México y Brasil son candidatos a albergar las primeras pruebas de la vacuna contra el virus del Zika, que pueden tener lugar en uno o dos años, dijo el científico mexicano Arturo Reyes Sandoval, que desarrolla la inmunización en el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford.

 

«Para mí, como mexicano, sería muy motivante, muy gratificante, poder llevar esta vacuna y que se probara en nuestro país», afirmó Reyes al comentar vía telefónica a Efe la investigación que dirige en los laboratorios del Reino Unido.

 

Con estudios de químico bacteriólogo y parasitólogo en la Escuela de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Reyes, de 46 años de edad, explicó que los responsables de la vacuna también han contemplado la posibilidad de llevar las pruebas a Brasil.

 

«Tenemos como idea principal realizarlas en México; es uno de los países afectados por este virus del Zika. Brasil es otra opción que estoy explorando, estableciendo contactos para trabajar en Brasil», señaló el investigador.

 

Entre noviembre de 2015 y enero de 2017 se confirmaron en México 7.634 casos autóctonos de infección por el virus del Zika, mientras que en Brasil se contabilizaron 214.193 casos en 2016, lo que supone una incidencia de 104,8 casos por cada 100.000 habitantes.

 

En febrero de 2016, la Organización Mundial de la Salud emitió una alerta por esta enfermedad, que incluso fue considerada por algunos como una amenaza para la celebración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro a mediados del año pasado.

 

Reyes calculó que se necesitarán entre uno y dos años antes de tener la vacuna lista para llevarla de Reino Unido a otro país.

 

«Entonces no va a ser hasta dentro de un año mínimo que ya tengamos los resultados de la fase uno de investigación para entonces iniciar el proceso y probarla en otro país», expuso.

 

Explicó que la investigación se lleva un año en la llamada parte «preclínica», durante la cual se revisaron una docena de vacunas, de las cuales fueron elegidas las cinco «que más protegían, y entre ellas una que nos da protección completa contra el zika».

 

Con los resultados, Reyes solicitó al Gobierno de Reino Unido apoyo económico para llevar la investigación a la «fase clínica», que involucra ya la producción de la vacuna para uso en humanos, lo que les demorará todavía unos diez meses, hasta finales de 2017.

 

La vacuna «más eficaz» será desarrollada bajo «buenas prácticas de manufactura», mismas que garantizan que esté libre de contaminantes que puedan producir una reacción alérgica, y después se procederá a pedir los permisos para el ensayo clínico.

 

Este se realizará en Oxford con 30 voluntarios que recibirán una dosis para determinar los efectos secundarios y el grado de respuesta inmune que puede provocar o inducir para neutralizar al virus, detalló.

 

El científico destacó que a pesar de que dos o tres años pueden parecer un periodo de tiempo largo, están «avanzando muy rápido» para llegar a la fase de pruebas con humanos.

 

«Uno, dos, tres años suena mucho pero en términos de desarrollar vacunas es realmente corto», enfatizó Reyes, quien comparó el trabajo de investigación de vacunas con el maratón por ser una carrera de larga distancia.

 

Reyes lleva ya una docena de años residiendo en Reino Unido, país por el que se decantó después de hacer solicitudes de trabajo en varias naciones de Europa.

 

Estaba convencido desde pequeño de que sería científico, primero porque las matemáticas y la física se le daban con facilidad y después porque sus padres «ya se dedicaban a esta tarea».

 

El virus del Zika se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, los mismos que pueden transmitir el dengue, chikunguña y la fiebre amarilla.

 

El zika no es, por lo general, una enfermedad mortal, pero la incidencia en mujeres embarazadas se ha vinculado con casos de microcefalia y otras malformaciones.

Fuente: EFE

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