Tokio. La caza de Pikachu y de otras criaturas imaginarias puede empezar por fin en Japón, la patria de los pokemon, donde este viernes fue lanzado el juego Pokémon Go que tanto está dando que hablar en el mundo.

Disponible oficialmente en unos cuarenta países, Pokémon Go también lo está a partir de ahora en el archipiélago, para los teléfonos inteligentes que funcionen con los sistemas Android de Google e iOS de Apple.

«Estamos muy felices de poder traerlo a Japón, donde nació Pokémon», anunció en su blog el estudio estadounidense Niantic, desarrollador de esta aplicación gratuita (aunque algunas funciones son de pago), atribuyendo el retraso a la fenomenal acogida -«más allá de nuestras expectativas»- que el juego ha tenido en otras partes del mundo.

En las calles de Tokio, aficionados o simples curiosos se aventuraron a cazar estos «monstruos de bolsillo» (la palabra Pokémon viene de «pocket monsters» -monstruos de bolsillo en inglés-), con los ojos pegados a la pantalla del teléfono, gracias a la realidad aumentada, una tecnología que hace que aparezcan elementos virtuales en el mundo real. «Decidimos venir, solo chicas, a Asakusa», dijo Maika Kubo, de 16 años, mientras atraviesa el turístico barrio de la capital. «Nos dijimos: ¡hay que probarlo ya mismo!», agregó Mamiko Amaha. «Cuando jugamos, vemos un pokemon en la espalda de un amigo y gritamos: ¡está ahí, está ahí!». «Queríamos concebir un juego que incite a la gente a salir a la calle, a estirar las piernas, a descubrir nuevos lugares y a divertirse con sus amigos», explicó John Hanke, responsable de Niantic, en un video publicado en la web de la empresa con motivo del lanzamiento del juego en Japón. Un reto conseguido aparentemente.

Resultaba casi imposible encontrar un transeúnte que no fuera jugando por el barrio de la electrónica de la capital, Akihabara, donde se formaban aglomeraciones, constataron periodistas de la AFP. «Es más divertido de lo que pensaba», confió Shizuka Suzuki, de 30 años.

‘Atrapados’

En la bolsa de Tokio, la acción de Nintendo, inventor hace dos décadas de los pokémones, subía por la mañana casi un 7%, antes de terminar con un alza más modesta. Su cotización prácticamente ha doblado su valor desde el lanzamiento, en julio, de Pokémon Go, incluso aunque el grupo no esté directamente implicado.

La popularidad de los pokémones, convertidos en un icono de la cultura pop mundial, nunca se ha puesto en duda desde sus primeros pasos en un videojuego de 1996 de la mítica consola Game Boy, al que siguieron una serie de dibujos animados por televisión y un juego de cartas coleccionables. ¿El secreto del éxito? Un sistema que favorece las interacciones sociales y una estrategia de «media-mix», que consiste en derivar simultáneamente en varios soportes (cómic, dibujos animados, juegos…) los mismos contenidos, según explicaba en prensa Tsunekazu Ishihara, director de Pokémon Company, filial de Nintendo que dirige la marca. Más allá del aspecto lúdico, el frenesí Pokémon Go ha generado numerosos incidentes en el globo, hasta el punto de que las autoridades de numerosos países dieron recomendaciones para una caza con toda seguridad.

En Japón, el gobierno publicó el miércoles un folleto de buenas prácticas para sensibilizar a los niños a los riesgos y recordarles por ejemplo que no deben jugar en bicicleta ni aventurarse en lugares peligrosos.

«Uno se deja atrapar» por el juego, reconoció Suzuki. «De repente, los jugadores dejan de prestar atención y pueden llegar a herir a otros peatones» o «ir a sitios inconvenientes, donde se va poco, como cementerios, en busca de pokémones raros». Otro posible efecto colateral: la bajada de la productividad en el trabajo. «Pokémon Go está aquí, imposible trabajar», tuiteba el internauta @yamaneko21 unos minutos después del lanzamiento.

(Afp)

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