El Juglar de la Red

 

Por Rafael Cano Franco

El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene un concepto de corrupción muy particular; para él son corruptos los que dilapidan o se roban los recursos públicos: y son  honestos aquellos que a pesar de ser ineficientes, todo lo hacen con buena intención.

Pero los números que muestra el gobierno federal indican que resultaban menos caros los corruptos mal intencionados del pasado, que los honestos incapaces de ahora.

Los números del gobierno federal son apabullantes.

La corrupción del sexenio de Calderón se identifica con dos obras: la estela de luz que costó  mil 300 millones de pesos, casi el doble del presupuesto original para su construcción y una barda de dos mil 500 millones de pesos erigida para delimitar el perímetro de lo que sería la refinería en Tula, Hidalgo. La refinería no se construyó y el costo de la barda fue un dinero tirado a la basura.

Con Peña Nieto dos fueron los grandes escándalos: la famosa “Casa Blanca” que costó 70 millones de pesos y cuya versión oficial se centró en asegurar que fue costeada con el dinero de la esposa del presidente, Angélica “La Gaviota” Rivera. Fue un escándalo de proporciones épicas.

El otro gran acto de corrupción en el sexenio “peñanietista” fue la muy documentada “Estafa Maestra”, ahí se descubrió un desvío de recursos que asciende a 7 mil millones de pesos.

Sin lugar a dudas todas esas acciones fueron actos de corrupción, deleznables y criticables, dignos de llevar a la cárcel a sus beneficiarios. Pero resulta que nada de eso ha pasado.

Y en el gobierno de los que se dicen diferentes, que se autodenominan “honestos”, la tiradera de dinero por las coladeras no se ha terminado y por el contrario, en un país sumido en la pobreza, lo que ahora vemos es un derroche de recursos públicos con opacidad y sin conocer el destino de su aplicación.

Veamos un ejemplo:

El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco fue condenado a muerte por decisión  del presidente López Obrador. Los argumentos que usó no resistieron ni siquiera el paso de su sexenio, pero era una decisión tomada por el Presidente y “háganle como quieran”.

La obra la desaparecieron enterrándola y con ella también sepultaron una inversión que ya frisaba los 80 mil millones de pesos, ese dinero se perdió; pero además de quedarnos sin el nuevo aeropuerto lo que sí nos dejó fue una deuda en bonos que asciende a los 80 mil millones de pesos en bonos.

Ese dinero no lo podemos pagar de inmediato y por tanto hay que pagarlo con intereses leoninos, de tal suerte que esos 80 mil millones de pesos se convirtieron en 160 mil de pesos que estamos obligados a pagar.

Para darnos atole con el dedo, el presidente López Obrador anunció un nuevo aeropuerto en Santa Lucía, su costo es de cien mil millones de pesos; una obra que no va a generar la plusvalía ni aportará al PIB como sí lo haría el NAICM y que está condenado a no recibir vuelos por los problemas técnicos para la aviación que ofrece.

En suma perdimos 80 mil millones de pesos ya invertidos, tenemos que pagar 160 mil millones de pesos en bonos e intereses y nos quedamos con un aeropuerto de cien mil millones de pesos que no va a funcionar como el primero.

Son 340 mil millones de pesos que nos costó “la honestidad” del presidente López Obrador y es un costo que debemos pagar los mexicanos porque nadie en su gabinete tuvo los tamaños para decirle que todo era un error.

Con esos 340 mil millones de pesos se pudo mantener el Fondem y apoyar a las víctimas de los desastres naturales, como el reciente en Veracruz, sin necesidad de andar haciendo coperachas ciudadanas; esos 340 mil millones de pesos pudieron abastecernos de 300 millones de vacunas contra el Covid-19, suficientes para vacunar a toda la población y no andar inventando excusas para negarles esos biológicos a los niños escolares.

Con ese dinero se pudieron comprar tratamientos contra el cáncer infantil hasta el 2050 y nos sobraba dinero.

Desde el púlpito mañanero el presidente pregona ser diferente al pasado, ser honesto y no robar; pero nada de eso lo aleja de la corrupción que tanto dice odiar; porque dilapidar el futuro de un país, condenar a sufrir a sus niños por falta de medicinas y malgastar el escaso dinero público es también una forma de ser corrupto.

 

Tips cortitos pa´no enfadar:

1.- Finalmente el PAN determinó que su coordinador de la bancada legislativa en el Congreso del Estado sería el ex alcalde de Puerto Peñasco, Ernesto “Kiko” Munro, dejando a Alejandra López Noriega con el deseo de ser la coordinadora.

Más allá de que el nombramiento es una atribución del dirigente estatal del PAN, en este caso don Neto Munro, lo cierto es que la nominación fue apoyada por los otros legisladores del PAN y con ello fortalecen al líder de su bancada.

Entiendo que la diputada López Noriega se sentía con los merecimientos suficientes, pero también es momento de dejar de lado las ambiciones personales y empezar a jugar en equipo. Ella perdió una batalla, pero la verdadera guerra es la que debe enfrentar a partir del próximo miércoles.

Ahora debemos ver las habilidades políticas de Kiko Munro para tratar de asumir el liderazgo de la bancada, que si bien ya lo tiene ahora corresponde ejercerlo con unidad.

 

2.- La diputada Ernestina Castro será la coordinadora de la bancada de Morena, Ernesto de Lucas Hopkins será el de la bancada del PRI y Ernesto Munro será de los panistas, (puros tocayos) así están definidas las tres bancadas más importantes del Congreso; pero Morena lleva la mano por ser una apabullante mayoría.

Se llegó a considerar la posibilidad de que al ser un Congreso donde el número de mujeres legisladoras supera a los hombres, pudieran ser ellas las coordinadoras: Natalia Rivera en el PRI y Alejandra López del PAN, pero al final de cuentas fueron otras las razones que imperaron y ya quedaron definidos los coordinadores y la coordinadora Parlamentarios.

No se me olvida que el PT, MC, PVEM y Panal van a tener diputados, pero algunos de ellos irán aliados con Morena y eso los mete en la órbita de la coordinadora Ernestina Castro, mientras que MC puede ser importante en definiciones y justificaciones políticas pero en algún momento deberán sumarse a otras fuerzas políticas, porque en solitario poco van a poder lograr.

 

3.- Hay dos listas que circulan en redes sociales –hago mención a esas dos porque me incluyen–, en una de ella se citan  todos los funcionarios del gobierno de Claudia Pavlovich que van a ser investigados y eventualmente llevados a proceso.

Algunos bien intencionados de Morena me colocan en esa lista, pero lamento decirles que este Juglar no fue funcionario público, ni ocupó algún cargo honorífico, escalafonario y digno de nómina en el gobierno de Pavlovich Arellano; me hacen sentir bien cuando me dan esos niveles, pero lamento desilusionarlos.

La otra lista me ubica en un cargo dentro del gobierno de Antonio Astiazarán, pero también esto es falso; ya en alguna ocasión señalamos que en el área de comunicación social deben estar personas allegadas al alcalde y esa función la cumplen y muy bien por cierto, Jorge Hoyos y Norberto Corral.

Si dejamos de escribir esta columna fue por motivos de salud en mi familia, pero no por andar buscando huesos o escondiéndonos de una eventual persecución.

 

Otros Juglares:

–“¡Ni Frena ni CNTE, detienen al Presidente!”

Lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, tras padecer tres días de bloqueos por parte de sus antiguos aliados magisteriales que le han impedido atender sus conferencias mañaneras.

 

Gracias por su atención, hasta el miércoles si Dios quiere. ¡¡Salud!!

 

Nos puede seguir en Twitter en @CanoFrancoR También puede conocer nuestra opinión periodística en Facebook en Rafael Cano Franco “El Juglar de la Red”. Está también el podcast con Cristina Gómez Lima, “Gajes del Oficio”.

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