Por: EFE
El actor italiano Alessandro Gassman, uno de los protagonistas de la exitosa producción cinematográfica hispanoitaliana «Mi hermano persigue dinosaurios», considera que «la comedia es el mejor vehículo para transmitir cuestiones serias como la diversidad funcional, y sin llegar a banalizar el mensaje».
En una entrevista, el hijo del mítico Vittorio Gassman, explica que lo que le interesó de esta película es que tratara un asunto «tan delicado como el de las personas con síndrome de Down con esta seriedad y rigidez, pero también con cierto tono de comedia».
«Mi hermano persigue dinosaurios» está basada en un novela superventas, que escribió el protagonista real de la película sobre la historia con su hermano pequeño, Gio, que nació con un cromosoma extra.
Para gran sorpresa, su adaptación al cine se convirtió en un auténtico fenómeno del año en Italia, siendo la tercera película italiana más vista de 2019.
PERSONAJE
La interpretación del padre de Gio representó para Gassman «la oportunidad de hacer un personaje que normalmente no se me ofrece -explica- en el cine o en la televisión, pues es un hombre medio, dulce, un padre que pocas veces he podido interpretar». Fue un aliciente adicional el «poder colaborar con un joven director», Stefano Cipani. «Quiero trabajar con estas nuevas generaciones y me pareció fantástico intervenir en una ópera prima, y por eso, cuando leí el guión, acepté enseguida».
Según Gassman, el mensaje básico que transmite la película es que la diversidad no se tiene que considerar necesariamente una dificultad, sino que puede ser considerada de forma positiva, porque no es algo de lo que te tengas que avergonzar. «Todos somos diversos y maravillosamente normales. La diversidad, de hecho, es la normalidad», argumenta.
El actor italiano conocía el éxito que tuvo «Campeones», sobre un equipo de baloncesto de jóvenes españoles con discapacidad, que también trata la diversidad funcional en un tono de comedia, «el mejor medio para hacer llegar un mensaje importante a la gente».
En el cine italiano de los 50, 60 y 70, que personalmente vivió de forma cercana por medio de su padre, se constata que «los italianos recurren frecuentemente a la comedia para explicar cosas importantes, y eso demuestra que se puede hacer comedia sin banalizar un discurso», prosigue Gassman.









