Las tensiones políticas entre Alemania y Turquía se intensificaron hoy tras la negativa de autoridades turcas de permitir la visita de un día a parlamentarios alemanes a la base de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en la ciudad de Konya.

La negativa es un eslabón más en la cadena de desacuerdos y acusaciones recíprocas entre los dos países.

Alemania decidió mover su contingente militar de la base aérea de la OTAN en la base turca de Incirlik, porque Ankara rechazó una y otra vez que legisladores alemanes se entrevistaran con los soldados alemanes ahí destacados.

Después de meses con el mismo problema, Alemania decidió entonces mudar a sus efectivos militares y a sus aviones Tornado a Jordania, ante la agudización de los bloqueos de Turquía a los legisladores alemanes.

Ese contingente militar tiene un mandato parlamentario que le permite temporalmente participar en los operativos de la OTAN contra la organización yihadista Estado Islámico (EI) en Siria y en Irak, por lo que los legisladores deben entrevistarse con ellos e informar después al Bundestag (Parlamento) en Berlín.

Lo mismo ocurre ahora con el contingente militar alemán en la base de la ciudad turca Konya, donde hay aviones militares alemanes del tipo AWAC

El gobierno del presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, lanzó en fecha reciente acusaciones contra Alemania, al calificarla de ser hostil a su país, y ha declarado que el país es nazi, tanto en actos políticos que el mandatario ha encabezado en Turquía como en entrevistas con medios alemanes.

La ocasión más reciente fue en una entrevista que le hizo el semanario alemán Die Zeit poco antes de la Cumbre del Grupo de  los Veinte (G-20) que se llevó a cabo en Hamburgo, Alemania.

El gobierno alemán, por su parte, no autorizó al presidente turco desplazarse a un consulado de su país al margen de la Cumbre del G-20, que se realizó el 7 y 8 de julio pasado.

Alemania envió,  hace meses, una misiva oficial a todas las embajadas asentadas en el país para que avisaran con anticipación la realización de eventos políticos de gran magnitud. Turquía no lo informó a tiempo y quiso obtener el permiso al corto plazo.

La medida alemana responde a la estrategia de seguridad que implementó el gobierno debido a la amenaza de ataques terrorista.

Otro tema que hace parte del conflicto entre los dos países es el encarcelamiento, a principios de 2017, del periodista alemán Deniz Yücel, que realizaba coberturas informativas en Turquía como corresponsal de los medios alemanes Die Welt y del canal de noticias N24.

Autoridades turcas encarcelaron a Yücel bajo la acusación de ser un terrorista. El periodista alemán criticó al gobierno turco en algunos de sus reportajes y entrevistó a kurdos separatistas

El pueblo kurdo trata desde hace décadas de separarse territorialmente de Turquía. El gobierno de Ankara considera a los kurdos como terroristas, y lanza contra ellos una y otra vez operativos militares.

La lista de confrontaciones entre los dos países es larga. A raíz del intento de golpe de Estado en Turquía, hace un año, soldados de alta graduación y diplomáticos turcos han pedido asilo politico en Alemania ante la ola represiva que desató el presidente Erdogan. Alemania les ha dado asilo.

El gobierno de Erdogan ha reaccionado en forma muy negativa contra el asilo otorgado, ya que considera a esos funcionarios como cómplices del intento del golpe de Estado, sin presenter pruebas fehacientes.

De la misma manera, miles de militares, diplomáticos, maestros y jueces turcos han sido arrestados desde entonces y muchos de ellos fueron corridos de sus plazas. Ankara los acusa de ser cómplices del intento de golpe de Estado.

Fuente: Notimex

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