América Latina y el Caribe registrará una contracción económica de 0.8 por ciento este año, por lo que se deberá promover la inversión pública y privada para iniciar el proceso de recuperación, aseveró hoy aquí la Cepal.

En su Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2016, el organismo de Naciones Unidas precisó que la caída será este año mayor a la registrada en 2015, cuando la economía se contrajo un 0.5 por ciento.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dio cuenta en su reporte de la “urgencia de movilizar la inversión –tanto pública como privada- para promover la recuperación económica de la región y satisfacer los desafíos que impone la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.

México, que en 2015 creció 2.5 por ciento, anotará este año una expansión económica de 2.3 por ciento, en sintonía con los países centroamericanos y la mayoría de las naciones del Caribe, ya que la contracción del PIB se concentra en América del Sur.

En Sudamérica, cuatro de los 10 países de la subregión anotarán retrocesos económicos este año, lo cual contrasta con el desempeño de 2015, cuando sólo Venezuela sufrió una contracción de 5.7 por ciento.

La contracción económica de la región estará encabezada este año por Venezuela (-8.0 por ciento), seguida de Surinam (-4.0 por ciento), Brasil (-3.5 por ciento), Trinidad y Tobago (-2.5 por ciento), Ecuador (-2.5 por ciento) y Argentina (-1.5 por ciento).

El crecimiento regional, mientras, estará liderado en 2016 por República Dominicana (6.0 por ciento), seguida por Panamá (5.9 por ciento), Nicaragua (4.5 por ciento), Bolivia (4.5 por ciento) y Costa Rica (4.3 por ciento).

México, que en 2015 creció 2.5 por ciento, anotará este año una expansión económica de 2.3 por ciento, en sintonía con los países centroamericanos y la mayoría de las naciones del Caribe, ya que la contracción del PIB se concentra en América del Sur.

La Cepal recomendó cambiar las estructuras tributarias de los países “para mejorar la recaudación y la progresividad, fortalecer el impuesto sobre la renta, tanto de personas como de empresas, y combatir la evasión y elusión fiscal”, la que llegó en 2015 a 340 mil millones de dólares.

Puntualizó que es necesario promover coaliciones renovadas público-privadas y políticas que creen incentivos adecuados para canalizar el financiamiento hacia los objetivos de desarrollo.

La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, dijo en la presentación del documento que “la capacidad de los países para acelerar el crecimiento económico depende de los espacios para adoptar políticas que apoyen la inversión”.

“Estas políticas deben acompañarse con esfuerzos para cambiar la conversación entre el sector público y las empresas privadas. Aumentar la productividad es también un desafío clave para avanzar en una senda del crecimiento dinámico y estable”, indicó.

Enfatizó que, “ante la contracción económica, la región necesita un cambio estructural progresivo con un gran impulso ambiental que promueva un desarrollo basado en la igualdad y la sostenibilidad”.

El estudio prevé que la economía mundial mantendrá bajos niveles de crecimiento, “los que serán acompañados por una lenta expansión del comercio, el cual no ha logrado recuperar los niveles registrados antes de la crisis financiera global”.

“A esto se suma el deterioro en los precios de exportación de los productos básicos de la región y la mayor incertidumbre y volatilidad financiera internacional, que han aumentado tras la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea (brexit)”, acotó el texto.

Detalló que América del Sur anotará este año una contracción de 2.1 por ciento, “afectada principalmente por un deterioro en sus términos de intercambio, una menor demanda externa y una importante desaceleración de la demanda interna”.

Centroamérica, en tanto, crecerá un 3.8 por ciento “gracias al impulso derivado de una mejora en sus términos de intercambio, producto de un menor precio de los hidrocarburos, la recuperación de su demanda externa e interna y un aumento de los ingresos por remesas”.

La desaceleración económica del subcontinente tendrá un impacto en la tasa de desempleo urbano, que en 2015 llegó a 7.4 por ciento y que este año debería crecer hasta un 8.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional.

(Notimex)

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