Las 30 mil imágenes fijas que se produjeron durante la filmación de la película Roma, del cineasta mexicano Alfonso Cuarón, fueron el resultado, no de análisis razonables, sino más bien de situaciones emocionales, explicó el fotógrafo Carlos Somonte.

El especialista, quien estudió el postgrado en estudios fotográficos en Londres, Inglaterra, considera que una particularidad que tuvo la mencionada cinta ganadora del Oscar, fue que nadie de la producción conocía el guion y por esto mismo, la forma en que se tomaban las fotos fijas surgía en el momento.

“No sabíamos lo que pasaría, las fotografías no surgían de ninguna idea preconcebida, no había información previa y todo es más visceral, que racional”, declaró el originario de la Ciudad de México, quien estudió la licenciatura en Biología Marina.

Fueron 30 mil imágenes las que Somonte capturó a lo largo de los cuatro meses de filmación de Roma, producción en la que empezó a involucrarse desde 2016, hasta hace poco, en la reciente ceremonia de premiación del Ariel.

De estas miles de fotos surgieron las imágenes que se utilizaron en el cartel, para promocionar el filme y con más de cien se creó un libro, realizado por la editorial Assouline, el cual además contiene otras fotografías de la familia de Cuarón.

Para este artista, la fotografía de Roma tuvo una dimensión particular, un lugar muy pocas veces visto. Cuando Cuarón lo invitó a ser parte de esta aventura fue precisamente para proponer algo fuera de lo convencional.

“Yo he trabajado en muchas películas y he tenido la oportunidad de proponer los carteles cinematográficos, a partir de mis ideas, no necesariamente de algo que se esté filmando y que de ahí salga el cartel”, señaló Somonte.

Luego de que el director se empezó a interesar cada vez más por las fotos fijas, le pedía a Carlos que le mostrara las imágenes que había trabajado un día anterior, dinámica que considera era muy pesada.

“Lo difícil eran las desveladas que me ponía, después de muchas horas de llamado, en donde estábamos filmando, era llegar, hacer una selección y pasarlas a blanco y negro, para que al día siguiente las viera Alfonso; era una demanda de muchas horas al día, muy cansado, pero cuando uno está contento tampoco pesa tanto”, compartió el fotógrafo.

Roma se grabó de manera cronológica con particularidades únicas, según el fotógrafo, como fue el hecho de que participaron artistas que no eran precisamente actores, como fue el caso de Yalitza Aparicio.

“Las coreografías (cuando la cámara se mueve al ritmo del personaje) eran complicadas, muy largas y Alfonso se metía a verlas en una especie de campaña negra”, platicó Somonte, quien ha mostrado su trabajo en exposiciones en España, Alemania, Canadá, India y Estados Unidos, entre otros países.

Carlos Somonte dijo que se aprovechó de ciertas circunstancias, como fue tomarles las fotos cerca de ellos, sin tener problemas de que los actores se molestaran “algunos se vuelven locos, están de mal humor, pero aquí podía estar enfrente”.

Opina que el blanco y negro utilizado en dicha cinta no es un tono nostálgico, de añoranza, sino que más bien, tiene un tratamiento contemporáneo, de este momento, lo cual le da un sello de hablar del pasado, pero con una visión actual.

En la colonia Roma se utilizaron escenarios que tuvieron poca intervención por parte de Eugenio Caballero, el creativo del arte, porque su diseño todavía se conservaban bastante fiel a ese año y éste fue muy puntual que fuera realmente lo que sucedía en todo sentido arquitectónicamente y culturalmente, pero cuando esto no era posible, se reconstruyeron escenarios, como el de Insurgentes de esa época.

Somonte y Cuarón son amigos desde hace muchos años, compartieron el mismo barrio, la Roma, de alguna manera crecieron juntos; Alfonso lo llamó dos semanas después de haber empezado la película.

“Yo llevo mucho tiempo luchando por hacer una foto distinta, he tenido la oportunidad de hacer el cartel de Y tu mamá también, que fue una idea personal; probablemente Roma es el cúmulo de todas esas licencias que Alfonso me ha dado por tantos años, en términos de la foto fija”, concluyó.

Dentro de sus más recientes publicaciones están series e imágenes incluidas en el libro Mexican portraits editado en 2014. Un volumen en la serie de Cuadernos Híbridos de Editorial UAEM, Los Ultimos Poetas. 2015.

Su obra forma parte de colecciones permanentes en Instituto Nacional de Bellas Artes, The Night Gallery, Museo del Palacio de Bellas Artes, The Australian Centre for Photography Australia, Los Angeles County, Art Institute of Chicago y American Federation of Arts, por mencionar algunas.

Fuente: Notimex

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