El Juglar de la Red

Por Rafael Cano Franco

Si hay algo que viene lesionando seriamente la libertad de expresión, es lo referente a la legislación que castiga la violencia política por razón de género, un instrumento que solamente acalla críticas y que se ha convertido en una herramienta de censura por parte de muchas funcionarias públicas, legisladoras o políticas en campaña que de pronto se amparan en ese subterfugio legal para acallar voces que las cuestionan.
En una democracia la libertad jamás debe ser adjetiva y la de expresión mucho menos porque implica un atentado directo a un derecho universal, pero en México, las legislaciones “progres” de pronto encontraron que la violencia política en razón de género era una forma de acallar voces y por ahí se fueron.
Durante mucho tiempo las mujeres dijeron que eran mejores para gobernar que los hombres; pero ya quedó demostrado que a la hora del ejercicio de un cargo público o de elección popular, hombres y mujeres, sin importar filiaciones partidistas, son igual de proclives a cometer actos de corrupción, abusos de poder, excesos, incluso recurren a las mismas mañas para eludir responsabilidades cuando suceden tragedias.
Viene al caso lo anterior luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) anunció el establecimiento de criterios más severos para castigar la violencia política de género. Con el voto a favor de Mónica Soto Fragoso, su nueva presidente, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata Pizaña, ese organismo determinó considerar como violencia política en razón de género cualquier señalamiento crítico respecto a una supuesta subordinación de aspirantes mujeres a un hombre de poder, aún cuando la expresión provenga de otra mujer.
Lo anterior contrasta con la tolerancia, que, bajo el argumento válido de garantizar el derecho a la libertad de expresión, los jueces electorales habían esgrimido hasta este momento.
Estos nuevos criterios emergen luego de que el 27 de diciembre pasado, la ahora gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, al ser precandidata a la gubernatura de esa entidad fue señalada por la diputada del PRI, Melissa Vargas, de depender “de las decisiones políticas de un grupo de hombres”.
Lo anterior tiene implicaciones en la campaña electoral que tenemos encima.
Ahora será violencia política toda crítica que se haga a Claudia Sheinbaum relacionándola con estar supeditada a las órdenes, designios o deseos del presidente López Obrador. Cualquier señalamiento donde ella sea supeditada a esa relación será violencia política en su contra.
Igualmente, el presidente López Obrador ya no podrá decir que a Xóchitl Gálvez la manejan personajes como Claudio X. González, porque eso implicaría estar violentándola.
Criterios legales como ese, son producto de la subjetividad porque obedecen más a cuestiones de índole política que a aspectos objetivos de derecho, pero además implican un acto de censura que pretende ocultar obviedades o realidades como los poderes que mueven los hilos de algunas candidatas y candidatos.
Más allá de que la dedicatoria es para las candidaturas federales, es indudable que en los procesos locales estos criterios también van a tener un impacto y esto generará demandas contra periodistas, columnistas y otros opinadores quienes al expresar algún vínculo de una mujer con un hombre de poder, supeditándola a sus dictados, estaremos cayendo en violencia política en razón de género.
No habría ningún problema si la legislación respecto al tema fuera contundente y sin lagunas, el problema son los criterios –o forma de interpretación que tienen los juzgadores—legales, lo cual se vuelve un vaivén porque un día se marcan unos y luego, a contentillo, se determinan otros.
La crítica periodística, sea para hombre y mujeres, no tiene relación con el género de las personas, se sustenta en todo caso en los hechos visibles, pero en este punto al Tribunal Judicial Electoral pareciera estar más preocupado por establecer “candados” o blindajes a las candidatas que en lugar de permitir una libertad de expresión que no esté acotada o limitada por interpretaciones subjetivas de la ley.
Con esta nueva mordaza, ya no hay manera de poder decir que una mujer es un “títere” en las manos de un hombre de poder, pero curioso eso sí se puede decir de un hombre.
Esto sucede cuando se legisla por encargo y se interpreta a conveniencia la ley.

La fórmula Lilly-Manlio se confirma
Pues a pesar de que muchos, este Juglar incluido, llegaron a pensar que los rumores de la postulación de Manlio Fabio Beltrones Rivera como candidato al Senado era una de esas jugadas políticas para atraer marca, al final de cuentas resultó que no, que era cierta su intención de competir a ras de suelo por la senaduría.
Ayer se confirmó que la fórmula del Frente Amplio en Sonora la integrarán la actual senadora Lilly Téllez y Manlio Fabio Beltrones Rivera; esta dupla, más allá de las críticas que pueden generar, son una manifestación de que la intención es buscar votos y para ello mandan a las dos mejores figuras que tienen en Sonora.
Lilly Téllez enfrenta el gran reto de convencer a un electorado que hace seis años la votó a favor, pero iba cobijada por la ola “lopezobradorista” que arrasó en ese proceso electoral; ahora, bajo las siglas del PAN veremos si logra conectar con un electorado que en sus clases medias esta decepcionado, pero que en los segmentos más pobres está agradecido con el presidente López Obrador.
En el caso de Manlio Beltrones debe ser un riesgo calculado, porque si logra ser el mejor perdedor puede tener acceso al escaño senatorial, sin embargo, para una carrera tan brillante como la de Beltrones Rivera no deja de ser oprobioso llegar a la meta por ese mecanismo y entonces seguramente nos deleitará con una campaña de muy alta calidad, tal y como acostrumbra.
Los detractores de Beltrones pueden decir muchas cosas de él, pero no pueden negar que es un hombre de ideas y de una alta capacidad política, de ahí que tenerlo en el senado de la República no solamente es una garantía de calidad legislativa, también es una forma de garantizar calidad política y respeto a las formas.
Esta nominación puede que a Morena no le afecte sobremanera, en el entendido que dan por hecho que con cualquier figura que postulen ganan, pero si será un constante contraste si quienes postulan no son capaces de estar al nivel de esas dos figuras.
Igual es un gran reto para Ernesto de Lucas, quien desde Movimiento Ciudadano deberá empezar a tomar muy en serio la elaboración de su estrategia electoral, máxime que él es quien se consideraba como el tercero en discordia y de pronto le han arrebatado ese papel.
Aunque en su campaña electoral, el gobernador Alfonso Durazo siempre hizo referencias a un Beltrones Rivera que se había apoderado de Sonora, cuando le preguntaron sobre su eventual nominación al senado se expresó con mucha civilidad y coincidió con el presidente López Obrador, quien también se manifestó en torno al tema, diciendo que todos tienen derecho de competir y dejar todo a la inteligencia de la gente.
Pero en política no es lo que se dice, sino lo que se hace y en ese sentido nadie espera un gobernador pasivo ante un par de candidatos opositores que le van a dar pelea e incluso hasta le pueden generar un ambiente político negativo en Sonora, de ahí que debemos aprestarnos a presenciar un choque de trenes cuyo impacto será resonante.

Tips cortitos pa´no enfadar:
1.- Si alguien quisiera un ejemplo de la importancia que tienen los contrapesos en el gobierno, es cuestión de voltear a ver lo que sucedió en el Congreso de la Ciudad de México, donde un puñado de legisladores de oposición evitaron que fuera reelecta la Fiscal, Ernestina Godoy.
No es que se trate de una mera demostración de fuerza, existen muchos argumentos en contra de la señora Godoy: utilizó la justicia para perseguir opositores, torció las leyes, armó escenarios, ocultó información sobre la línea 12 del metro cuando se derrumbó, exoneró de plagio a Yasmín Esquivel en menos de cuatro días y un largo etcétera en su contra.
La figura de Ernestina Godoy está manchada de corrupción y del uso personal de la ley para fines políticos, por eso cuando se planteó su eventual reelección de inmediato se organizó un bando opositor que ayer terminó por descarrilar ese proyecto y darle con ello un fuerte revés a Claudia Sheinbaum, eso jamás hubiera pasado si Morena tuviera el número de legisladores suficientes, pero al no ser así, ahora deben aceptar que la señora Godoy se devuelva a casa.

2.- Sanjuana Martínez, quien fuera directora de la extinta agencia de noticias “Notimex” dice que el secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños López le exigió un 20 por ciento del dinero que les corresponde como finiquito para financiar la campaña de Claudia Sheinbaum y al negarse les redujeron al 6 por ciento, de los 256 millones entregados al Sindicato, la parte que les correspondía.
Es una acusación que sale directamente de una panegira de la Cuarta Trasformación y no es nada desechable.

Otros Juglares:
–“Me negué en rotundo a aceptar semejante condición y a continuación en venganza se nos ofreció sólo 6% de los 256 millones entregados al sindicato junto a 14 millones en concepto de canasta y un millón más para las fiestas de un sindicato que ya había desaparecido luego de la publicación del decreto”.
Lo dijo la ex directora de “Notimex” Sanjuana Martínez Montemayor al acusar a Marath Bolaños López, titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, de condicionarles el pago de liquidaciones para ella y su equipo a que “de las mismas teníamos que entregar el 20 por ciento para la campaña de Claudia Sheinbaum”.

Gracias por su atención, hasta el miércoles si Dios quiere. ¡¡Salud!!

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