Los Red Hot Chili Peppers, nacidos en California a comienzos de la década de 1980 como respuesta incendiaria al «status quo» musical de la época, mantienen ese espíritu indómito más de 30 años después, aunque hoy en día consideran que «sólo queda rebelarse contra Donald Trump».
«No tenemos 20 años ya. Aquel sentimiento genuino siempre nos acompañará. A mis 54 años, me inspira la música y la familia. Mis valores son muy diferentes a los que tenía entonces. Lógicamente, siempre busco cosas que me inspiren en la vida. ¿Pero rebelarse? Hoy en día sólo queda rebelarse contra Donald Trump», dijo Chad Smith, baterista del grupo sobre el virtual candidato republicano a la Casa Blanca.
«Me aterroriza pensar que Trump pueda ser presidente. Eso te hace reflexionar sobre dónde estamos como cultura y sociedad. No puedo creer que haya llegado tan lejos. ¿Pero sabes cómo lo ha hecho? Porque todos hablamos de él», valoró Smith durante una entrevista con Efe previa al lanzamiento este viernes de «The Getaway», el primer disco de la formación desde 2011.
«Lo que da verdaderamente miedo», apuntó Josh Klinghoffer, guitarrista del grupo, «es que parece que él es el rebelde».
«Eso es lo que consigues cuando te quedas sin cosas por las que protestar. Parece el tipo más interesante del panorama político. Yo soy de (el precandidato demócrata autoproclamado socialista) Bernie Sanders, pero Trump es mucho más ruidoso, ofensivo y ridículo. Es quien llama más la atención entre la gente», agregó.
En una de las canciones del nuevo álbum, llamada «We Turn Red», hay una referencia a México en la que Anthony Kiedis, cantante y letrista del grupo, afirma: «Eres mi vecino, hogar de los ‘seamos más valientes’. Dame a todos los que están hartos, razas a las que admiramos».
Se trata de un mensaje opuesto al de Trump, quien propone levantar un muro en la frontera de EE.UU. con México para frenar la inmigración ilegal.
«Soy residente en Los Ángeles y la cultura mexicana es muy importante aquí. Es la fábrica de esta comunidad. He vivido en México y tengo casa allí desde hace 10 años, así que es un lugar que amo. En nuestras letras siempre hemos hablado de amor y respeto al prójimo», manifestó Smith.
Son una de las bandas más famosas del mundo. Han vendido más de 80 millones de discos. Son iconos absolutos para millones de seguidores. Y no tienen ninguna intención de parar.
«Creo que lo que nos caracteriza a todos los miembros del grupo es que nunca estamos satisfechos. Nos rebelamos contra la inmovilidad. Todos tenemos un deseo enorme de crecer y de experimentar nuevas cosas. Eso se refleja en nuestra música», manifestó Klinghoffer.
Reflejo de esa ambición es «The Getaway», su primer trabajo desde «Blood Sugar Sex Magic» (1991) sin Rick Rubin, su productor de casi toda la vida, esta vez sustituido por Danger Mouse (Brian Joseph Burton), que tomó las riendas después de que Flea se rompiera un brazo esquiando en febrero de 2015.
Su método de trabajo, sin embargo, no entusiasmó al grupo de primeras, pues Burton apostó por desechar varias canciones que los Peppers ya tenían en cartera y los animó a partir de cero en algunos casos.
«Llevábamos tiempo pensando en cambiar, pero siempre regresábamos a Rick porque nos ha ido genial con él. Sentíamos que era el momento de un cambio, de buscar algo fresco. Brian nos retó y nos ha hecho crecer. Fue duro y nos generó dudas, pero es una rata de estudio que viene del hip-hop y que es muy musical», observó Smith.
Los Peppers, acostumbrados a sesiones donde se juntaban e improvisaban «como colectivo», pasaron en ocasiones a grabar cada uno por su cuenta y a trabajar directamente con Burton, conocido por ser parte del dúo Gnarls Barkley y por su labor con Gorillaz, The Black Keys, U2 o Beck.
«Nunca nos hemos propuesto sonar diferentes adrede. Considero que siempre hemos sonado a los Peppers. Pero, al mismo tiempo, buscas innovar. A eso aspiramos siempre. Y, al final, las canciones mandan. Sin Brian, este disco nunca habría sido así. El resultado es muy bueno», añadió.
El público saborea desde mayo el tema «Dark Necessities», donde Kiedis habla de su lucha contra las adicciones, el primer sencillo de un disco que encierra sorpresas como la colaboración que lleva a cabo Elton John en «Sick Love» o el sonido britpop de «The Longest Wave».
El sonido ha evolucionado, pero la energía de Kiedis y sus compañeros sigue tan presente como sus músculos y sus tatuajes. Su esencia, a pesar del paso de los años, parece intacta.
«Mi pasión por la música y por estar en el grupo no ha disminuido lo más mínimo», aseveró Smith, quien dijo estar deseando comenzar una gira mundial que pasará por Madrid y Barcelona a finales de septiembre y comienzos de octubre.
«No sé lo que deparará el futuro. No tengo una bola de cristal, pero aún amamos lo que hacemos. Mientras sigamos en esto por las razones adecuadas, perfecto. Cuando todo acabe, podría meterme a robar bancos. O a ser comediante», concluyó.
(EFE)