La creciente presencia de la mujer en el cine, tanto delante como detrás de la cámara, es una realidad que la actriz estadunidense Sandra Bullock está convencida de que no tiene marcha atrás y por eso proclama que «la vagina está para quedarse».

 

La conversación gira en un hotel berlinés en torno a su última película, Bird Box, dirigida por la danesa Susanne Bier, pero es una hora próxima al almuerzo y Bullock (Arlington, EU, 1964) quiere dejar las cosas claras.

«¡La vagina se queda, ya lo he dicho, dije la palabra vagina!», repitió divertida a preguntas sobre el recorrido reciente de las mujeres en el cine desde la difusión de las presiones que la industria ha ejercido sobre muchas de ellas.

«No nos vamos a ningún lado. La cosa va a estar nivelada y va a ser cómodo y agradable y todo el mundo va a jugar bien dentro de la misma caja, eso es lo que creo que va a pasar», zanjó la actriz protagonista de éxitos de taquilla como Speed (1994) y ganadora de un Oscar por The Blind Side (2009).

 

«Las mujeres siempre hemos estado aquí, no somos una cosa temporal. Estamos aquí para quedarnos, puedo asegurarle eso, que no me voy a ir a ninguna parte», agregó como disfrutando de escucharse así en los apenas seis minutos de entrevista que se permiten en estos maratones de encuentros con los medios.

 

A la capital alemana llega para hablar de este trabajo, una historia postapocalíptica en la que interpreta a una mujer y sus dos hijos que tratan de salvarse años después de que una presencia invisible llevara al suicidio de casi toda la sociedad.

 

Una película producida por la plataforma audiovisual, que prevé exhibir previa y brevemente durante una semana en cines de Los Ángeles, Nueva York, San Francisco y Londres, antes de que el 21 de diciembre esté disponible en su servicio.

 

Dijo estar «segura» de que esta convivencia entre el material exhibido en salas y el visto en casa en plataformas como la que produce el filme de Bier va a permanecer.

 

Los cambios siempre están sucediendo. Acuérdese, teníamos películas en blanco y negro y que no tenían sonido, y luego llegó el sonoro y todo el mundo se volvió loco, ¡no queremos sonido en las películas!», recordó que decían los defensores del cinemudo.

Y opinó: «es una cosa maravillosa para un actor ver que una plataforma de ‘streaming’ nos da estas oportunidades de trabajo (…) de crear mientras que antes los estudios solo podían sacar tantas películas como podías contar con tus dos manos, y eso al año».

 

«Yo estoy encantada por las posibilidades de trabajo y por cómo vamos a ser capaces de crear y considero que se va a producir un equilibrio en este mundo tan amplio», agregó.

 

Aseguró que en el mundo del cine «hay muchos actores» y no va a haber «escasez de gente para poder crear con estos instrumentos, como Netflix o en el cine tal como lo conocemos».

 

Y en cuanto a la influencia entre el cine creado para las salas tradicionales y el visto en el salón de casa, opina que se da «en ambos sentidos».

 

«Si te fijas en la calidad de cómo se hacen las películas, de cómo se cuentan las historias en plataformas, te das cuenta de que son el tipo de historias que teníamos hace años y años en el cine. Pero como es difícil hacer que la gente vaya a verlas, dejaron de hacerlas».

 

«Creo que hay profesionales increíbles que hacen un cine maravilloso para las plataformas y puedes luego proyectarlas en una pantalla grande. Mira ‘Roma’, que es impresionante», recuerda a propósito del filme dirigido por el mexicano Alfonso Cuarón, con quien trabajó en Gravity (2013).

Fuente: EFE

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