El Juglar de la Red

Por Rafael Cano Franco

El gran riesgo de que no exista contrapeso entre los poderes es que en la tradición mexicana, el Ejecutivo tiende a controlarlos y a partir de eso el presidente en turno se vuelve en la figura todopoderosa y con ello llega la presidencia imperial.

Desde que los gobiernos del PRI perdieron la mayoría en la Cámara de Diputados, particularmente en el gobierno de Ernesto Zedillo, el presidencialismo absoluto se fue al desuso y los gobernantes debieron enfrentar congresos opositores que legislativamente generaron cambios trascendentes para México.

Con los gobiernos de transición se consolidó la autonomía del Poder Legislativo y la del Judicial; en buena medida fueron legisladores provenientes de la izquierda los que mayormente promovieron leyes para crear instituciones, crear fondos con destino social y los que desde la tribuna exhibieron los excesos del poder.

Gracias a esas intervenciones desapareció la llamada “partida secreta” que estaba a disposición discrecional del Presidente en turno, Carlos Salinas de Gortari fue el último que tuvo una y ascendía a 3 mil millones de pesos.

Del año 2000 al 2018 se vivió una auténtica autonomía en los tres poderes, había contrapesos y con ello el presidencialismo fue acotado.

Pero el apabullante triunfo de Andrés Manuel López Obrador generó una nueva realidad; con una mayoría de diputados, tanto de Morena como de sus aliados, PT y PES, a los que luego se sumó el Partido Verde, se construyó una “aplanadora” legislativa favorable al Presidente.

La mala noticia es que esos legisladores, en lugar de jugar el papel de contrapeso y limitar el presidencialismo que tanto cuestionaron en el pasado, le abrieron las puertas de par en par a la Presidencia Imperial.

Con el control del poder Ejecutivo y el Legislativo, fue fácil doblegar al poder Judicial.

Lo que ahora vemos es consecuencia de esa falta de contrapesos.

Los diputados de Morena, sin medir el impacto negativo que puedan tener las iniciativas presidenciales, las aprueban sin mayor razonamiento.

Así vemos como la propuesta para desaparecer 109 fideicomisos es apoyada hasta la ignominia por los legisladores de Morena; no hay un razonamiento que pueda explicar la decisión, solamente existe la voluntad del Presidente y eso determina que deban aplaudirla como focas.

La decisión implica apropiarse de 68 mil millones de pesos, eso incide de manera negativa directamente en los deportistas de alto rendimiento, en la seguridad pública, en investigaciones científicas, desaparecen el Fondo para Atender Desastres Naturales, son afectados actores y productores de cine, defensores de los derechos humanos y periodistas amenazados y se afecta directamente al medio ambiente.

El problema no es que el gobierno de López Obrador pretenda apropiarse de esos recursos y utilizarlos de manera discrecional y con total opacidad; lo grave es la laxitud con la cual los legisladores de Morena le pretenden avalar tal petición.

La obediencia es ciega y sin reflexión; no importan sus convicciones o lo que ofrecieron a sus electores, lo único válido para Morena y sus aliados es cumplir el mandato del Presidente y lo hacen sin rubor, sin la menor intención de sopesar beneficios y perjuicios de la medida, no hay consulta con los ciudadanos y tampoco existe la menor intención de modificar absolutamente nada.

En dos años el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se acabó el Fondo para Contingencias, un ahorro que acumulaba 300 mil millones de pesos pero que se han utilizado para inyectarle recursos a Pemex y en el fondeo de los programas sociales que promueve el Presidente.

Este año el gobierno federal inyectó 130 mil millones de pesos a Pemex, solamente para que la empresa paraestatal no vaya a la quiebra y con ello se acabe el capricho de construir refinerías. Con la mitad de esos recursos que se perdieron en ese barril sin fondo que se llama Pemex, se pudo atender la emergencia de Covid-19 y no habría necesidad de desaparecer los fideicomisos.

Pero ante la falta de contrapesos que acoten el poder presidencial lo que ahora tenemos es una presidencia “agrandada”, con una voracidad enorme por obtener recursos e inmersa en una corrupción mucho más grande que la que venía a erradicar.

Tips cortitos pa´no enfadar:

1.- El secretario de Seguridad pública, Alfonso Durazo Montaño ya se olvidó de su trabajo y está plenamente concentrado en su campaña electoral y no se esconde ni le intimidad utilizar las oficinas de su Secretaría para tal fin.

Ayer sostuvo una reunión con un grupo de mujeres, entre ellas algunas colegas periodistas y otras más que realizan diversas actividades, más de una de las asistentes confirmó que viajaron con los gastos pagados por Alfonso Durazo; una de ellas aseguró que ella pagó su boleto y su hospedaje.

Como bien decía un “meme” que circuló en redes sociales: “Alfonso Durazo está tan preocupado por la seguridad de las mujeres de Sonora, que mejor se las lleva a la Ciudad de México”.

2.- De los siete legisladores federales de Morena, ninguno ha dado la cara a los sonorenses para explicar el razonamiento que los impulsa a desaparecer los 109  fideicomisos que inciden directamente en diversos sectores locales.

Muy a su estilo, aprueban sin informar y es que forman parte de la fracción parlamentaria mayoritaria que aprueba todas las iniciativas –buenas y malas, aunque generalmente son de estas últimas—que les presenta el Presidente y no se atreven a cuestionar o modificar absolutamente nada, aunque sea lesivo para sus electores.

De pronto los siete legisladores de Morena, algunos muy ocupados en tareas electorales, se olvidaron de que su elección obedeció a la promesa de ser diferentes, pero en la realidad han sido más de lo mismo y lo peor, más malo.

3.- En la sociedad mexicana, Sonora no es la excepción, hay dos posturas muy marcadas en lo referente al aborto; una mayoría que lo rechaza y grupos minoritarios –que poco a poco han crecido en número de apoyadores—que están a favor.

Los grupos Pro-Vida no se aminoran ni se dejan intimidar y cada día salen más a la calle a dar la batalla y pelear para defender sus ideas; por ello hace unos días tomaron de manera simbólica las instalaciones del Congreso del Estado.

Toda esta lucha Pro-Vida la encabeza el joven Víctor Pacillas, un liderazgo de la sociedad civil cuyo perfil resulta muy interesante y el cual no debe descartarse como una figura que de pronto puede aparecer en boletas electorales, postulado por alguno de los partidos que se identifican con la defensa de la vida.

Otros Juglares:

–“Quiero dejarlo muy claro: las personas que fallecieron, fallecieron, y es triste, es lamentable, nos duele a todos”.

Lo dijo el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell tratando de explicar el incremento en el número de fallecidos que se registró del domingo para el lunes de esta semana y que superó los 2 mil 300 muertos oficializados en una jornada, la cifra más alta de lo que va en la pandemia.

Gracias por su atención, hasta el lunes si Dios quiere. ¡¡Salud!!

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