Por Cristina Gómez Lima
Habitantes de zonas aledañas al río Sonora, afectados por el derrame de 40 mil millones de litros de sulfato de cobre acidulado provenientes de la mina Buenavista del Cobre, condenaron este sábado que Grupo México y Germán Larrea permanezcan impunes, a pesar que reconocieron su responsabilidad del mayor desastre ambiental del país, ocurrido el 6 de agosto de 2014.
Afectados se reunieron con activistas y académicos en un salón del ayuntamiento de Aconchi, donde acordaron unir esfuerzos para obligar a la minera a cumplir los convenios y resarcir los daños, entre los cuales se halla el financiamiento de 28 plantas potabilizadoras de agua, pues a casi dos años del derrame, sólo se ha terminado una.
Manifestaron su inconformidad ante la escasez de agua potable y actividades productivas en siete municipios aledaños al río Sonora, pues las plantas potabilizadoras que eran parte del fideicomiso con Grupo México no funcionan debido a la falta de pagos de energía eléctrica.
El consorcio minero y su directivo Larrea han incumplido todos los puntos importantes para la sociedad, incluyendo la limpieza del río, la instalación de plantas potabilizadoras con la tecnología para filtrar metales pesados, la construcción de una clínica para atender a los afectados; sin embargo, no han sido sancionados y nadie fue juzgado por las vías penal o administrativa, recalcó el abogado Luis Miguel Cano.
Los especialistas en la lucha por la remediación y la prevención en el río Sonora, ofrecieron diversas ponencias en las que manifestaron que Grupo México tiene que cumplir con las leyes, pues el fideicomiso no equivale ni al 0.1 por ciento de los ingresos que obtuvo en 2014, año en que ocurrió el desastre ecológico.
En la reunión organizada por el Comité de Cuenca del Río Sonora; la Red Fronteriza de Salud y Ambiente; el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora y la asociación civil Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación, participaron habitantes, mineros de Texas y Arizona, así como delegaciones de la Ciudad de México, Puebla y Jalisco.
Mostraron cifras de que la contaminación en el río Sonora sobrepasa cantidades de arsénico, cadmio, fierro, manganeso, mercurio y plomo.