El Juglar de la Red
Por Rafael Cano Franco
Desde que asumió el cargo de Coordinadora de Comunicación Social en el gobierno de Sonora, he tenido la oportunidad de platicar tres veces con la licenciada Paulina Ocaña, desde la primera ocasión que platicamos tuve la mejor impresión de ella, una mujer joven pero inteligente, sensible, con muchas ganas de aprender.
Reafirme esa primera impresión en las otras dos ocasiones que tuvimos espacios para intercambiar opiniones –una vez en Navojoa y la otra en el Grupo Contrapunto 10–, me dejó la sensación de que tenía la buena intención de dignificar el trato que reciben los colegas que cubren las actividades de la fuente gubernamental y que en lugar de ser un estorbo, sería una aliada.
Luego de eso ya no volvimos a hablar.
No se que sucedió en estos meses con ella, ignoro si se cansó de tener que atender un problema tras otro, desconozco si se siente apoyada o no, no tengo información de si existen poderes que incidan en su trabajo y le den consejos que luego terminan por perjudicarla, pero lo cierto es que la relación con los periodistas de la fuente –si no con todos, sí con varios que me lo han externado—es que privan los malos tratos, el mal ambiente, el poco aprecio por el trabajo de comunicar y la falta de respeto a los colegas que solamente tratan de realizar su actividad informativa.
No se trata de si les pagan o no, esto no es un asunto de dinero o de convenios –jugosos o magros—es un tema de respeto.
Los colegas se quejan de que en las giras del gobernador Alfonso Durazo por el interior del estado los tratan como si fueran empleados del gobierno; no les dan oportunidad de comer, aunque ellos paguen sus alimentos, los traen siempre carrereados, y hasta llegaron a la ignominia de darles unos sándwich perdidos.
Se entiende y acepta la austeridad gubernamental, lo que no se puede aceptar es que ni siquiera existan espacios para que ellos puedan comer y pagar esos alimentos con sus propios recursos.
Queda también el mal precedente de lo sucedido en el II Informe de Gobierno, donde los compañeros recibieron un trato de tercera, a los que les fue bien, porque a otros, el trato fue de quinta.
A unos los mandaron a un sótano dentro del Auditorio Cívico y desde ahí les pidieron que cubrieran las 2:30 horas que duró el evento, con una magra dotación de agua y en un espacio reducido.
A los que les fue mal, ni siquiera los dejaron ingresar y los mandaron a dar la cobertura desde afuera, al raso del sol, en la inclemencia del verano hermosillense y sin la oportunidad de cubrir aspectos o elaborar crónicas porque no tenían elementos para hacerlo desde ese lugar.
Ya ni decir de los amagos a colegas de que no cubran ciertos eventos so pena de que se les cancele el convenio de publicidad que tienen o que se les pida modificar su línea editorial solamente porque les resulta miel amarga a los funcionarios los comentarios periodísticos que emiten.
El respeto a la libertad de expresión no solamente debe ser un discurso, debe pasar también por generar condiciones dignas para que los periodistas, en este caso quienes cubren la fuente gubernamental, tengan condiciones dignas para realizar sus coberturas informativas.
Que se les den facilidades para poder obtener la información necesaria, que haya libertad y apertura para comunicar, que los funcionarios entiendan que los reporteros no son prisioneros temporales y ellos sus carceleros que les van a dar infierno.
Este respeto que dan estos funcionarios, es el mismo que reciben y es ahí donde se sustenta una buena relación, donde se afianza la comunicación política y donde se establece un mecanismo que a todos mantiene contentos en la realización de su trabajo.
Para muchos colegas, que sus medios los manden a cubrir los eventos del gobernador es un castigo y van a reñadientes porque saben van a encontrar malos tratos, malas caras y poca ayuda.
De todo esto solamente podemos decir que la titular de Comunicación Social, Paulina Ocaña debe meter de inmediato las manos y hacer sentir que esa sensibilidad que exhibe en sus palabras también la garantiza en las acciones diarias.
Todavía tenemos confianza en ella.
La gente se le fue a Claudia
El Gimnasio Sonora sí se llenó, de hecho antes de que llegara la señora Claudia Sheinbaum aquello estaba a reventar y se generó un serio conflicto vial en esa zona; pero resulta que la señora defensora de la 4T llegó una hora tarde y eso fue desmotivando a una audiencia que la esperaba para aclamarla.
Para encubrir la demora, a los organizadores se les ocurrió la brillante idea de darle el micrófono a siete oradores, quienes más allá del halago fácil, de ser unos lamebotas y de la falta de contenido en sus discursos, fueron extensos y planos, por lo cual terminaron de aburrir a la concurrencia.
Y es que los asistentes no querían oír a los que hablaron, ellos esperaban ver a su candidata, a la señora Sheinbaum, pero como no hubo respeto para su tiempo, ellos también dieron una lección y abandonaron el gimnasio Sonora.
Cuando finalmente hizo uso de la palabra la señora Claudia Sheinbaum más de un cuarto de los asistentes ya se había retirado y eran notorios lo lunares de lugares vacíos en el domo deportivo; eso seguramente lo notó la Candidata de Morena, pero en parte fue su responsabilidad lo que sucedió por llegar tarde y también es responsabilidad de los organizadores que rellenaron el evento con oradores planos, insípidos y sosos que aburrieron a los asistentes.
Sirva para futuros eventos esta experiencia.
Tips cortitos pa´no enfadar:
1.- A querer y no el gobernador Alfonso Durazo no acudió a los eventos públicos de Claudia Sheinbaum, lo cual no significa que le negó tiempo; lo que resaltamos es que luego de su larga ausencia del gobierno de Sonora, Durazo Montaño entendió que no es momento para andar exhibiéndose como el principal aplaudidor de la señora Candidata.
Esto de limitarse también es producto de las fuertes críticas que a nivel local y nacional recibió por ese comportamiento donde dejó tirado el gobierno de Sonora para ir atender un cargo partidista.
Que bien por el gobernador Alfonso Durazo que dejó de manifiesto esa madurez política y entendió que no es necesario que ande del tingo al tango con la Candidata Sheinbaum cuando él sabe que ya la ganó.
2.- Que las diputadas Kariza Zárate, Elly Sallard debieran firmar un pacto de unidad en el evento de Claudia Sheinbaum y con ello mostrar su lealtad al proyecto de la 4T es un indicio de que al final de cuentas no existe plena confianza en quienes ya defeccionaron de un bando para pasarse a otro.
Ambas legisladoras son mujeres muy capaces e inteligentes, pero al final de cuentas siempre estará pesando sobre ellas esa mancha de haber traicionado a sus electores y al partido que las postuló para irse con aquellos a los que criticaron en campaña y por lo cual lograron los votos que le dieron la curul legislativa que ahora ocupan.
Hacerlas firmar y que ellas pasaran tan sonrientes y felices, no es más que un acto de menosprecio a su lealtad y una forma de coaccionarlas voluntariamente para que asuman un compromiso del que renegaban hace poco más de dos años. Su sonrisa lo único que exhibe es su ingenuidad y los pocos alcances políticos que tienen.
Otros Juglares:
–“Estoy afuera de la Casa Blanca abrazada del recuerdo de mis hijos. Un día voy a encontrarme con ellos y les rendiré cuentas, sabrán que su mamá removió kilómetros de tierra, desenterró esperanza y recorrió el mundo buscando paz para sus hijos y los de todos”.
Lo dijo la señora Ceci Flores, líder de las Madres Buscadoras de Sonora, quien fue invitada a realizar una gira por diversas ciudades de Estados Unidos para narrar sus experiencias y exponer el trabajo que realizan para encontrar personas desaparecidas.
Gracias por su atención, hasta el martes si Dios quiere. ¡Salud!