Por: Redacción

Las entidades con mayor peso relativo respecto al total de la población en el país son: Estado de México con el 14%; Ciudad de México y Jalisco, 7% cada una; Veracruz, 6%; Guanajuato, Nuevo León y Puebla, 5% respectivamente, juntas concentran el 49% a nivel nacional, informó el Inegi a propósito del Día Mundial de la Población el próximo 11 de julio.
El resto de la población (51%) se distribuye en las 25 entidades federativas restantes; destacando nueve entidades que tienen 1% (Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Colima, Durango, Nayarit, Quintana Roo, Tlaxcala y Zacatecas).
La distribución territorial de la población es un aspecto importante para el desarrollo de las regiones, sobre todo en comunidades pequeñas y dispersas donde se dificulta el acceso a recursos y servicios que brinda el Estado. En 2020, 79% de la población reside en localidades de 2 500 habitantes o más, mientras que 21% vive en localidades de menor tamaño (menos de 2 500 habitantes).
–Tasa de fecundidad
La fecundidad es uno de los componentes que más ha incidido en la estructura por edad y sexo de la población. La tasa global de fecundidad se define como el número de hijos que en promedio tendrá una mujer al final de su vida reproductiva.
De acuerdo con información de la muestra censal de 2020, la tasa de fecundidad en 2019 es de 1.88 hijos por mujer, siendo Chiapas (2.74 hijos por mujer), Guerrero (2.32 hijos por mujer), Zacatecas (2.24 hijos por mujer) y Michoacán (2.24 hijos por mujer), las entidades con mayor tasa. En contraste, la Ciudad de México (1.19 hijos por mujer), Baja California (1.55 hijos por mujer) y México (1.64 hijos por mujer) son las que muestran la menor tasa global de fecundidad.
–Esperanza de vida
La esperanza de vida hace referencia al número de años que en promedio se espera que viva una persona al nacer y refleja la calidad de vida de un país. A inicios del siglo pasado, la esperanza de vida en México era de 34 años (1930) y aumentó a 71 años en 1990.
En 2020, el promedio de vida de una niña o niño al nacer es de 75 años; según la estimación del CONAPO. Las mujeres viven en promedio más años que los hombres. En 1990 el indicador para la población femenina fue de 74 años y para los hombres, de 68 años; para 2020, la esperanza de vida aumentó a 78 y 72 años, respectivamente.
–Migración estatal
El año pasado, 3.3% de la población que tiene cinco años y más de edad vive en una entidad federativa diferente a la que residía en marzo de 2015, es decir, es migrante estatal reciente.
Según el Censo de Población y Vivienda 2020, las principales causas por las cuales las personas cambiaron su entidad de residencia son: reunirse con la familia (37%), buscar trabajo (21%), cambió o recibió una oferta de trabajo (14%), por estudio (7%) o porque se casó o unió (7%).
El saldo neto migratorio resume para cada entidad el efecto de la migración reciente (migración interna en marzo de 2015) en términos de ganancia o pérdida de población. Estados como Quintana Roo (6.8%), Baja California Sur y Querétaro (con 6.2% cada una), son las de mayor ganancia de población respecto a la población de 5 años y más.
Mientras que Guerrero (-4.2%), Tabasco (-3.4%), Veracruz (-2.9%) y Ciudad de México (-2.8%), son los estados que muestran la mayor pérdida de población por efecto de migración estatal.
–Migración internacional
De acuerdo con las cifras de migración internacional del Censo de Población y Vivienda 2020, entre marzo de 2015 y marzo de 2020, se fueron a vivir a otro país 802 mil 807 personas. Las entidades de mayor expulsión de población son Guanajuato (7.8%), Jalisco (7.5%) y Michoacán (6.3%).
Los hombres (537 mil 149) migran más que las mujeres (265 mil 658). Para las tres primeras entidades expulsoras, los hombres superan a las mujeres en Guanajuato y Michoacán, pero en Jalisco salen más mujeres (8.4%) que hombres y además, es la que más mujeres expulsa en el país; le siguen la Ciudad de México (7.5%) y Michoacán (6%).
Más de la mitad (57%) de la población que salió del país entre marzo de 2015 y 2020 reporta que cambió de residencia por motivos laborales, 18% lo hizo para reunirse con la familia, o bien, porque se casó o unió, 12% por estudios y 6% por otras causas (inseguridad delictiva o violencia, por desastres naturales o porque lo regresaron a su país de origen, entre otras).

Con información de: El Universal

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