El Juglar de la Red

Por Rafael Cano Franco

El municipio de Hermosillo no tiene solucionados todos sus problemas, quienes lo habitan deben convivir con una serie de situaciones que son desagradables y molestas; pero sus habitantes saben que al menos tienen un gobierno municipal que los escucha y atiende, que resuelve, que no se queda en el lamento o en culpar al pasado; que si en lo tradicional no se encuentra la solución entonces recurre a la innovación y al final de cuentas termina por generar resultados.
Al presentar su primer informe de gobierno, correspondiente a su segundo periodo como presidente municipal, Antonio Astiazarán Gutiérrez no lo enalteció con números a modo, ni escondió lo que es evidente, fue un informe que enumeró lo conseguido sin dejar de reconocer que todo eso no es producto de él, sino dándole crédito a los ciudadanos que decidieron creer en una visión de ciudad y en el desarrollo de su municipio.
En estos cuatro años del gobierno de Antonio Astiazarán, Hermosillo se distinguió por convertirse en la Capital de una entidad que más redujo la percepción de inseguridad en el país; eso se consiguió sin apoyo presupuestal para adquirir un nuevo parque vehicular de patrullas eléctricas, sin recursos para construir los corredores “Camina Segura”, todo se hizo en base a ahorros y una buena planeación financiera que ahora permite crear Centros de Respuesta Inmediata, tener más cámaras de seguridad y drones.
En un país donde la violencia y la criminalidad son la noticia principal, no es poca cosa lograr que los ciudadanos se sientan más seguros y eso se traduce en inversiones, confianza de inversionistas y atracción de empresas.
Precisamente en ese rubro, en el del empleo, la Capital de Sonora se convirtió en el segundo lugar nacional de generación de nuevos puestos de trabajo y se posicionó en el primer lugar en el Índice de Competitividad Urbana entre las ciudades con menos de un millón de habitantes.
No solamente eso, Hermosillo cerró cono la cuarta ciudad capital con mayor generación de empleos en México y eso se reflejó en que se logró una de las tasas de desocupación más bajas en 23 años.
Pero el cambio en el panorama no se circunscribe a una mejoría en la seguridad pública o a una detonación de la economía local, también la fisonomía urbana se ha modernizado paulatinamente; se han invertido casi mil 100 millones de pesos en diferentes obras públicas; en pavimentación de algunas calles, en obras de infraestructura, en mejoramiento de espacios deportivos y están en proceso algunos como el paso a desnivel de Colosio y Solidaridad que son fundamentales para agilizar la movilidad vehicular y garantizar seguridad peatonal.
Al estar ubicada en el desierto, Hermosillo que tiene problemas recurrentes de abasto de agua potable y la sequía no ayuda mucho para tener certeza en dotación suficiente que garantice un abasto permanente.
En materia de agua se invierte en telemetría, dotación de paneles solares a los pozos para ahorrar en consumo de energía, se mejoran las líneas de distribución y se han destinado 608 millones de pesos a infraestructura hidráulica, además de aplicar programas como “CUIDA” para hacer equipo con los hermosillenses y evitar que el impacto de la sequía afecte las actividades cotidianas.
El gobierno de Antonio Astiazarán se ha destacado por generar una enorme participación social y por ello se crearon programas como “MaxiApoyo”, “Peso Solar”, desayunos escolares, las clínicas Creces, “Casas de los Abuelos”, las becas universitaria y “Sello H”, sumándose a todo eso el programa “Creces” que permite a los ciudadanos decidir mediante votación que obra eligen para su colonia o sector.
En materia de participación ciudadana se han alcanzado cifras impresionantes con más de 245 mil ciudadanos decidiendo respecto a 552 obras y la rehabilitación de 135 parques
En el resumen parece fácil, pero hay que considerar que el Ayuntamiento de Hermosillo hace cuatro años era uno de los más endeudados del país, que las condiciones políticas cambiaron y que los apoyos federales dejaron de fluir, que se eliminaron diversos subsidios que llegaban a través de diversos programas como el ramo 33 o el Fortaseg y eso dejó a los municipios de México a su suerte.
Hay que recordar cuando el expresidente ofreció todo un paquete para atender el problema de baches en las ciudades de México y Antonio Astiazarán fue el primero en levantar la mano para recibir como respuesta presidencial la pregunta: –¿la nieve de que la quieres?
Al final sabiendo que el apoyo no llegaría o sería a cuenta gotas, la estrategia fue avanzar con recursos propios, con muchos ahorros, con cero deuda a largo plazo, pero sobre todo con una creatividad que no solamente ofreciera resultados, sino que sirviera de ejemplo para gobiernos de otras latitudes.
Antonio Astiazarán Gutiérrez nos habla de un Hermosillo que poco a poco va mejorando, que no se puede descuidar porque de inmediato se resiente en sus servicios públicos básico, que sus ciudadanos cooperan y contribuyen generosamente cuando son testigos de que su aportación se visibiliza en obras, programas y se les devuelve en una mejor ciudad.
Falta mucho, pero se avanzó suficiente como para poder asegurar que los resultado han generado confianza y que esa combinación es determinante para mantener el impulso.

La voluntad Presidencial
Lo que viene sucediendo con algunos altos personajes de la vida pública nacional, todos relacionados con el expresidente Andrés Manuel López Obrador, no es obra de la casualidad ni producto de su mala suerte, más parece un plan diseñado estratégicamente para que la actual mandataria, Claudia Sheinbaum Pardo tome el control político de México.
Hay al menos cuatro personajes muy cercanos a López Obrador que son víctimas de sus actos en el pasado reciente: Alfonso Romo, Adán Augusto López, José Rafael Durán Ojeda y Mario Delgado.
Alfonso Romo fue el Jefe de la oficina de la Presidencia, eso lo llevó a tener una enorme cercanía con López Obrador y era uno de sus hombres de mayor confianza para atender a empresarios y analizar planes y proyectos económicos; pero al mismo tiempo y en paralelo, Alfonso Romo era el presidente de “Casa de Bolsa Véctor”, una empresa del sector financiero que se dedicaba a lavar dinero para los cárteles de la droga, “lavaba” las operaciones de compra de precursores químicos a China con los cuales se elaboraba el fentanilo y hasta manejaba cuentas y hacía trasferencias de empresas dedicadas al “huachicol fiscal”.
Alfonso Romo no fue investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) a cargo de Pablo Gómez, el gobierno mexicano jamás intervino sus operaciones y debió ser el gobierno de Donald Trump quien lo desenmascarara y exhibiera, para que luego se activaran las autoridades mexicanas.
Golpear a Alfonso Romo era darle un fuerte golpe a su amigo y al jefe de Claudia Sheinbaum: Andrés Manuel López Obrador.
Ese escándalo se iba apagando cuando el Ejército Mexicano anunció que se había dictado una orden de aprehensión contra Hernán Bermúdez Requena, secretario de seguridad pública en Tabasco durante el gobierno de Adán Augusto López, que estuvo sin ser molestado hasta que en febrero de este 2025 se le giró orden de aprehensión que no se pudo ejecutar porque huyó del país.
Pero el escándalo detonó en julio, cuando él General Miguel Ángel López Martínez confirmó los rumores de que Bermúdez Requena era buscado por las autoridades mexicanas al tener indicios de que era el líder de un grupo criminal identificado como “La Barredora” cuyo centro de operaciones es Tabasco y opera como una extensión del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Dada la cercanía entre Bermúdez Requena y Adán Augusto López, la crisis de inmediato alcanzó al Coordinador de la bancada de Morena en el Senado y lo llevó a ser considerado como el nuevo “García Luna” pero de la Cuarta Trasformación.
En términos políticos no se cuestionó al Coordinador de Morena en el Senado, sino al Secretario de Gobernación de López Obrador y eso volvió a redefinir las fuerzas de poder político y expuso al expresidente a un abanico de señalamientos, desde los que solamente le cuestionaron su permisividad hasta de aquellos que lo acusaron de complicidad.
El caso más reciente es que involucra a José Rafael Durán Ojeda, Secretario de la Marina y Armada de México con López Obrador y quien está metido en el escándalo luego de que sus sobrinos políticos Armando y Fernando Farías Laguna, fueron acusados por la Fiscalía General de la República (FGR) de ser las cabezas de una extensa red de complicidades para traficar con “huachicol fiscal” y que volvió a sacar a la luz pública el nombre del expresidente López Obrador.
Pero hay un caso más que no tarda en detonar y donde el involucrado es Mario Delgado, actual titular de la Secretaría de Educación Pública, pero presidente de Morena durante todo el sexenio de López Obrador.
Mario “El Ojitos” Delgado figura en una serie de carpetas de investigación derivadas de grabaciones, documentos y testimonios de Sergio Carmona, el llamado “Rey del Huachicol”, quien fuera asesinado en San Pedro Garza García, Nuevo León, pero antes financió con más de 60 millones de pesos las campañas políticas de varios candidatos de Morena a Gobernador en Sinaloa, Tamaulipas, Campeche, Baja California y Nayarit.
Sergio Carmona y Mario Delgado habría creado un entramado de distribución de dinero para financiar esas campañas políticas a cambio de recibir favores y posiciones en el Sistema de Aduanas que le permitieran continuar con sus operaciones.
Un acuerdo de esa naturaleza no se puede alcanzar si no se tiene el visto bueno de un personaje político de alto nivel y todo lleva, ¡otra vez!, al expresidente López Obrador.
Derivado de los recientes escándalos de “huachicol fiscal”, ya empezó a circular la versión de que Mario Delgado estaría renunciando a la SEP y con ello evitar que cualquier investigación derivada de esas acusaciones alcance a un colaborador de Claudia Sheinbaum.
No es casualidad que cuatro personajes tan cercanos al expresidente experimenten tantos problemas legales; en cualquier situación es evidente que las investigaciones procedieron y salieron a la luz pública porque la voluntad presidencial fue determinante para que estos temas detonaron en lo público.
Podríamos decir que Alfonso Romo, Adán Augusto López, José Rafael Ojeda Durán y Mario Delgado, fueron acercados a la lumbre de una hoguera por voluntad de la misma presidente Claudia Sheinbaum, pero también hay que precisar que si bien recibieron quemaduras que los han limitado en lo político, todavía no han sufrido laceraciones de tercer grado y eso también se lo deben a la misma Claudia Sheinbaum.
Esta forma de ajustar cuentas, de minar la fuerza del expresidente y de afianzarse en el poder, tendrá su punto culminante el 2027 cuando se renueve la Cámara de Diputados y se elijan 17 gobernadores; por la víspera podemos decir que a Claudia Sheinbaum le tomará dos años para sacudirse las herencias que le dejó sembradas su antecesor y volverá a demostrar el viejo adagio de que “El poder no se pregona ni se comparte, solamente se ejerce”.

Otros Juglares:
–“En español simple y sencillo, lo que significa es que con estos cambios ahora solamente podrán presentar o interponer amparos los que sean directamente afectados. ¿Qué quiere decir esto? Por ejemplo, en la construcción del tren Maya, conocimos que muchas personas de diferentes lugares del país interpusieron estos juicios de amparo, o demandas por daño al medio ambiente; con este cambio que están proponiendo, en este ejemplo que estoy dando, solamente podrían interponer amparo los que sean propietarios de los terrenos en donde esté afectando directamente la obra”.
Lo dijo la senadora de Movimiento Ciudadano, Alejandra Barrales, al señalar algunas de las limitantes que ahora se plantean en la propuesta para modificar la Ley de Amparo y que ella asegura le dan más control al gobierno sobre las acciones que pueden emprender los ciudadanos.

Gracias por su atención, hasta el jueves si Dios quiere. ¡¡Salud!!

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