Declaración Oaxaca
El Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A.C. y sus
agremiados en todo el país suscriben el presente documento, donde
se plasman las ideas y lineamientos que definen nuestro trabajo en pro
del gremio periodístico de México.
ACUERDOS:
1.- El periodismo es una actividad que dentro de una democracia
fortalece los vínculos sociales. Le otorga a la sociedad elementos para
evaluar el desarrollo de sus gobiernos, sus instituciones, las empresas
públicas y privadas, el funcionamiento de los partidos políticos y el
impacto que tienen las políticas públicas en los ciudadanos.
El periodismo, lo ejercen hombres y mujeres que en la práctica
profesional dominan los géneros periodísticos y son capaces de
utilizarlos para plasmar información relevante y que trasciende, por su
impacto al momento en el cual se genera.
2.- Los integrantes del Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores
A. C., rechazamos los conceptos «maniqueos» que pretenden dividir a
la sociedad en buenos y malos, “nosotros” y “los otros”. Para el Foro
solamente existe un pueblo y es a él a quien se debe ofrecer su labor
informativa y solamente a él se le acepta la validación de su quehacer
diario.
Ninguna autoridad, ente público o privado, tiene atribuciones para
determinar el sentido de la línea editorial de un medio de comunicación
o periodista. Nadie se puede abrogar el derecho de recriminar lo que
amparados en la libertad de expresión publicamos. En todo caso, son
las audiencias las que con su inteligencia y capacidad juzgarán la
validez y la veracidad de la información.
3.- Para el Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A. C., el
valor fundamental en el cual se sustenta el trabajo informativo es la
Libertad de Expresión, y derivado de ello es que hacemos de su
defensa uno de los objetivos fundamentales, no solamente para los
periodistas, sino como un baluarte que corresponde a todos los
mexicanos.
En este punto consideramos de fundamental importancia no
sobreregular el trabajo informativo, exigimos se deje de censurar y
acosar a los periodistas por la línea editorial que manejan.
No podemos aceptar que amparados en criterios legaloides; hombres
y mujeres que ejercen funciones públicas se escuden para evitar el
cuestionamiento de los medios de comunicación. Tampoco aceptamos
que por cuestiones de género se pretenda acallar críticas al
desempeño público.
Estamos a favor del respeto a los ámbitos privados de los funcionarios,
gobernantes o personas de cualquier nivel, pero cuando esos actos
pasan de lo privado a lo público e inciden en la sociedad, es inevitable
que deban ser abordados. De igual manera a un funcionario,
gobernante o persona que opera dentro del ámbito público, se le debe
respetar su privacidad, pero eso no significa que en el desempeño de
su cargo no se le pueda cuestionar, criticar o evaluar en base a los
resultados que ofrece o a las propuestas que expone a la ciudadanía.
4.- El Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A. C., es una
organización que trabaja en pro de mejores condiciones para el gremio
periodístico y su mejora en los diversos aspectos que la profesión
demanda. Una instancia que hoy día es una institución, que al igual
que otras organizaciones hermanas también trabajan por una causa
común a la nuestra.
Expresamos nuestro respeto a todas esas organizaciones y nos
sumamos a sus esfuerzos. Les extendemos la mano para caminar
juntos en la misión de consolidar, dignificar y profesionalizar el
ejercicio del periodismo en México.
Cuando se trata de enarbolar causas de mejora para el periodismo y
que estas incidan en un auténtico beneficio social para los mexicanos,
no tenemos menoscabo en sumarnos. Rechazamos todos aquellos
que se organicen con fines aviesos, como propagandistas de
gobiernos en turno o como comparsas de proyectos políticos.
5.- Rechazamos la violencia que se cierne sobre los periodistas de
México y condenamos los motores que la generan. No aceptamos que
la diatriba gubernamental exponga la integridad física de nuestro
gremio. Tampoco aceptamos que, al vivir en una sociedad violenta,
eventualmente seamos víctimas colaterales.
La violencia en la sociedad es un acto de represión, pero tiene
mayores repercusiones cuando se genera desde las altas esferas
gubernamentales. Cuando desde la palestra pública se incita al odio y
se expone a los periodistas a la censura social por sus trabajos de
investigación que exhiben corrupción o ponen al descubierto un mal
ejercicio de gobierno.
El asesinato de periodistas es un atentado a la sociedad. Matar
periodistas es eliminar ojos y oídos a un pueblo que requiere saber y
conocer el devenir cotidiano, que reclama información de calidad y
está ávido de saber lo que pasa en su país.
La violencia verbal, que luego motiva en la violencia física, debe
detenerse de inmediato. Los discursos de odio son el recurso de
gobiernos dictatoriales. En una democracia lo que debe imperar es el
debate de las ideas, la discusión pública, las contrapropuestas y
particularmente la crítica como un acelerador del desarrollo; cuando se
intenta inhibir estas condiciones, no solamente se perjudica a los
periodistas, también se lastima al pueblo de México.
6.- Exigimos al Gobierno de México garantías de un ejercicio de
libertad de expresión sin adjetivos, sin censura, con tolerancia y que
fomente el debate público. El gobierno es el primer ente obligado en
otorgar condiciones para que el trabajo informativo se realice sin
sobresaltos y con plena libertad.
El gobierno debe reconocer que en el ejercicio del periodismo existen
diversas visiones y por lo tanto no puede ni debe intentar aglutinar en
una sola corriente de pensamiento –que le sea favorable— a los
periodistas. Se debe entender que las motivaciones de la prensa y de
los periodistas responden a las diversas líneas editoriales de la que
proceden, y en ese sentido, atentar contra la diversidad de
pensamiento, es intimidarlo y acallar ideas que pueden ser opositoras
o contrarias al régimen en turno.
7. El Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A. C., reconoce la
precariedad en la cual se realiza la práctica periodística en México,
pero aún así estamos en contra de las prebendas especiales que
pretendan generar privilegios de los cuales carece una buena parte de
la población.
No queremos más de lo que tienen los demás. Queremos igualdad en
las oportunidades, aspiramos al desarrollo profesional, personal y
económico, pero lo queremos obtener en base a nuestro propio
esfuerzo, no derivado de una entrega al poder o como una concesión
por convertirnos en defensores a ultranza de un régimen, sea del color
que sea.
Entendemos la importancia de la capacitación constante, la valoramos
como un método para mejorar el desempeño profesional y eso
exigimos: planes de capacitación, instrumentos para el crecimiento y
que de ahí dimanen los eventuales beneficios de esta profesión.
No queremos “chayote institucionalizado”, ni prebendas a contentillo
solamente para congraciarse con el gremio y ofrecer, a cambio, un
buen trato en el manejo informativo. Nuestra exigencia no tiene como
fundamento el beneficio de unos cuantos, sino la instrumentación de
acciones públicas que incidan de forma positiva en todos los
periodistas de México.
No pedimos más, pero no aceptamos menos.