El pasado domingo, un incendio provocado al interior del “Estadio Héctor Espino” hizo que los hermosillenses volteáramos de nueva cuenta a ver ese inmueble; aunque solamente se quemó el pasto, de inmediato surgieron hipótesis y teorías en torno a las intenciones de quienes prendieron fuego.

La verdad es que sin uso definido el estadio “Héctor Espino” es un cascarón hueco que se deteriora al paso del tiempo; ni sus antiguos comodatarios, la familia Mazón Rubio, socios principales del equipo de beisbol “Naranjeros” de Hermosillo, ni el gobierno de Sonora se encargan ya del mantenimiento.

Ellos, los Mazón, simplemente porque ya no les sirve como negocio y lo han dejado en el olvido a pesar de tanto dinero que obtuvieron con ese inmueble, además ya tienen un nuevo estadio que les permite seguir en el negocio; el gobierno de Sonora simplemente porque no tiene recursos para invertirle sobre todo cuando hay otras necesidades prioritarias.

Pero además, la situación jurídica del estadio también es un tema a considerar, no olvidemos que Guillermo Padrés lo incluyó en un listado de inmuebles con los cuales pretendió garantizar algunas deudas de gran calado, como la del Fondo de Retiro del Isssteson y mientras no se quite o saque de ese listado, es muy poco lo que se puede hacer por el inmueble.

Pero incluso, si lo llegan a rescatar de esa lista, la gran pregunta será ¿qué hacer con ese inmueble?

Hay dos posturas claramente definidas: por un lado está la de venderlo y construir ahí un gran centro comercial; por otra, la de utilizarlo construir un gran centro deportivo y con ello seguir en la misma ruta trazada desde el principio como un espacio propiedad de la comunidad.

Ambas ideas son buenas y ninguna mejor que la otra.

Si se vende a los grupos empresariales que están interesados en el terreno –el inmueble no les interesa—se daría paso a una zona comercial de gran importancia, se abrirían comercios y se generarían empleos, eso siempre es positivo para una comunidad sobre todo en una zona tan atractiva para invertir.

A esta idea se oponen los sentimientos de añoranza que evoca el estadio; hay voces que lo consideran un lugar histórico de Hermosillo, como en su momento lo fue la “Casa del Pueblo”, el viejo estadio de beisbol que estaba justo donde ahora se ubica el Parque Popular Infantil y las oficinas del PRI Sonora.

Venderlo no es tan malo si se considera que el dinero que se obtenga puede apoyar a un gobierno que requiere recursos para invertirlos en temas prioritarios para los ciudadanos como salud, educación, infraestructura y espacios deportivos en colonias populares.

Si en lugar de vender el terreno, se decide conservar el predio, porque es irremediable que se llegue a la demolición del estadio dado que su mantenimiento es muy caro, se estaría ganando un área urbana de esparcimiento, un gran espacio deportivo del cual carece actualmente la Capital de Sonora.

Ahí se puede abrir una gran concha acústica para conciertos populares, algo que ya vienen haciendo en el estacionamiento desde hace varios años algunas estaciones de radio; se pueden construir canchas para la práctica deportiva, abrir espacios arbolados para el ejercicio físico de los ciudadanos, incluso en todo el perímetro se pueden abrir espacios comerciales cuya renta ayude a la conservación de las instalaciones.

Esta idea tampoco es mala.

El asunto es que lo peor que puede suceder es lo que pasa ahora: tener un espacio abandonado, que al paso de los días y años se va a convertir en un nido de malvivientes, cuyo deterioro llevará irremediablemente a considerarlo un sitio tóxico que descomponga el paisaje urbano, que lo empiecen a desmantelar y que nadie se beneficie con ese predio olvidado.

Se debe tomar una decisión inmediata con el destino del “Estadio Héctor Espino” y luego habrá que pensar en el destino que se le vaya a dar al “Tomás Oroz Gaytán” en Ciudad Obregón, que va por el mismo camino.

 

Tips cortitos pa´no enfadar:

1.- La PGR informó que se cumplieron otras dos órdenes de aprehensión  en contra de Roberto Francisco Ávila Quiroga, “El Señor de los Moches”, actualmente recluido en el Cefereso número 5 de Villaldama, Veracruz.

Las dos órdenes de aprehensión, fueron giradas por  Juez Segundo de Distrito y Décimosegundo de Distrito, ambos en Hermosillo y son por el delito de Uso Indebido de Atribuciones y Facultades durante el tiempo que se desempeñó como director de Auditoría Fiscal del SAT en Sonora.

A la fecha, el SAT viene realizando de manera muy discreta una serie de auditorías a las auditorias que Ávila Quiroga realizó entre el 2010 y 2011, mediante las cuales condonó el pago de impuestos de manera discrecional a diversas empresas con un monto que asciende a los mil 700 millones de pesos.

En esa relación de empresas aparecen funcionarios ligados a Guillermo Padrés, el candidato a la gubernatura por el PAN, Javier Gándara Magaña y otros más.

2.- La Jefa de la Oficina del Ejecutivo, Natalia Rivera Grijalva anunció ayer que se abrió el pre registro para participar en la plenaria de la Comisión Sonora-Arizona que se llevará a cabo en Hermosillo el 1 y 2 de diciembre próximos, pero además me dejó con el ojo cuadrado por el nuevo formato que incluye un cobro por participar.

Se trata de que participen 500 personajes de nivel en la toma de decisiones y obviamente el gran atractivo es la construcción de la llamada “Mega región” entre Arizona y Sonora.

El nuevo formato incluye un pre registro con un costo de 2 mil 500 pesos que estará vigente hasta el 13 de noviembre, a partir de ese día y hasta la fecha de la Plenaria el costo se incrementa a 3 mil pesos.

Es la primera vez que en México se establece un costo para un evento de esta naturaleza y no es despreciable que puedan obtenerse más de un millón 250 mil pesos, lo cual seguramente servirá para financiar este tipo de eventos y que no le cuesten al erario estatal.

3.- La gobernadora, Claudia Pavlovich Arellano es capaz de sacar dinero hasta de las piedras, y la frase puede tomarse con toda su literalidad, particularmente luego de que logró una donación de 25 millones de pesos por parte de la empresa minera “Agnico Sonora” que se aplicarán en diversas obras, la mayoría de ellas en el municipio de Sahuaripa.

Pueden existir muchos factores que orillen a la empresa a entregar esos 25 millones de pesos, desde asuntos fiscales hasta compromiso social, pero es innegable que al entregarlos directamente al gobierno de Sonora es porque existe confianza en su correcta aplicación.

Eso es lo que ha venido construyendo la Gobernadora, Pavlovich Arellano, confianza en su gobierno.

4.- El delegado del Centro SCT-Sonora, Javier Hernández Armenta tuvo a bien enviarme una nota periodística de abril del 2014, posterior a la visita del presidente Peña Nieto, donde se detalla la inversión a aplicarse en la Carretera de Cuatro Carriles y donde se establece que solamente 479 kilómetros de los 692 que costa la rúa, serán de concreto hidráulico.

Yo sigo diciendo que Javier Hernández es un magnífico funcionario público, un profesional de la ingeniería, un técnico muy capaz, una excelente persona y mejor amigo; lo demás son simples cuestiones de interpretación.

 

Otros Juglares:

–“Esta plenaria será muy importante, porque vamos a sentar a todos los jugadores en la mesa, ya no solo gobiernos, sino todos los jugadores, para que ya los jugadores de forma directa tomen los acuerdos y podamos avanzar en otros temas adicionales a la promoción económica, que en eso la Megarregión en diciembre seguramente va a rendir muy buenas cuentas”.

Lo dijo la Jefa de la Oficina del Ejecutivo en Sonora, Natalia Rivera Grijalva al plantear algunos aspectos trascendentes a tratarse durante la sesión plenaria de la Comisión Sonora-Arizona a realizarse en Hermosillo, el 1 y 2 de diciembre próximos.

 

Gracias por su atención, hasta el viernes si Dios quiere. ¡¡Salud!!

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here