El Juglar de la Red
Por Rafael Cano Franco
Estoy seguro que desde las esferas oficiales, los voceros de Morena y del presidente López Obrador nos van a dar una reseña de todo lo que representa el nuevo aeropuerto “Felipe Ángeles”, una obra de que ayer fue inaugurada entre la decepción de muchos que la consideran un fiasco, “gato por liebre” y la validación de otros tantos, no pocos, que la ven como un gran logro, como si fuera la terminal aérea de “Kansai”, que los japoneses construyeron en la bahía de Osaka, en una isla artificial.
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) tuvo un costo de cien mil cien millones de pesos, originalmente estaba considerada una inversión de 79 mil 305 millones de pesos, es decir su costo se elevó en un 28 por ciento (casi 22 mil millones de pesos adicionales al presupuesto original). El presidente López Obrador había dicho que el aeropuerto costaría menos de 80 mil millones de pesos, pero la corrupción incremento su precio.
El antiguo proyecto del Aeropuerto en Texcoco tenía un costo de 332 mil millones de pesos, se habían invertido cerca de 100 mil millones de pesos que se fueron a la basura al momento de cancelarlo, pero además, el costo por suspenderlo fue de otros 100 mil millones de pesos. Son 200 mil millones de pesos que se suman al costo del AIFA.
A final de cuentas a los mexicanos, el nuevo AIFA nos costó lo mismo que el de Texcoco, pero esta terminal no se compara ni en imagen, calidad, infraestructura al que se canceló.
Pero los detalles, buenos y malos, estarán en varios espacios por varios días.
Hoy, la Ciudad de México, tiene un nuevo aeropuerto y la historia determinará si es la solución a los problemas de saturación aérea o solamente es una inversión inútil.
Pero más allá de la algarabía de algunos y la rabia de otros, es menester exponer que construir un nuevo aeropuerto se dio a costa de muchos sacrificios.
Lo que falta hacer es resarcir los daños que se generaron por la carencia de dinero y por lo cual se dejaron de atender otros problemas que se agudizaron.
Falta que ahora sí, finalmente, se abastezca con medicamentos los hospitales públicos; más trascendente que lleguen las medicinas para los niños con cáncer.
Falta también que los recursos federales se destinen a esos programas con amplio sentido social, como el de las Escuelas de Tiempo Completo, que fue suspendido este año y afecta a los niños y niñas de escasos recursos económicos.
Falta también que el presupuesto federal se refleje en los aspectos económicos: apoyos a Mypimes, Pymes, a sanear la catástrofe causada por el Covid-19 y que significó el incremento de más pobres en México, casi 6 millones de personas que dejaron la clase media para pasar a ser pobres, según estimaciones oficiales.
También falta ponerle atención al tema de la seguridad pública, no es casualidad que la cifra de asesinatos dolosos llegue a los 115 mil en tres años; la desatención a ese tema no puede seguir sustentándose en que se trata de una herencia del pasado o que es efecto de los gobiernos neoliberales. La única causa del crecimiento del crimen organizado y el dominio que tiene de algunos territorios en México, es la pasividad contemplativa del gobierno federal.
A este gobierno también le falta regresar los beneficios que canceló a mujeres, sobre todos las que trabajan; le debe regresar el dinero público a programas como el de guarderías escolares, es momento de reactivar los recursos para financiar los albergues para mujeres maltratadas.
Luego de invertir 100 mil cien millones de pesos en el nuevo aeropuerto y mal gastar 100 mil millones destruyendo el proyecto del aeropuerto en Texcoco y obligándonos a pagar otros cien mil millones de pesos en multas y sanciones por esa cancelación, es momento de que el Gobierno Federal deje de exprimir los recursos estatales y sea más generoso con las entidades federativas a las que, aunque en lo público lo nieguen los gobernadores de Morena, las tiene con el Jesús en la boca porque no se atienden las demandas prioritarias de los ciudadanos y la inversión se planifica de manera centralista.
A este país le hacen falta menos ocurrencias del Presidente y más acciones que le den rumbo y sentido. A México le falta que el dinero público no se malgaste en acciones sin sentido (como la consulta para revocación de mandato o las obras faraónicas) y el dinero se aplique en salud, educación, ciencia o deporte.
El Clan en el poder
A propósito de la participación de Alfonso Durazo Chávez en un activismo en pro de los programas y proyecto de la Cuarta Trasformación, voy a trascribir una parte del libro “Las doce C de las campañas políticas”, justo donde se aborda el tema de la familia, bajó el subtítulo de “El Clan”.
“El llamado de la sangre no deja de tener una gran carga emotiva y a veces nubla la racionalidad. Esto se entiende porque el primer gran apoyo que tienen quienes participan en política emerge de su núcleo familiar inmediato y no es malo, lo importante es determinar el grado con el cual los pretenden involucrar”.
Es muy importante determinar límites porque no se trata de darles un cargo con reflejo en la nómina, también tenerlos como consejeros, o en actividades políticas, aun cuando sea sin sueldo, los convierte en factores de poder y los expone a los dardos envenenados que pueden llegar de cualquier lado.
En este caso no se trata de limitar la participación política de Alfonso Durazo Chávez, ni siquiera establecer que puede o no ser candidato en algún proceso electoral próximo (él dijo que no aspira a ser candidato ni el 2024 ni el 2027), de lo que se trata de es de señalar que su participación es una decisión que puede tener consecuencias negativas.
Se entiende que la tentación de ver figurar a los hijos en actividades políticas, es algo que llena de orgullo a sus padres, pero también debe entenderse que lo menos que pueden hacer por ellos es limitar en gran medida su exposición, porque se convierten en figuras de interés público a las que se les investiga todo.
Realizar un trabajo de reforzamiento con los que están convencidos del proyecto de la Cuarta Trasformación y por tanto simpatizan o militan con Morena, es un desperdicio de tiempo; las habilidades políticas, si es que se quieren mostrar, se ponen de manifiesto cuando el trabajo se centra en convencer a los reacios, a los que no simpatizan, a quienes tienen dudas.
Las apariciones públicas de Alfonso Durazo Chávez generan en sus interlocutores la percepción de que están hablando con alguien que tiene poder (al menos lo que se conoce liderazgo por cercanía), eso significa que muchos consideren tratarlo bien porque es el hijo del gobernador, pero igual, hay quienes consideran que atacarlo significa “pegarle al gobernador”.
En la Cuarta Trasformación, es una realidad que la participación de la familia de los poderosos genera suspicacias y generalmente se liga con actos de corrupción; ahí están los casos de la familia del presidente, con su hijo José Ramón; pero también están los hijos de Manuel Bartlett que se beneficio vendiendo insumos al IMSS o el caso de los hijos de Claudia Sheimbaum, que lograron un contrato millonario por vender servicios de consultoría digital (granjas de bots) al gobierno de su mamá.
Son solamente algunos ejemplos de como los hijos e hijas pueden pasar de ser un motivo de orgullo para su padres, en un serio problema político que deriva en crisis.
Pero me imagino que todo esto ya lo hablo el gobernador Durazo Montaño con su hijo y le leyó la cartilla para que no se pase de la raya. Aquí solamente establecemos la importancia de que su participación se de bajo una constante asesoría, política y mediática, para evitar que se convierte en un lastre.
Las revisiones en el retén de Querobabi
El retén militar ubicado en Querobabi, Sonora, demostró al paso de los años que es una buena decisión, al grado de que los narcotraficantes ya no utilizan esa ruta para el paso de drogas; basta ver los decomisos logrados en los últimos años para entender que es muy poco lo que ahí se detiene.
En los últimos días, los militares que están ahí no solamente realizan revisiones aleatorias; todo vehículo que pase por ese lugar es sometido a una minuciosa revisión y los datos de los conductores son registrados, algo que no es legal y sí viola la garantía de libre tránsito de todos los mexicanos.
No se trata de que los militares sean groseros o altaneros, que no lo son; se trata del acto de molestia a los ciudadanos porque son abiertas maletas, se les detiene a cualquier hora y sin importar las condiciones del clima, husmean dentro de los vehículos y se les cuestiona su forma de ganarse la vida.
Es ciertamente molesto para los miles de ciudadanos o empleados que por ahí pasan, ser sometidos a revisiones infructuosas y exhaustivas, mientras que los grupos criminales se trasladan por otras rutas con droga y armas, sin que exista para ellos un retén que los contenga.
Pero se trata de justificar trabajo y eso lo hacen muy bien, aunque no detengan nada.
Otros Juglares:
–“Este día asisto a la inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, construido a precios 4T, sin corrupción, sin moches, sin entres, sin cuotas. Esta obra representará un parteaguas en la conectividad aérea de la Ciudad de México, sin el atraco que pretendieron con el proyecto de Texcoco,
“Mi reconocimiento al Ejército Mexicano, héroes de esta hazaña que culminaron en un tiempo récord de dos años y medio. Los opositores tendrán que reconocer el acierto de esta obra emblemática del gobierno del presidente López Obrador”.
Lo dijo el gobernador Alfonso Durazo Montaño al participar en la inauguración del aeropuerto internacional “Felipe Ángeles”, obra de la cual dijo se hizo con austeridad y que calificó como “un parteaguas” en la conectividad aérea del país y de la Ciudad de México.
Gracias por su atención, hasta el miércoles si Dios quiere. ¡Salud!
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