El Juglar de la Red

Por Rafael Cano Franco

El imperio de medios de comunicación que heredó Emilio Azcárraga Jean de pronto entró en una espiral en bajada que repercute en las finanzas personales del empresario, pero también impacta en el sector de los medios de comunicación, los servicios digitales y se manifiesta en cierre de canales y despido de trabajadores.
Heredero de una familia exitosa, Azcárraga Jean es la tercera generación de una familia que inició su camino a la fortuna con la empresa televisora “Telesistema Mexicano”, fundada por su abuelo Emilio Azcárraga Vidaurreta y que vivió su mejor momento cuando su padre, Emilio Azcárraga Milmo consolidó al grupo mediático como un gigante del entretenimiento y las telecomunicaciones.
Azcárraga Milmo falleció en 1997 y en ese momento, Emilio Azcárraga Jean asumió el control total de Televisa, tenía apenas 29 años y su ascenso se presentó en uno de los momentos donde más cambios se gestaban tanto en lo referente al panorama de medios, sus contenidos y con la llegada de una especialización de los servicios de televisión y el gran reto: los servicios de comunicaciones digitales.
El joven Azcárraga Jean heredó el rol de presidente del Consejo de Administración de Televisa, en ese momento el gigante de las comunicaciones en el mundo hispanoparlante y el mayor producto de contenidos en español del mundo, pero además tenía participación en otros sectores como el de medios impresos, servicios digitales, equipos deportivos de futbol profesional, varios canales de televisión y convenios de exclusividad con los artistas y periodistas de México y de américa.
Pero ese gran imperio, que aparentaba una tremenda solidez económica, al que no le hacía mella la competencia y que era factor trascendente en la comunicación política de México, de pronto entró en un proceso que generó alarma y que de simple bache pasó a convertirse en un socavón de donde no pueden salir.
El impacto es notable, no solamente en las finanzas empresariales, también se reflejan en la fortuna de su dueño. En 2022, la revista “Forbes” valuaba la riqueza de Azcárraga Milmo en mil 184 millones de dólares; para 2023, ese mismo medio muestra que esa fortuna se redujo en casi un 50 por ciento al estimarla en “apenas” 560.99 millones de dólares. Es una pérdida enorme en un periodo tan corto de tiempo.
Muchos estiman que la pérdida de influencia política y la reducción de los presupuestos del gobierno federal para publicidad, fueron un factor determinante. Esa afirmación no se puede desestimar, sobre todo cuando la reducción fue enorme: de mil millones de pesos que llegó a facturar al gobierno de Enrique Peña Nieto, con López Obrador esa cifra se redujo a 112 millones de pesos; eso implica 880 millones de pesos menos.
Y si bien el impacto es enorme, las pérdidas mayores no provienen de la caída en la venta de publicidad al gobierno federal, hay otras empresas ligadas a Televisa que la han jalado hacia abajo y decisiones que han impactado en sus ingresos.
En primera instancia está la caída de suscriptores de televisión de paga en las dos empresas filiales, “Izzi” y “Sky”, esto toma relevancia cuando del lado de la competencia se presenta una mejor gestión empresarial que se manifiesta en un incremento notable de suscriptores de su principal rival que es “Telmex”.
Otro punto a considerar es el crecimiento de otros competidores, como “Bait”, empresa de Walmart México, que llegó a la cifra de 14 millones de suscriptores y el crecimiento exponencia que viene manifestando “Starlink” cuya propietaria es “Space X” que ya cuenta con 150 mil clientes en nuestro país.
Un tercer punto es la competencia feroz que enfrenta Televisa de sus competidores en la proveeduría de internet: Megacable y Total Play, empresas que están plantando cara y dan la pelea como nunca sucedió en el pasado.
Ante este panorama, la decisión fue la de cerrar canales de televisión, cerrar estaciones locales en varias entidades y despedir personal operativo, pero también a una buena parte de su planta de periodistas de alta gama.
El despido de esas figuras de relevancia en la opinión pública se consideró como un ofrecimiento de la empresa al nuevo gobierno, una especie de sacrificio para mostrar docilidad y así poder estar dentro de las “mejor pagadas”, pero hay que establecer que Televisa se alió con Univisión y dentro del trato estaba que la empresa mexicana se quedaba con el entretenimiento mientras que Univisión asumía el control de la parte informativa.
No puede descartarse que la salida de personajes como la escritora Denise Dresser, la analista Paula Sofía, el escritor Héctor Aguilar Camín, el excanciller, Jorge Castañeda y el columnista Pablo Majluf, se deba a presiones políticas, pero tampoco debe obviarse que los programas donde participaban eran los que menos ratings tienen en la televisora.
Pero incluso cuando a Televisa le va bien, también le va mal. La productora “Endemol” es la encargada del reality “La Casa de los Famosos México” y era de gran impacto con los ratings más altos de la televisión en México y con una facturación semanal en patrocinios que rondaba los 80 millones de pesos.
Pero al sostener a determinados personajes al interior del reality, con el único afán de conservar los ratings, terminó por generar un efecto bumerang que derivó en el anuncio público de varias empresas patrocinadoras que se bajaron de ese barco y lo que era un éxito económico se diluyó y dejó en un problema social a la empresa.
Y como corolario, por si le faltara algo más, la transición gubernamental también es un tema que puede incidir de manera negativas en las finanzas del consorcio empresarial de Emilio Azcárraga Jean, pero no por los contratos de publicidad, sino por las regulaciones que en materia de servicios digitales proyecta el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo y que pueden ser otro balazo para Televisa.
Como reza una de las “leyes de Peter”: “Cuando las cosas están mal, prepárate porque viene lo peor”.

El tercer informe gubernamental
El gobernador Alfonso Durazo llega a su tercer informe de gobierno y ciertamente no ha sido fácil, en buena medida producto de las condiciones políticos que imponen desde la Ciudad de México y luego porque debe enfrentarse a situaciones locales con un equipo, seleccionado por él mismo, que no alcanza a cuajar.
El gobierno que encabeza Durazo Montaño no puede calificarse como malo, más bien le falta concretar mucho de lo que ofreció realizar y que termina por no transitar.
Podemos hablar de las obras que ni siquiera inician, como la carretera de 4 carriles de Hermosillo a Bahía de Kino, supuestos planes y proyectos que lo que hacen es sumar acciones del gobierno federal, que iniciaron cuando no era gobernador y a los que les sumó un componente mínimo para decir que es un proyecto integral como por ejemplo el Plan Hidráulico de Sonora.
Pero esto no es más que la consecuencia de que desde el gobierno federal de López Obrador no han sido tan buenos aliados como sí lo ha sido Alfonso Durazo para con ellos. El gobernador Durazo ha sabido jugar del lado del presidente López Obrador y por eso no hay carta de apoyo que deje de firmar, sin importar lo descabellado que sea y lo peligroso que resulta, como la que signó a favor de Rubén Rocha Moya, el gobernador de Sinaloa.
Por supuesto que la inseguridad pública que azota Sonora tiene puntos elevados y aunque se pretende disimular la crisis, esta termina por rebasarlos y exhibe lo superados que están los cuerpos de seguridad, pero también deja de manifiesto una falta de voluntad para combatir a los grupos criminales con toda la fuerza del gobierno; pareciera que los consienten y dejan que hagan y deshagan a su antojo.
Los cuerpos de seguridad son reactivos: suceden los hechos que aterrorizan a la población y montan un espectacular operativo, por tierra y aire, peinan territorios, destruyen campamentos, encuentran vehículos, decomisan armamento, pero terminan sin detener a las personas causantes de la violencia y con eso hacen como que hacen, pero no hacen nada.
Hace tres años nos habló de formar un equipo de jóvenes que serían su legado político; pero n no pocos casos se equivocó en los alumnos que escogió, de hecho quedan muy pocos en su gabinete de aquellos talentos que tanto no vendió como las promesas políticas de Sonora y más allá de que algunos y algunas conserven la chamba, eso no significa que lo han hecho muy bien o con excelencia.
En este punto, Alfonso Durazo debió recurrir al talento “extranjero” para que le ayuden en diversos cargos dentro de su gabinete, pero incluso esos que llegaron no han representado una gran diferencia respecto a quienes ya se fueron.
Respecto al talento local que iba a promocionar hay que decir que algunos se fueron por desleales, otros por incompetentes, alguno por indolente, otros por ambición personal y no faltó quien salió por un enriquecimiento que no tiene justificación con el cargo que ostentaba.
Pero aún así, con luces y sombras, el gobierno de Sonora avanzó con pasos muy lentos, incluso con obstáculos que le ponen desde la ciudad de México y que nada tiene que ver con “grillas” sino con decisiones institucionales. Ahí está el caso del litio y las centrales nucleares que dejaron “mocho” al Plan Sonora de Energía Sostenibles; está el caso más reciente de la prohibición de minería a cielo abierto, algo que impactará directamente en la economía del estado y afectará a más de 200 comunidades sonorenses.
El gobernador Alfonso Durazo no es de los mejor evaluados, pero eso no significa que reciba un rechazo contundente de los ciudadanos, al contrario todavía puede salir a convivir en eventos públicos y es recibido con aplauso y reconocimiento popular, algo que es de muy alto valor en un tercer año de gobierno.
Pareciera que Alfonso Durazo se ha dado cuenta de que su gobierno está atorado, que termina por hacer mucho ruido pero no hay mucho avance, eso evidentemente lo ha puesto de mal humor y lo ha reflejado con algunas actitudes públicas que pretenden descargar ese coraje personal con otros actores, como periodistas y medios de comunicación; pero se espera que ese sea solamente un exabrupto y no una línea gubernamental ya dictada.
El aspecto que más fortalece a Durazo Montaño es su habilidad política y esto se manifiesta en poder conseguir objetivos electorales que son clave, como la mayoría aplastante en el Congreso local, cumplir con ganar todos los cargos federales en juego e incluso posicionar a sus alfiles con rumbo a la elección gubernamental de 2027.
En el tema electoral también lo supo utilizar de manera muy efectiva para deshacerse de aquello que ya no le daba resultados; pero era necesario que les diera una salida digna de su gabinete y que no se notara la intención de mandarlos a la banca. Ahí están los casos de María Dolores del Río y de Santos González Yescas, quienes fueron “premiados” con sendas candidaturas pero al perder la elección correspondiente, ahora están fuera del radar gubernamental.
Sin embargo no todo es malo y si hay corrección de lo que al principio fue muy mal organizado y luego se mejoró notablemente, ahí está el caso del proceso de entrega de los uniformes escolares: el primer año de gobierno fue un desastre, para el segundo lograron entregarlos sin problemas para diciembre, pero para este se entregaron en un proceso muy pulcro antes de que iniciara el ciclo escolar y además con un regreso a clases que no generó mayores problemas en los planteles, algo que no es fácil y que fue muy bien operado por Aarón Grageda y Froylán Gámez, ex secretario y secretario actual de educación que supieron coordinarse y sacar adelante ese programa, al grado de que Durazo Montaño se animó a revivir el programa de entrega de útiles escolares a los estudiantes de educación primaria.
Su programa de becas y apoyos a estudiantes también marca una notable diferencia con otros gobiernos de Sonora, ahora se da ese recurso público para que los estudiantes puedan costear sus estudios de educación superior y eso significa un gran respaldo a muchas familias de escasos recursos económicos.
También se debe ponderar la difusión de Sonora ante el mundo, si bien Alfonso Durazo viaja por el mundo promoviendo el Plan Sonora de Energías Sostenibles –que en términos reales no ha tenido ningún impacto—esas giras terminan por promocionar otras actividades y condiciones naturales del estado que son atractivas para eventuales inversionistas.
Una vez que se llegó a la mitad del sexenio, Alfonso Durazo todavía tiene tiempo para tratar de cumplir todo aquello que ofreció en campaña y durante su primer año de gobierno; todavía tiene tiempo para marcar claramente el gobierno que pretende realizar y establecer un legado que parece diluirse; todavía tiene tiempo para demostrar que sus habilidades políticas no solamente le sirven para sobrevivir en el mundo de la política nacional, sino que esas habilidades están puestas al servicio de Sonora.
Todavía le queda tiempo, pero es mucho menos del que tenía cuando inicio.

Otros Juglares:
–“El otro día dijimos que las pérdidas económicas de Televisa con la salida de todos los patrocinadores (de La Casa de los Famosos México) iba en 100 millones de pesos, pues les tengo noticias, al 5 de septiembre las pérdidas millonarias de Televisa van en 300 millones de pesos…300 millones de pesos perdidos en patrocinios. Se llevaron las tazas de café, los sartenes que también era patrocinados; se llevaron la sal, el aceite; ya no queda ningún patrocinado en “La Casa de los Famosos”.
Lo dijo Jorge Carbajal, periodista que da seguimiento a ese programa de entretenimiento y que se convirtió en un fenómeno de ingresos para la empresa televisora pero que empezó a generar una gran polémica por actitudes y acciones de sus participantes que terminaron por espantar a 14 empresas que lo patrocinaban y que marcaron la debacle financiera con un alto impacto en los ingresos de Televisa.

Gracias por su atención, hasta el martes si Dios quiere. ¡¡Salud!!

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