El Juglar de la Red

Por Rafael Cano Franco

El señor Adolfo Salazar Razo gritó a voz en cuello que la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano debe sacar las manos de la elección en Sonora, su llamado sería tomado en serio si no fuera porque lo que se ve no son las manos de la gobernadora sino de los “Siervos de la Nación”, ese ejército que trabaja con los programas sociales y que desde ya opera como instrumento para promover y defender los votos.

Morena es un partido político que no tiene ni siquiera la capacidad para definir quien los va a dirigir; tienen más de un año sin poder ponerse de acuerdo para elegir una dirigencia nacional y en 25 estados no tienen dirigencia formal, uno de ellos es Sonora.

Por eso es que fue Adolfo Salazar y no Jacobo Mendoza el que salió a emitir un posicionamiento tan pobre y mal articulado, que más parecía una proclama estudiantil que un documento de un partido político acreditado.

El asunto es que Morena no tiene estructura partidista. No tiene un Comité Directivo Estatal, no tiene comités municipales organizados, su militancia es dudosa en cuanto a su afiliación, ni siquiera hay una definición en cuanto a un dirigente formal.

Pero no hay que equivocarse, que Morena sea un fantasma como partido político, de ninguna manera significa carezca de simpatías. De hecho encabeza las encuestas y aunque su ventaja es magra, no deja de ser el puntero.

Pero si no hay un partido político que articule a sus simpatizantes, entonces de qué se vale para poder tener controles y garantizar votos.

La clave está en los llamados “Siervos de la Nación”, ese ejército de 18 mil 147 personas, que son coordinados por 2 mil 464 jefes regionales y quienes a su vez reportan a los llamados superdelegados que actúan en cada entidad.

Estos “siervos de la Nación” que durante buen tiempo fueron los encargado de realizar un censo nacional y luego asumieron la responsabilidad de repartir los apoyos que se entregan por los diversos programas sociales del gobierno federal; ahora muestran su verdadero rostro, el de operadores electorales.

En el país, también en Sonora, “Los siervos de la Nación” ya enseñaron su verdadera vocación; ahora ya no trabajan en los programas sociales, ahora son capacitadores electorales de Morena, ya no levantan censos, ahora son quienes dan cursos para defender el voto, operan sin control y solamente reportan a sus jefaturas en las instancias del gobierno federal.

Son “los siervos de la Nación” los que articulan a Morena, son los vasos vinculantes entre un partido que no tiene estructura con sus simpatizantes, ellos son las venas y arterias que comunican, ordenan y organizan a los votantes.

El problema es que ese ejército de operadores electorales se financia con dinero público: cada “Siervo de la Nación” recibe un sueldo bruto mensual de 10 mil 217 pesos; cada coordinador regional cobra 73 mil 507 pesos y los superdelegados tienen un salario asignado de 122 mil 512 pesos.

Ese dinero sale del presupuesto y tiene como fin financiar un grupo de operadores electorales adoctrinados, leales a Morena, pero sobre todo dispuestos a realizar cualquier acción, legal o ilegal, en el proceso electoral.

Si se debe hablar de las manos metidas en la elección, Morena en Sonora debe pedir que “los siervos de la Nación” dejen de operar; están obligados a exigir a Jorge Taddei y al presidente López Obrador que también saque las manos de la elección, las cuales sí se notan a la distancia.

Para tener calidad moral y poder pedir a otros que dejen de hacer lo que ellos mismo hacen, Morena debe solicitar públicamente y luego corroborar que el presupuesto federal no está a su disposición y que no se aprovecha de los programas sociales para “comprar votos” y con ello tener una base de apoyo.

Y si como dice Morena, las manos de la gobernadora Claudia Pavlovich deben salir de la elección; ¿qué hacer con las de Jorge Taddei y las del presidente López Obrador?

Tips cortitos pa´no enfadar:

1.- Muy graves los señalamientos donde se involucra al titular de la Fiscalía Anticorrupción, Odracir Espinoza señalando que decidió “salvar el pellejo” y por ello pactó la entrega de investigaciones y expedientes a sus amigos que ahora militan en Morena y que operan para Alfonso Durazo.

Es un tema delicado, al grado que además de traición también implica un serio delito; lo curioso es que Odracir Espinoza no desmintió absolutamente nada y eso deja la sensación de que lo comentado por el colega director de MassMedio, Rodrigo Sotelo, tiene visos de verdad.

Hay que recordar que Odracir Espinoza llegó a ese cargo gracias al impulso que recibió de Guillermo Noriega Esparza, su amigo y parte de un grupo con el que compartió varios años experiencias profesionales; ahora que Noriega Esparza se pasó “al lado oscuro” y anda de operador electoral de Morena y Alfonso Durazo, hay sospechas de que es el vínculo con Odracir Espinoza.

2.- Pues vaya que si a Morena y sus liderazgos les ha generado escozor las palabras de la gobernadora Claudia Pavlovich en torno a que no hay pacto ni negociación para entregar Sonora, y conste que a ese partido ni lo mencionó, ellos solos se dieron por aludidos.

Ahora es Jacobo Mendoza el que sale a señalar que Morena no acepta ninguna concertacesión con el gobierno del Estado, pues ni se las han ofrecido como para que anden rechazándola.

Don Jacobo Mendoza dice que no debe confundirse la relación cordial entre el Presidente de la República y “el trato equitativo” que ofrece a todos los gobiernos de los estados –así lo dijo–; a partir de eso se volvió el censor de lo que debe o no decir la gobernadora Claudia Pavlovic: “de ninguna manera debe llevarse a un contexto partidista, a un contexto donde se tenga que hacer  ese pronunciamiento ante el consejo de su partido”.

Insisto, en Morena han tenido una sobre reacción a unas palabras que no los aludieron, ni los mencionaron, expresiones que se dieron dentro de un evento del PRI y que pueden inscribirse como parte de la motivación a la militancia de ese partido.

3.- Por cierto, en Morena deben estar de plácemes, sobre todo los fundadores que dieron vida en Sonora a ese partido. Con el inicio del proceso electoral se han empezado a sumar personajes que ocuparon cargos importantes en el PAN, PRI y Partido Verde.

Ahora suman a Temo Galindo, ex alcalde de Nogales, ex militante del PAN y acusado de actos de corrupción como Presidente Municipal; también está Vernon Pérez Rubio Artee, ex secretario de Infraestructura en el gobierno de Manlio Fabio Beltrones y ex diputado en el Congreso de Sonora por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

La llegada a las filas de Morena de estos dos personajes solamente muestra que son “tan incluyentes” que no hay el mínimo rubor para aceptar lo que venga de otros partidos; por supuesto que hay militantes que están que brincan de contentos por estas incorporaciones que a partir de ahora son puros e inmaculados.

Otros Juglares:

–“El sector minero despoja, deforesta, no paga impuestos, incumple contratos con los campesinos e indígenas, viola resoluciones judiciales, está involucrado en la violencia,  crímenes como el de Bernardo Vázquez o Mariano Abarca, contamina irremediablemente cuencas como la del Río Sonora en total impunidad, deja población enferma, fulmina los suelos, no aporta a la economía local más que miseria y pobreza”.

Expresión de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) al cuestionar la formación de la Policía Minera que fue creada por Alfonso Durazo Montaño y Manuel Espino Barrientos, con esto se institucionaliza una policía federal para defender a las grandes empresas mineras.

Gracias por su atención, hasta el miércoles si Dios quiere. ¡¡Salud!!

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