En varios espacios de opinión se ha dicho que el ex secretario de comunicación social de Guillermo Padrés, Jorge Morales Borbón, tiene a su disposición una bolsa de varios millones a fin de defenderse legalmente, pero al parecer ese dinero también lo utiliza para lanzar “coletazos” legales.

Ahí está la demanda que presentó en contra de los periodistas Francisco Javier Ruiz Quirrín, director del semanario Primera Plana y conductor del noticiero más importante de Grupo Larsa; así como la que presentó contra Hilario Olea Ruiz, conductor de noticias en Megacanal, columnista y analista político.

Jorge Morales acusa en su denuncia a estos periodistas por un supuesto daño moral a su persona, entendiendo lo anterior como que ambos colegas citaron en sus respectivos espacios de opinión comentarios relativos al trabajo realizado por Morales Borbón.

Soy asiduo lector a las columnas de ambos periodistas, no solamente suelen ser muy certeros en sus comentarios, también tienen una gran credibilidad, y en ninguna de las columnas escritas por ellos encontré jamás algún señalamiento ofensivo en contra de Jorge Morales, si hay señalamientos en torno a su trabajo, a la forma tan selectiva como operó, a los errores cometidos, al grado de desastre administrativo en el que dejó la Secretaría de Comunicación y la presentación de los hechos que llevaron a Morales Borbón a la cárcel, pero no encontré nada que dañe su imagen moral.

Jorge Morales Borbón, imbuido de un afán de revanchismo y venganza, con la frustración por estar preso en la cárcel y sin tener esperanza de salir en libertad para enfrentar el proceso que se le sigue por la acusación presentada en su contra por varios empresarios de medios de comunicación a los que presuntamente les exigía “moches” para pagarles servicios contratados, tiene mucho tiempo libre y dinero, para fraguar este tipo de ardides legales.

Pero resulta curioso que un personaje como Jorge Morales Borbón, dedicado durante seis años a maquinar el desprestigio de periodistas opositores al gobierno de Guillermo Padrés, ahora se lance en contra de quienes documentaron con argumentos su pésimo trabajo como funcionario público.

Con un enorme grado de cinismo, Morales Borbón acusa a Ruiz Quirrín y Olea Ruiz de dañarle su imagen, pero no recuerda, muy convenientemente para él, como desde sus oficinas se lanzó una campaña de desprestigio en contra de algunos periodistas como Germán Contreras al que hostigaron y señalaron en redes sociales.

Tampoco recuerda que apenas en la campaña electoral pasada, por  sus instrucciones –preguntarle a Luis Pujols— en la televisora estatal “Telemax”, los periodistas Francisco Javier Ruiz Quirrín e Hilario Olea Ruiz, además de Arturo Soto Munguía y otros más,  fueron caricaturizados, su opinión periodística satirizada utilizando muñecos que los representaban de manera grotesca y solo porque ellos reflejaban en sus espacios de opinión todo lo negativo del gobierno de Guillermo Padrés.

Pareciera una broma grotesca que un represor como Jorge Morales, cuyo trabajo fue tan deficiente como Secretario de Comunicación y con un sello de acosador y persecutor de los periodistas críticos, todavía pretenda seguir causando daño con este tipo de acciones legales sin mayor sustento que su propia apreciación muy distorsionada y afectada por el encierro en el que se encuentra.

Por lo demás, tanto Francisco Javier Ruiz Quirrín e Hilario Olea Ruiz tienen todos los argumentos para construir una defensa sólida y lo mejor es que ellos tienen como ventaja que lo harán en plena libertad.

 

Tips cortitos pa´no enfadar:

1.- Desde el 13 de septiembre del año pasado a la fecha, el secretario de Hacienda Raúl Navarro Gallegos no ha figurado en medios de comunicación, tampoco es adicto a las apariciones públicas y menos gusta de los reflectores; sin embargo eso no impide que su trabajo sea visible.

A diferencia de lo que sucedía en el sexenio anterior, ahora se pagan las nóminas de manera normal, hay un control del gasto muy efectivo, el dinero llega al destino donde debe aplicarse; no hay proveedores molestos porque no se les paga; en las diversas dependencias se tienen los recursos presupuestados y eso permite que se apliquen los programas a plenitud.

No solamente eso, instancias calificadores del manejo recursos públicos, han  mejorado las calificaciones para el Gobierno de Sonora, eso se traduce en confianza de los sectores financieros y todo eso por el trabajo callado, pero muy efectivo de Raúl Navarro.

2.- El señor Rodrigo Bours Castelo vino a Hermosillo a exponer sus argumentos en contra de las medidas asumidas por Faustino “Tinito” Félix Chávez, alcalde de Cajeme; pero ya de pasadita y aprovechando a los medios que lo escuchaban, también dijo que durante el gobierno municipal de Rogelio Díaz Brown, Ciudad Obregón se llenó de narcomenudistas.

No voy a desmentir lo dicho por el señor Rodrigo Bours Castelo, creo que hay evidencia suficiente para aceptar sus dichos; pero me cuestionó los motivos que lo llevaron a “echarle tierra” al ahora Secretario de Desarrollo Social del gobierno de Sonora.

Rodrigo Bours no está mintiendo en sus dichos, pero utiliza el argumento para dejar en claro que a su clan no le cayó nada bien el respaldo que Díaz Brown le dio a “Tinito” Félix; este es el clásico pleito entre clanes de ricos del PRI que militan en diferentes bandos.

3.- Hay voces que dicen no debe desaparecer el fuero porque es una defensa ante los abusos del poder; la realidad es que es el poder quien abusa del fuero; la desaparición debe ser total porque en una democracia no se puede permitir ciudadanos de primera y de segunda, pero además existen herramientas legales para evitar esos abusos de poder que algunos presumen pueden presentarse.

Quienes defienden la permanencia del fuero citan que eso no es garantía de inmunidad e impunidad porque los funcionarios que lo gozan, pueden ser investigados y en última instancia hasta desaforados.

Esa es una verdad sofista; una investigación sin conclusión no sirve de nada y se concluyen cuando a alguien no se le pueden probar las acusaciones o si se le comprueban termina en la cárcel.

Un funcionario con fuero, a pesar de que se le puede comprobar un acto delincuencial no va a la cárcel sin un proceso de desafuero y es en este punto donde la puerca tuerce el rabo, porque entra la negociación política, la confabulación de intereses y hasta las complicidades para que no se de.

En  el Legislativo Federal existen más de 600 solicitudes de desafuero y a la fecha solamente procedió la de la diputada de la legislatura de Sinaloa que falsificó identificaciones para visitar a Joaquín Guzmán Loera, cuando estaba preso en el penal del Altiplano.

El caso contrario sería el de los diputados federales de Sonora, Agustín Rodríguez y Teresa Lizárraga; ambos son investigados por diversos delitos relacionados con su quehacer como funcionarios del gobierno de Guillermo Padrés; existe una solicitud de desafuero para Agustín Rodríguez pero duerme el sueño de los justos en la Cámara de Diputados.

Por eso debe desaparecer el fuero, porque solamente genera impunidad.

 

Otros Juglares:

–“Eliminar el fuero es una demanda ciudadana y buscamos que las firmas de los ciudadanos lleguen hasta Congreso para  que la iniciativa que ha presentado el diputado Carlos León sea viable, sea posible. Los servidores públicos no pueden seguir con un privilegio que no tiene el resto de los ciudadanos” , lo dijo la dirigente de Movimiento Ciudadano, María Dolores del Río al señalar que iniciaran una recolecta de firmas para apoyar la propuesta del diputado Carlos León García a fin de eliminar de manera total el fuero que ahora ampara a 720 servidores públicos en Sonora.

 

Gracias por su atención, hasta el jueves si Dios quiere. ¡¡Salud!!

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