El Juglar de la Red

Por Rafael Cano Franco

Aunque parezca que es muy pronto para hablar de los perfiles en Morena para ser los candidatos al Senado de la República, la realidad es que a algunos apenas les alcanza el tiempo, porque más allá de su aspiración personal, el conocimiento que se tiene de sus personas entre los electores es muy poco.
Hace seis años la fórmula al senado de la República de Morena la integraron Lilly Téllez y Alfonso Durazo, ambos ganaron la elección pero ella iba como primera de la fórmula, eso determinaría que en la elección del 2024, la integración sería hombre-mujer.
Esto es importante pues aunque todo indica que Morena va a ganar la elección y de calle, en caso de una sorpresa o una eventual derrota, quien sea el primero puede garantizar el acceso a la senaduría, en este caso sería un hombre.
Entonces, iniciemos con los personajes que ahora se mencionan y que aspiran a estar en la boleta electoral peleando la senaduría por Morena.
De entrada está el delegado del Bienestar, Jorge Taddei Bringas, un funcionario que tiene el aprecio del presidente López Obrador, algo que no es poca cosa porque dado el mesianismo del Tabasqueño, es seguro que querrá contar con aliados políticos que atiendan sus instrucciones en diversos cargos legislativos y para ello necesita a gente de su más extrema confianza: Jorge Taddei es uno de ellos.
Taddei Bringas tiene ventajas competitivas importantes: es quien se encarga de repartir dinero, a través de los programas sociales del gobierno federal, por todo Sonora; su figura es muy conocida y tiene una estructura que le permite llegar a cualquier rincón de la entidad.
Entre sus desventajas están no ser de los favoritos de gobernador Alfonso Durazo, su inexperiencia en campañas electorales –participó por la alcaldía de Hermosillo el 2006 y perdió la elección–, no se le conocen habilidades políticas y su carisma es pobre, carente de un liderazgo que lo convierta en un candidato que arrastre masas.
Al momento, Jorge Taddei y toda la familia que tiene incrustrada por todas las nóminas gubernamentales, es quien llevaría la mano, pero debe empezar a bordar muy fino y también debe tender más puentes con Palacio de Gobierno, donde lo mastican pero no lo tragan.
Otro aspirante es Adolfo Salazar Razo, Jefe de la Oficina del Ejecutivo, un político joven que viene acompañando al Presidente de la República desde hace muchos años y que también supo ganarse la confianza de Alfonso Durazo. En la campaña electoral fue el encargado de dirigir el partido Moreno en la entidad y desde ahí se posicionó como un hábil operador político.
Sin embargo, actualmente se ubica en un puesto gubernamental donde no tiene reflectores que le permitan brillar y aunque tiene aliados diseminados por todo el gabinete estatal y logró posicionar a un buen número de consejeros políticos en Morena, requiere que salga más a la luz pública porque fuera del círculo gubernamental es un perfecto desconocido.
Salazar Razo es objeto de una feroz campaña de ataques por diversos medios de comunicación y en algunos casos es fuego amigo que detectó el propio gobernador Durazo y removió a los maquinadores de esa acción, pero los ataque siguen y Salazar Razo hace muy poco para esquivar los obuses que le lanzan, pareciera estar muy confiado en que saldrá ileso de ese fuego amigo, se le olvida que todo lo que ahora se dice de él serán temas que pueden cobrarle facturas muy altas si llega a ser candidato.
El tercero en la lisa es el titular de Sidue, Heriberto Marcelo Aguilar Castillo, un funcionario que llegó al gabinete de Alfonso Durazo con una gran recomendación y que a pesar de todos los regaños públicos de que ha sido objeto, se ha mantenido.
Más allá del “padrinazgo” que lo acompaña y a pesar de haber ganado la elección por la diputación federal con cabecera en Guaymas, es una figura que no tiene posicionamiento a nivel estatal; se le ubica más como un eventual candidato a la alcaldía de Guaymas, pero insiste que no se le descarte para la Senaduría.
De los tres aspirantes, Heriberto Marcelo Aguilar es el más débil y también es el único cuyo manejo de prensa es inexistente, sin embargo puede ser “el caballo negro” si Claudia Sheinbaum es la candidata presidencial, una ficha que en su momento deberá jugar.
Entre las mujeres no se puede descartar a la actual Secretaria de Turismo, Celida López Cárdenas, quien tiene un buen cartel en Hermosillo, donde perdió la reelección a la alcaldía por un estrecho margen, y quien sin muchos aspavientos no deja de trabajar y operar bajo el amparo del cargo que ostenta.
Lorenia Valles Sampedro, la titular del DIF y Wendy Zuloaga, secretaria de Desarrollo Social, son otras dos mujeres que se enlistan para pelear por la nominación femenina al Senado. En el caso de Valle Sampedro es una política hábil, con un excelente manejo de relaciones personales y con experiencia legislativa y de campañas políticas.
Wendy Briceño también es una excelente operadora electoral, ganó dos veces la elección a diputada federal, pero es muy proclive al conflicto y se le identifica con una corriente de feminismo que no atiende los temas de mujeres salvo que le puedan redituar algún provecho personal.
En lo personal me iría con una fórmula integrada por Adolfo Salazar y Celida López, pero igual nomás les estoy echando la sal.

Hacer que las cosas se hagan
Es muy fácil culpar al pasado de los problemas del presente, con esa fórmula navegan muchos gobernantes en la actualidad y creen que así eluden los cuestionamientos y las críticas sociales: –¡No pude hacerlo porque me dejaron un cochinero! –La corrupción fue tan voraz de los que se fueron que nos dejaron prácticamente en la ruina!
Son de las versiones generales que suelen usar los políticos para explicar su pasividad o el inmovilismo de sus gobiernos.
Por eso llama la atención cuando sin voltear hacia atrás y sin asumir posturas de víctima un gobernante asume el reto de la auténtica trasformación, aquella que se sustenta en una acción continúa, en decisiones para resolver rezagos y atender problemas, en no dar excusa y sí ofrecer resultados tangibles.
Hacer que las cosas se hagan, a pesar de las dificultades no es un principio al que recurren los gobernantes hoy día; para ellos es mejor culpar a otros y navegar sin hacer olas. El problema es que de esa manera no se genera progresa y por tanto no hay avance en el bienestar de las zonas donde gobiernan, lo que esa actitud conformista genera es que los rezagos se agudicen y se acreciente la incomodidad social.
Por eso es valioso el trabajo que realiza en Hermosillo el alcalde Antonio Astiazarán Gutiérrez. No solamente se olvidó del pasado y de lo que otros hicieron o dejaron de hacer; su actitud desde el primer día fue atender rezagos, resolver problemas, plantear esquemas diferentes para obtener resultados que ahora se plasman en una voluminosa obra pública.
Si consideramos que el año pasado el presupuesto para obra pública asignado a la Sidur en el gobierno del estado, fue de poco más de 700 millones de pesos y el Ayuntamiento de Hermosillo con recursos propios logró una inversión superior a los 800 millones de pesos en más de 200 obras, acciones e intervenciones, entonces estamos viendo que el dinamismo del Ayuntamiento de Hermosillo superó con mucho a lo presupuestado por el Gobierno de Sonora.
Cierto es que todavía hay muchos rezagos y los baches no se acaban, pero tampoco se puede negar y los hermosillenses así lo hacen sentir, que al menos están viendo un ritmo de verdadera trasformación de sus entornos inmediatos.
Y no solo se trata de obra, también es esa nueva mentalidad de cambiar lo viejo por lo moderno. Iniciar con patrullas eléctricas es una forma de mostrar la importancia de ser amigable con el entorno y al mismo tiempo generar ahorros para reinvertirlos; elaborar una consulta para establecer un listado de obras prioritarias y llevarlas a cabo es una fórmula que empodera al ciudadano y le otorga capacidad de decisión.
Toño Astiazarán no tiene los astros a su favor, pero ha mantenido una cordialidad política con el gobernador Durazo Montaño y más allá de las diferencias políticas entre ambos no se aprecia una ruptura en las relaciones, eso habla de la madurez, pero también indica que Toño Astiazarán no es el alcalde común que acostumbramos a ver y que hace berrinches, se pelea y avienta culpas al Palacio vecino porque no se le apoya o se le apoya poco.
Aunque en Palacio de Gobierno puedan disgustarse, lo que hace el Ayuntamiento de Hermosillo contribuye enormidades a que ciertos indicadores no se disparen y hasta parece que van en franca mejoría: Hermosillo redujo sus índices de inseguridad pública y eso se refleja en las estadísticas estatales; la Capital de Sonora ofrece importantes ventajas competitivas y tiene un mejor plan de desarrollo económico, lo cual también se refleja a nivel estatal; en Hermosillo existe una oferta laboral importante lo cual ayuda a mejorar los números de empleos generados en la entidad.
Es mucho lo que Toño Astiazarán y su gobierno han caminado, pero también es evidente que el mejor aliado que actualmente tiene Alfonso Durazo, es el alcalde de Hermosillo y ahí están los números.
Es una buena estrategia del gobernador diseminar el desarrollo por todas las regiones de Sonora, pero también es importante que sus propios alcaldes sean más proactivos, generen acciones innovadoras y no estén atenidos a lo que les mande el gobierno del Estado; al mismo tiempo es importante que la mano del Gobierno estatal se note más en la Capital de Sonora y estén menos atenidos a lo que hace el Ayuntamiento de Hermosillo.

Tips cortitos pa´no enfadar:
1.- El gobernador Alfonso Durazo anunció ayer que en materia de trasporte su gobierno va a construir mil 156 paradas de autobuses con una inversión total de 75 millones de pesos, al mismo tiempo anunció que se mejorará la movilidad en Ciudad Obregón con la introducción de 80 unidades seminuevas, en Navojoa con 30 unidades y se garantizar el traslado gratuito para estudiantes.
Es un buen anuncio, pero se empieza por el final en lugar de por el principio. Es evidente que el sistema de trasporte público donde más fallas y rezagos presenta es en Hermosillo, la carencia de unidades es notable y eso alarga los tiempos de espera del pasaje y se agudiza en las horas pico.
Lo correcto sería primero meter más unidades en la Capital y luego construir las paradas. Es decir, en términos del rancho: –para hacer caldo de liebre, primero hay que tener la liebre. No se mejora nada si las paradas son muy modernas pero no hay camiones para abordar.
Otros Juglares:
–“Con el respaldo del Insabi hemos conseguido el fortalecimiento de toda la infraestructura de primer nivel del estado de Sonora. El 2021 rehabilitamos 100 centros de salud, con una inversión de 128 millones de pesos. El 2022, 70 centros de salud con 94 millones de pesos. Y este 2023, 61 centros de salud, con 106 millones de pesos. En total, 231 centros de salud, con 329 millones de pesos, 847 mil 386 pesos”.
Lo dijo el gobernador Alfonso Durazo Montaño al explicar que la salud universal para los sonorenses es una realidad y se trabaja de la mano con el gobierno federal para tender las zonas de mayor prioridad en Sonora. Curioso el dato, entre menos centros de salud se rehabilitan por año, más dinero se invierte en cada unidad médica; los más costosos serán los 60 de este año.

Gracias por su atención, hasta el jueves si Dios quiere. ¡¡Salud!!

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