Playas de Rosarito B.C. a 11 de junio del 2018
En las últimas semanas Jaime Bonilla Valdez, candidato en Baja California por Morena al Senado se ha convertido en el foco de atención; medios nacionales y fronterizos ponen sus ojos en la trayectoria del aspirante.
Ahora es el periodista independiente Alfredo Álvarez quien muestra pruebas que Bonilla Valdez fue miembro del Partido Republicano de Estados Unidos y apoyó las candidaturas de Donald Trump, del impresentable John McCain; de Duncan Hunter el congresista sionista de San Diego California que propuso en 2005 la construcción del Muro fronterizo; también apoyó con dinero a Bob Filner exalcalde de San Diego (del Partido Demócrata) quien terminó su carrera política tras declararse culpable en tres casos de acoso sexual que involucraba a 17 personas.
Jaime Bonilla Álvarez es un controversial empresario que vive en San Diego California; y al tiempo que es candidato a senador es el dirigente estatal del Movimiento Regeneración Nacional (Morena); gracias a su amistad con Andrés Manuel López Obrador fue diputado federal plurinominal por el Partido del Trabajo (PT) en 2012 y en su aventura republicana en Estados Unidos fue director del Distrito de Agua de Otay California por siete años. En ese inter, como funcionario del gobierno norteamericano fue acusado de corrupción y obligado a renunciar.
Alfredo Álvarez, reportero de Tijuana remata en su nota “Jaime Bonilla … ha financiado al partido de Trump y a congresistas antimexicanos, no entiendo su papel como aspirante al senado mexicano teniendo estas afinidades en Estados Unidos”
Bonilla recientemente fue relacionado con el narcotráfico por el periodista de investigación Ricardo Ravelo, especialista en el tema del crimen organizado. En su columna Ravelo señala “Jaime Bonilla tiene una historia sucia. Es pública, muy pública al igual que sus presuntos nexos con el manejo de dinero de dudosa procedencia. Ahora quiere fuero como senador y busca afanosamente serlo a costa de lo que sea. No tiene límites en sus ambiciones personales.”
Por Luis Manuel Estrada Montes