El Juglar de la Red
Por Rafael Cano Franco
Finalmente el Congreso del Estado con el voto mayoritario de Morena y sus aliados, se aprobó la reforma a la Ley de la Universidad de Sonora y con eso terminó un largo periodo de 30 años de la Ley 4 que siempre fue rechazada por los grupos de izquierda pues les arrebató el control y estableció estándares que terminaron por elevar el nivel académico de la Máxima Casa de Estudios de Sonora.
Previo a 1991, la Universidad de Sonora había vivido muchos momentos de inestabilidad al interior del campus, la Ley 4 la estabilizó y le permitió concentrarse en su actividad sustantiva: formar a los profesionales que Sonora necesitaba.
Con esa legislación, a la que también se conoció como “Ley Beltrones”, la Unison se ubicó como la mejor institución de educación superior en el noroeste del país, está rankeada en el sitio 16 a nivel nacional y es la mejor de Sonora.
La estabilidad que vivió permitió un transitar tranquilo, que en algunas ocasiones fue alterado por asuntos laborales, las negociaciones de los contratos colectivos y las amenazas de huelga de los sindicatos STEUS y STAUS –que estallaron en varias ocasiones–, fueron los principales retos que debió enfrentar, pero a pesar de eso, su oferta académica creció y su calidad se fortaleció.
Al momento de expirar la Ley 4, la Unison tiene una plantilla estudiantil que supera los 32 mil alumnos a los que se suman maestros, empleados y trabajadores para hablar de una comunidad estudiantil que supera las 40 mil personas; su presupuesto anual para este 2023 se estima en caso 3 mil 400 millones de pesos y por concepto de cuotas obtiene ingresos cercanos a los 2 mil millones de pesos, esto por el convenio federal que le aporta un peso por cada peso que capta de ingresos propios.
En todo el centro de la estabilidad y el desarrollo académico está la Junta Universitaria, el órgano máximo de gobierno cuya función fue la de elegir rector, adecuar la oferta educativa, generar la infraestructura necesaria y conducir a la universidad al sitio que ocupa actualmente.
Pero la Junta Universitaria siempre fue objeto de una crítica: no es democrática y sus decisiones no eran consultadas con el resto de la comunidad universitaria.
Bajo ese esquema, aquellos grupos desplazados por la “ley Beltrones”, nunca quitaron el dedo del renglón y estuvieron presionando y buscando el regreso a los más altos puestos universitarios; hicieron muchos intentos, pero empezaron a tener sentido cuando muchos de ellos ocuparon cargos importantes, primero en el gobierno federal, luego en el legislativo de Sonora y al final en el gabinete de Alfonso Durazo.
La iniciativa que aprobó el Congreso del Estado surgió de una visión unilateral compartida por la rectora Rita Plancarte Martínez y con el gobernador Alfonso Durazo Montaño. Más allá del Parlamento Abierto con el que el Congreso de Sonora pretendió socializar y escuchar todas las voces, el ejercicio fue limitado.
No se escuchó a los ex rectores, quienes tienen una amplia experiencia y conocimiento del funcionamiento universitario, tampoco se convocó a las cámaras empresariales como los representantes empresariales que dan vida al mercado laboral que recibe a una buena parte de los egresados universitarios.
Tampoco se abrió la convocatoria a la sociedad civil, ente que a final de cuentas es la que termina aportando –sea a través de cuotas o con sus impuestos—los recursos para que la Unison funcione.
La nueva ley que aprobó el Congreso del Estado, conocida desde ya como “Ley Durazo”, ofrece democracia y amplia participación en las decisiones de la Universidad –sin precisar si eso fortalecerá la parte sustantiva–, se crean nuevas estructuras y se concentran las decisiones; a pesar de que se ofrece gratuidad de manera paulatina, las cuotas no desaparecen y se abren los espacios para que diversos grupos pugnen por posiciones de poder al interior de la Unison.
No se descalifica ni califica a la nueva Ley, lo que debemos esperar que fortalezca el desarrollo mostrado a la fecha y genere esa estabilidad tan necesaria para que los alumnos estén en el aula recibiendo clases y no sean utilizados como “carne de cañon” para alimentar las luchas internas.
Los resultados de la nueva Ley, sean buenos o malos, serán visibles en una década. Ojala todo sea para mejorar.
Tips cortitos pa´no enfadar:
1.- El veredicto de culpabilidad que emitió el jurado en el caso de Genaro García Luna generó olas expansivas que alcanzan a muchos de sus colaboradores, algunos de ellos altos funcionarios en la Guardia Nacional, como Luis Rodríguez Bucio; en Seguridad pública de la Ciudad de México, como Omar García Harfuch y otros como Tomás Zerón de Lucio.
De pronto también apareció el nombre del gobernador Alfonso Durazo Montaño, quien ocupó el cargo de Secretario Particular de García Luna. En lo personal considero que esto parece más un deseo político de que su nombre esté vinculado al del ex secretario de seguridad pública que una acusación sustentada en hechos verificables.
Pero en cualquier caso será el propio Alfonso Durazo el que decida si habla del tema o si decide que todo se quede en un mero murmullo de pasillo.
2.- Este viernes y durante el resto del fin de semana, la senadora Lilly Téllez estará en Hermosillo, su tierra natal; es la primera visita oficial, con agenda pública que realiza a Sonora como una de las aspirantes a la candidatura presidencial, de ahí que su estancia es muy esperada.
Es una lástima que en su agenda de actividades se suspendiera la rueda de prensa programada, era una excelente oportunidad para que la periodista fuera cuestionada por sus iguales; pero más allá de esa situación su presentación ante empresarios deberá aportar elementos importantes para conocer su visión de gobierno y su ruta de acción para ser la elegida como candidata presidencial de una alianza de partidos.
Es interesante su visita, para conocer el impacto que tiene en su tierra y visualizar la capacidad convocatoria que tiene, particularmente entre el panismo, al que hace cuatro años combatía. También será interesante ver si el presidente municipal, Antonio Astiazarán Gutiérrez la acompaña en los eventos, esto luego de que durante la campaña al senado del 2018, él fue blanco de acusaciones de corrupción por Lilly Téllez, entonces candidata al senado pero por Morena.
El que no se quedó callado fue el alcalde de Cajeme, Javier Lamarque, quien ante la visita de Lilly Téllez a Ciudad Obregón dijo que el problema de inseguridad pública que vive esa urbe es producto de los errores de Felipe Calderón.
3.- Gran fiesta la que se vivió en Villa Seris, luego de que el Secretario de Turismo le otorgara la distinción de “Barrio Mágico”, el primero de Sonora y que debe enorgullecer enormemente a quienes ahí residen.
Villa de Seris no solamente tiene uno de los restaurantes que hizo famosa la carne asada sonorense, “El Xochimilco”, también es al lugar de nacimiento de las tradiciones “Coyotas” uno de los postres más emblemáticos de Sonora.
Hasta 1939 fue municipio y desde ese año a la fecha es uno de los barrios que se integran a Hermosillo y la verdad es de los más tradiciones y con aroma a pueblo de los viejos barrios de la Capital de Sonora, incluso tiene festividades tan propias como la del 2 de febrero, “la Candelaria”, que es un imán gastronómico y por tanto un deleite al paladar.
Que sea “Barrio Mágico” debe ser no solamente una distinción, también debe ser motivo de preservación y eso solamente se conjuga con la participación de sus habitantes y de los gobiernos federal, estatal y municipal, si van de la mano la tradición continuará.
Por cierto que gran recibimiento para Toño Astiazarán y que abucheada le dieron a Célida López, como que hay cosas que no se olvidan.
Otros Juglares:
–“Cabe destacar que dicha normatividad orgánica, conocida entre los universitarios como ´Ley 4´, por el número de Ley con que fue numerada por la Quincuagésima Tercera Legislatura (1991-1994), desde su entrada en vigor hace más de 31 años, no ha sido objeto de ninguna actualización por parte de este Poder Legislativo, a pesar de que nuestra máxima casa de estudios, a partir del fundamento jurídico que le proporcionó dicha Ley, ha evolucionado enormemente para dar respuesta a las cambiantes necesidades educativas de la sociedad sonorense”.
Es uno de los considerandos que marcaron la pauta para que en el Congreso del Estado las bancadas de Morena, Partido del Trabajo, Partido Verde, Pana y Partido Encuentro Solidario, votaran a favor de la nueva ley orgánica para la Universidad de Sonora, en contra votaron las bancadas del partido Acción Nacional y de Movimiento Ciudadano.
Gracias por su atención, hasta el lunes si Dios quiere. ¡¡Salud!!
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