El Juglar de la Red
Por Rafael Cano Franco
Ya en este espacio hemos dicho que, si bien existen irregularidades e inconsistencias, incluso votos en las casillas que rebasan las listas nominales de electores en grado extremo, eso no es suficiente para echar abajo la elección de Claudia Sheinbaum como presidente de México, pero eso tampoco significa que se deban ignorar.
Lo que ahora se debe debatir gira en torno a si los votos se contaron bien, porque si se contaron mal lo que va a suceder es que Morena y sus aliados conformen un bloque impasable en el legislativo: tendrían mayoría calificada en la Cámara de Diputados y en la cámara de Senadores necesitarían cuatro para alcanzar esa categoría.
La sobrerrepresentación está considerada dentro de la Constitución en el artículo 54-V, y ahí se establece claramente que los partidos políticos (incluye las coaliciones) tienen un límite de sobrerrepresentación de 8 puntos entre el porcentaje de votos y las diputaciones que les corresponden, esta consideración tiene 57 años, data de 1966, y su interpretación jurídica no se limita a los partidos políticos, también se extiende a las coaliciones de partidos.
Según el jurista Francisco Burgoa no se puede hacer una interpretación literal o gramatical de esa disposición, porque entonces hay disposiciones que sí se interpretan aplicables a partidos y coaliciones y uno de ellos es el artículo 41 Constitucional donde se definen que los temas referentes a paridad de género, fiscalización, tiempos de radio, televisión y propaganda se aplican tanto a los institutos políticos como cuando van en una coalición.
Es decir que el artículo 54 -V, en lo referente a la sobrerrepresentación, se aplica para ambas condiciones electorales; el riesgo de no hacerlo así es que se generan mayorías calificadas de forma artificial porque no corresponde a la votación obtenida por cada uno de los partidos.
Francisco Burgoa explica que si no se aplica el tope de sobrerrepresentación a la coalición de Morena-PT-PVEM se van a presentar situaciones ilógicas, para empezar esa coalición estaría representada en un 18 por ciento y esto termina por ir en contra de la justicia democrático-electoral.
También hay consideraciones ilógicas con respecto a las diputaciones que pueden obtener los partidos Verde Ecologista de México y Partido del Trabajo respecto a la votación obtenida y que es menor respecto a la que obtuvieron PRI y PAN.
No se trata de cuestionar la victoria obtenida en las urnas, de eso no hay dudas y más cuando los consejos distritales anuncien el resultado de los conteos de votos, que empezaron ayer; el asunto es que el tema de la sobrerrepresentación es extremadamente técnico-jurídico y lo que se debe evitar es una eventual violación a la Constitución con la creación de una mayoría calificada artificial.
Y aunque la primera instancia para evitar la sobrerrepresentación es el INE, si esa instancia es omisa o se acomoda a una presión oficial, todavía queda el Tribunal Electoral del Poder Judicial como instancia final y definitiva.
Este es un tema que no debe interesar solamente al PRI, PAN y PRD, si es que este último conserva el registro; también involucra a Movimiento Ciudadano, que también sería afectado al perder representatividad en el poder Legislativo.
Con el conteo final en cada uno de los distritos electorales del país se esperan algunos cambios y que quienes fueron dados como perdedores por el PREP, con escaso margen de votos, puedan revertir esa situación y al final se alcen con la victoria en la elección, o viceversa.
Pero estos conteos también deberán generar confianza en que los votos fueron bien contados y que las irregularidades se subsanaron, las inconsistencias se aclararon y en el caso de votaciones superiores a al listado nominal terminaron por anularse.
Con esto se generarán nuevos números y entonces se podrá hacer una proyección respecto a la conformación de las bancadas legislativas y así como aplica para lo nacional, también aplica para los congresos locales.
AMLO contra los Barones de los medios
En su conferencia mañanera del miércoles 5 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una dura crítica a los dueños de los grandes medios de comunicación; señalando que en lo referente al manejo informativo no son precisamente los más objetivos.
Extraña la crítica cuando periódicos como Reforma, El Universal o Televisa, de pronto son percibidos como aliados de Morena, incluso fueron una gran caja de resonancia de la candidata Claudia Sheinbaum Pardo, dándole grandes espacios e incluso, en el caso de Televisa, con entrevistas que fueron una oda al entreguismo.
Cierto es que el presidente, como en muchos otros casos, también supo dividir a la prensa; tiene detractores que han documentado con investigaciones serias las corruptelas de sus allegados e incluso familiares, que han sido críticos de sus decisiones y que no se han cansado de señalar errores.
Pero igual tiene a su disposición un séquito de periodistas que no solamente le alaban y reconocen, incluso se han convertido en una especie de club de fans, algunos por conveniencia, otros por convicción y algunos otros por simple supervivencia; pero ahí están.
En esta consideración que hacía el presidente López Obrador, no olvidó que en materia de televisión y radio, estos medios son producto de la concesión que el gobierno hace de los espacios radiales y televisivos y expresó en voz alta que al ser una concesión se pueden revocar.
La amenaza velada, luego la matizó diciendo que en su caso considera que lo mejor es que dejar que sea la prensa la que regule a la misma prensa; pero está claro que en los casi seis años trascurridos de su gobierno, lo que él hizo fue desprestigiar a quien desde un reportaje de investigación expuso errores de su gobierno.
El presidente López Obrador jamás aceptó que señalar errores o corruptelas cometidas en su gobierno no se trataba de desprestigiarlo a él, lo que sí se intentaba era darle elementos para que corrigiera y ajustara cuentas de acuerdo al poder que tiene; pero lo asumió como un ataque y alineó a una gran parte de los medios de comunicación en un flanco de enemigos dispuestos a atacarlo.
Y como corolario de su exposición pidió a los medios de comunicación que le informen al pueblo y que esta labor se haga distante del poder económico y político, para terminar con la insinuación de una reforma que frene la forma en la que se manejan los medios.
Pero y entonces ¿no dijo que debe ser la prensa la que regule la prensa?
Tips cortitos pa´no enfadar:
1.- Hace 15 años, el 5 de junio del 2009, el incendio de la Guardería ABC conmocionó al mundo; la tragedia le costó la vida a 49 niños y niñas de entre cinco meses a cinco años de edad; pero dejó a muchos con secuelas en su salud con las cuales tendrán que vivir lo que les resta de vida.
Como suele suceder en estos casos, la justicia no solamente ha tardado para castigar a los responsables, también ha sido omisa en darles las condiciones de atención médica gratuita a quienes deben sufrir las secuelas.
Trascurridos 15 años, tres gobiernos federales y tres estatales se han olvidado convenientemente de estas víctimas y han dejado a su suerte a las víctimas y a sus padres y madres para que sean ellos quienes asuman toda la carga de la atención, lo cual no solamente es un acto de desprecio a su dolor, sino también una forma indolente de mandarlos al olvido.
Pero mientras exista una voz que los recuerde, el caso de la Guardería ABC mantendrá el eco de la exigencia de justicia.
Otros Juglares:
–“Represento a la minoría harta de la colusión del gobierno con criminales, y que exige respeto a las instituciones que sostienen a México como una República. Cumpliré la función de contrapeso, de vigilancia del gobierno y representaré a cabalidad a la minoría que pide ser su voz ante un gobierno tan poderoso”.
Lo dijo la senadora Lilly Téllez, quien volverá a asumir un escaño en el senado por la vía plurinominal durante el próximo sexenio, al agradecer públicamente a los electores que le dieron 280 mil votos y que para ella son una muestra de confianza y un compromiso permanente.
Gracias por su atención, hasta el viernes si Dios quiere. ¡¡Salud!!