Por: Redacción

Con la excusa de controlar la pandemia, cientos de niños y adolescentes migrantes han sido deportados rápidamente a sus países de origen por las autoridades estadunidenses, sin oportunidad de hablar con un trabajador social o pedir asilo por la violencia en sus países de origen.

Según fuentes citadas por “The New York Times”, más de 900 menores han sido ya expulsados por la administración Trump, en muchos casos sin ponerlo en conocimiento a sus familiares o tutores.

Las deportaciones exprés de menores en las últimas semanas en la frontera suroeste representan, según el diario, una reversión de años en la política, en virtud del cual han sido abandonadas las salvaguardas que durante décadas han sido otorgadas a los niños migrantes por las administraciones demócratas y republicanas.

Históricamente, los jóvenes migrantes que se presentaron en la frontera sin tutores adultos recibían refugio, educación, atención médica y entraban dentro de un largo proceso administrativo que les convertían en candidatos a permanecer en Estados Unidos. Los que finalmente fueron deportados fueron enviados a casa solo después de que se hicieron los arreglos para asegurar que tuvieran un lugar seguro al que regresar.

“Sacados de sus camas”.

Este proceso ha sido eliminado abruptamente bajo los últimos decretos fronterizos del presidente Trump.

“Algunos jóvenes migrantes fueron deportados a las pocas horas de pisar suelo estadunidense. Otros fueron sacados de sus camas en medio de la noche en refugios del gobierno de EU y subidos a aviones fuera del país sin ninguna notificación a sus familias”.

La administración Trump está justificando las nuevas prácticas en virtud de una ley de 1944 que le otorga al presidente un amplio poder para impedir que los extranjeros ingresen al país a fin de evitar la «amenaza grave de una enfermedad peligrosa”. Pero los funcionarios de inmigración en las últimas semanas también han estado expulsando abruptamente a los niños y adolescentes migrantes que ya estaban en Estados Unidos.

Desde que entró en vigencia el decreto, cientos de jóvenes migrantes han sido deportados, incluidos algunos que tenían recursos de asilo pendientes en el sistema judicial.

Algunos de los jóvenes han sido trasladados de regreso a Centroamérica, mientras que otros han sido empujados de regreso a México, donde miles de migrantes viven en campamentos sucios y refugios desbordados.

Con información de: Cronica

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