Pareciera que la impugnación jurídica o amparos fueron hechos con dedicatoria especial para panistas; esto viene al caso por el uso indiscriminado que ha hecho el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, de estos artilugios jurídicos, que lo convierten en el rey de estos extensores de procesos judiciales; de los cuales tiene algunos.

Desde enero del 2016 se dio a conocer que Padrés Elías recurrió a los amparos como una estrategia de defensa; en marzo de este año solicitó siete, todos durante un fin de semana –¡vaya récord!–; también sabemos que en este lapso, desde la Ciudad de México, se ha amparado contra todo: órdenes de aprehensión o de detención y hasta de su posible ejecución.

Para no dejar sentido a ningún nivel del sistema penal, los amparos los tramitó ante: 28 jueces penales, doce jueces federales y ocho autoridades administrativas.

Se acepta sea esa una estrategia de defensa, todos los ciudadanos tenemos ese derecho, pero es menester señalar el miedo que exhibe o “lo negro de su conciencia” y es lógico pensar que con tanto dinero pretenda evadir el pago de sus culpas y al mismo tiempo mitigar ese temor por terminar encerrado en la cárcel.

Lo que nos resulta inconcebible es “lo caradura” de Padrés Elías y trate de impugnar la multa aplicada por Conagua, luego de comprobar las irregularidades con las cuales construyó una presa en su rancho “El Pozo Nuevo”.

Puede pagar sumas millonarios a despachos jurídicos “afamados” para que lo defiendan y tramiten amparo tras amparo; pero se niega a pagar 4 millones de pesos e igualmente se niega a desembolsar 1.5 millones de pesos correspondientes a la multa aplicada por Profepa.

Nadie en su sano juicio tiene dudas de las sumas millonarias a las que puede echar mano el ex gobernador Padrés Elías; puede fácilmente pagar esos 5.5 millones de pesos en multas y quitarse de problemas, si no lo hace es simplemente porque ya le encontró gusto a vivir amparado.

Padrés Elías enseñó bien a sus ex colaboradores quienes se han convertido en usuarios consuetudinarios del recurso de amparo, lo usan para evitar la inhabilitación y las multas económicas que les aplicó la Contraloría del Estado y cuya sentencia también los obliga a regresar el dinero faltante en las arcas gubernamentales.

La única pretensión de Padres Elías y de sus colaboradores es amontonar papel y con ello extender los procesos jurídicos, es una forma de intento para  burlar la justicia sonorense, ampliar el plazo para que, al paso del tiempo y con el cambio en las circunstancias políticas, “alguien” venga a salvarlos con un milagro.

Leticia Cuesta en Sonora Ciudadana

Tal como se lo propuso, Leticia Elizabeth Cuesta Madrigal llegó a la Dirección Ejecutiva de “Sonora Ciudadana” para relevar a su fundador Guillermo Noriega Esparza, quien por diez años estuvo al frente.

Es de reconocer que organizaciones como “Sonora Ciudadana”, cuya lucha en pro de la transparencia, la participación ciudadanía, la rendición de cuentas, entre otras acciones que promueve, estén a cargo de una mujer -No soy feminista, aclaro-, esto conlleva una suma de adjetivos positivos que con facilidad le puede otorgar una dama como Leticia Cuesta.

La agilidad, firmeza, organización, terquedad son básicos en una organización que busca defender el derecho del ciudadano, fortaleciendo mecanismos y herramientas de participación ciudadana.

Leticia se comprometió a parar la simulación y discursos de parte de organizaciones civiles,  también busca alentar a los ciudadanos para crear sociedades involucradas en las causas sociales, en el combate a la corrupción y sus mecanismos.

Leticia se comprometió a subir de nivel la organización que ahora representa con la frase que utilizó en su discurso, ya como Directora Ejecutiva de Sonora Ciudadana: “Cada quien porta zapatos a su medida; a mí me gustan los tacones”. ¡Enhorabuena!

¡Gracias!

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