El Juglar de la Red
Por Rafael Cano Franco
En el argot político se le llama “chiquillada” a aquellos partidos, sean de nueva creación o los que ya existen pero no alcanzan a pasar un porcentaje electoral de dos dígitos; en ese rubro estarían el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC); a estos se suman los de nueva creación Redes Sociales Progresistas (RSP), Partido Encuentro Solidario (PES) y Fuerza Social por México (FSM).
En Sonora, El PRD ya solucionó su participación e irá dentro de la alianza con el PRI y el PAN, incluso ya tiene un distrito federal, el 04 donde será el encargado de proponer candidato; el PVEM se unió a Morena aunque todo indica que será solamente una fauna de acompañamiento; el PT apoyará a Alfonso Durazo en la gubernatura y eso le da también para ir en coalición en algunas diputaciones locales, aunque todo indica “se rascará” solo en las elecciones municipales.
Movimiento Ciudadano es el partido de los llamados “chicos” que está logrando un posicionamiento estatal: tiene un buen candidato a la gubernatura en la figura de Ricardo Bours; tiene cubierta su presencia en las elecciones municipales de Hermosillo y Cajeme (el 50 por ciento del padrón electoral) y aunque no se espera tenga candidatos a todas las alcaldías, sí pueden postular candidatos a diputados locales y federales.
Los que son una incógnita son los tres partidos de nueva creación. Estos partidos no pueden hacer alianza o coalición de ahí que para lograr el porcentaje requerido para mantener el registro deben registrar candidatos propios y aunque muchos de ellos son afines u orbitan cerca de Morena, eso de nada les sirve si no pueden tener sus propios candidatos.
Cada uno de esos partidos tiene “dueño”: Redes Sociales Progresistas es creación de la maestra Elba Esther Gordillo y lo dirige su yerno, Fernando González Sánchez; Partido Encuentro Solidario (PES) es el clon del Partido Encuentro Social que perdió su registro en la elección pasada y tiene como base iglesias evangélicas; mientras que Fuerza Social por México es la propuesta del senador de Morena, Pedro Haces Barba.
De esos tres partidos el único que tiene antecedentes y capacidad electoral es el PES; se le ubica como un partido de derecha, defensor de la vida y a pesar de que en la elección pasada fue aliado con Morena, sus principios ideológicos lo fueron alejando paulatinamente de ese partido.
Su bastión principal es San Luis Rio Colorado y es ahí donde proyectan tener el mayor número de votos; no solamente porque su fundador en Sonora y su dirigente estatal son originarios de ese municipio, también porque ahí gobiernan y tienen una bancada legislativa de relativa importancia. Pero ir solos a la elección los limita enormemente y sus expectativas se ciñen a tener presencia en algunas diputaciones locales y varias alcaldías, pero su estructura no le alcanza para contender en todas las posiciones en disputa.
En el PES no hay una figura que descuelle como candidato a la gubernatura –aunque tienen a la diputada Irma Terán o a su papá, Vicente Terán, como los más conocidos– tienen otros personajes que pueden llenar ese hueco, sin posibilidades de ganar, pero sí para estar mínimamente representados en esa boleta electoral.
Redes Sociales Progresistas presume cierta presencia en el sector magisterial, lo cierto es que eso no se vio en las asambleas para obtener su registro y si bien todavía la maestra Gordillo tiene cierta influencia en un sector del magisterio al no tener el control del SNTE su influencia entre los maestros está muy limitada.
En Sonora no se escucha mucho de este partido, pero han declarado van a postular candidato a la gubernatura y hasta presumen tener más de una opción; pero su problema son las planillas para competir en los ayuntamientos y las fórmulas para las candidaturas a diputados locales.
Su silencio actual solamente es presagio de que su presencia será menos que marginal y con muy escasa presencia e impacto en la sociedad.
Fuerza Social Por México (FSM) es el que más ruido hace en Sonora, al menos su dirigente Carolina Lara ha podido generar una auténtica presencia de este partido y ya presume que le robó 5 regidores a Morena en San Luis Rio Colorado.
Su problema estriba en tener una figura importante para la gubernatura y lograr postular candidatos a las alcaldías que le permitan lograr regidurías; no se espera tenga representación legislativa y aunque se nota presencia mediática, no se aprecia conocimiento de la marca y por tanto es difícil pueda lograr conservar su registro.
La expectativa de estos nuevos partidos es obtener el mínimo de votos para mantenerse y luego, para la próxima elección ir en alianza o coalición con otras fuerzas políticas más poderosas para obtener posiciones electorales y replicar lo que hacen todos los de la “chiquillida”: mantenerse vivos para obtener prerrogativas y que sus “dueños” puedan hacer el negocio electoral.
México un país sin vacunas
Mientras que países como Estados Unidos vacunan a un millón 300 mil ciudadanos por día, en México apenas se reportan 3 mil diarias; en ese renglón somos una de las naciones de américa latina que menos progresan en la protección a la población contra el Covid-19.
Países como Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos y Canadá avanzan a pasos agigantados en la vacunación de su población; se trata de un tema de salud, pero también va ligado a una condición económica pues entre más rápido se logre la llamada “inmunidad de rebaño”, las actividades económicas pueden retomarse sin restricciones.
En México no solamente se incumplió con la aplicación de la primera dosis de la vacuna, consistente en aplicar antígenos al personal médico que trabaja en las áreas Covid del sector salud, a unos días de que llegue el plazo para aplicarles la segunda dosis, no hay dosis para darles ese refuerzo y con ello dejarlos inmunizados.
A fines del año pasado el gobierno federal anunció la desaparición de los fideicomisos y los fondos para atender contingencias; el argumento utilizado fue que una buena parte de esos recursos, cerca de 90 mil millones de pesos se destinarían a la compra de vacuna.
Pero resulta que en el listado de países de la Organización Mundial de Salud (OMS), donde se enumeran los países que han comprado vacunas, México no aparece.
Con una cifra oficial reconocida de 165 mil muertos –ciento cinco mil fallecidos por encima de la cifra catastrófica planteada por el gobierno federal—las proyecciones indican que al ritmo en el que avanza la vacunación en México y con las torpezas cometidas por las autoridades de salud, si bien nos va tendremos un 70 por ciento de la población vacunada para el 2023.
Eso significa no solamente un mayor número de muertos por Coronavirus, también es indicativo de que nuestra economía seguirá deteriorándose y con ello vendrán otros problemas que agravarán las condiciones de la población más vulnerable.
La política de salud implementada para atender el Covid-19 fue un completo fracaso y aunque el discurso oficial insiste en negar la calamitosa gestión de la crisis, lo cierto es que el número de muertos y el alto número de contagios los termina por desmentir.
Acorde a la visión del gobierno de México todo se centralizó: la estrategia nacional de combate a la pandemia; la compra de vacunas, su distribución y la correspondiente aplicación, pero en todo fracasaron.
Mientras el mundo se volcaba a la compra de vacunas, en México fuimos por lo contra y cuando quisimos rectificar ya los pedidos estaban comprometidos y por tanto tuvimos que mendigar su venta: López Obrador se las pidió a Biden pero se las negó alegando que su prioridad eran los estadounidenses; fuimos a Argentina para tratar conseguir la vacuna Rusa y nos dijeron que sí, pero no para cuando.
Mientras que en Estados Unidos el ritmo de vacunación es intenso y además se abrió al sector farmacéutico privado la venta de vacunas, para incrementar el alcance y caminar más rápido; en México esto fue rechazado bajo el argumento de que “así se evita la corrupción”.
Las autoridades sanitarias de México fueron tan mezquinas al grado de que ni siquiera permitieron que los estados pudieran comprar vacunas para su población y cuando finalmente dieron marcha atrás resultó que ya estaban agotadas y si bien va, las entidades podrán adquirirlas para septiembre u octubre de este año.
Ahora andamos por el mundo buscando proveedores de vacunas, las que sean. Para el gobierno de México ya no solamente se trata de preservar nuestra salud, es también un acto desesperado para su propia supervivencia.
Mientras que China ya declaró que venció al Covid-19; cuando en Estados Unidos regresan paulatinamente los eventos masivos –al Super Bowl se permitió el acceso a 25 mil aficionados–; mientras naciones como Chile, Japón o Nueva Zelanda avanzan a pasos agigantados en la vacunación; nuestro país se distingue por ser la cuarta nación con más muertes por esta enfermedad y lo peor es que vamos por el mundo mendigando vacunas pues el dinero que se suponía iba destinado a ese fin, simplemente nadie sabe a dónde se fue.
Otros Juglares:
–“¡No!, no voy a usar el cubre bocas, me dicen los doctores que yo ya no soy una fuente de contagio y por tanto no lo voy a usar”.
Lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera luego de que le cuestionaron si tras de su convalecencia médica por Covid-19 finalmente utilizaría el cubre bocas de manera habitual. Su respuesta contrasta con la recomendación que John Biden, presidente de Estados Unidos, hizo en sus redes social al recomendar el uso de la mascarilla sanitaria como forma de prevenir contagios.
Gracias por su atención, hasta el miércoles si Dios quiere. ¡¡Salud!!
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