobierno, Miguel Pompa Corella para exponerle los argumentos en los cuales sustentó su iniciativa de concesionar el servicio de basura a la empresa TecMec.
Si bien lo hace tarde, a final de cuentas que bueno aporta información al gobierno de Sonora para darle elementos con los cuales puedan mediar con las otras partes involucradas en el tema, todas de corte priísta, para sofocar el conato de incendio que amenaza con extenderse en Cajeme.
Otros Juglares:
–“Si los tres pretenden dirigir al Partido tienen que cuidar a esta institución, por supuesto que si hay algo que creen que se hace injusta o ilegalmente sobre ellos, para eso están las instancias correspondientes para eso está la Comisión y hay otras instancias para ventilar esto, incluso los tribunales para hacerlo, pero no podemos dañar al Partido”.
Es el llamado “enérgico” hecho por Florencio Díaz Armenta, presidente de la Comisión Estatal Organizadora de la elección de dirigente en el PAN; “El Chito” les pide, a cinco días de la elección y luego de que se dieron con todo durante casi un mes, que respeten el pacto de unidad y civilidad que firmaron los tres candidatos al inicio del proceso.
Gracias por su atención, hasta el miércoles si Dios quiere. ¡¡Salud!!
